Octavio Rodríguez Araujo
Pobreza y desigualdad

Al menos 40 por ciento de los 96 millones de mexicanos debe sobrevivir con un ingreso menor a 2 dólares diarios (unos 20 pesos), mientras otro 14.9 por ciento apenas percibe un dólar al día, indicó el Banco Mundial el 4 de octubre en Washington. (La Jornada, 5/10/98). Cincuenta y siete millones de mexicanos sobreviven con menos de 60 dólares al mes. De éstos, 15.4 millones viven con menos de un dólar al día y los hay que viven con 50 centavos al día o 15 dólares al mes.

Una de las mayores paradojas de esta pobreza extrema es Chiapas: en Chiapas la producción de maíz, después de atender la demanda interna, garantiza el abasto del cereal a los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Oaxaca, sur de Veracruz, Guerrero, Tlaxcala y el Distrito Federal. Semejante importancia a la del maíz tienen el café, plátano, cacao, azúcar y tabaco. Casi la mitad del estado tiene selvas y bosques, ocupa el segundo lugar nacional en ganado y el tercero en producción de carne. Sus costas y sus lagos tienen un enorme potencial pesquero. Los mayores yacimientos petrolíferos de México se localizan en su territorio, donde se producen grandes volúmenes de gas natural. Gran parte del consumo nacional de energía eléctrica se produce en Chiapas (38 por ciento de la energía hidroeléctrica del país). Sin embargo se trata de uno de los estados con mayor pobreza, en el que la mayor parte de su población no tiene electricidad ni gas, para no hablar de otras carencias.

Un elemento que da mejor idea de la pobreza, además de la marginación, es el porcentaje de la población económicamente activa ocupada, que gana menos de un salario mínimo mensual (esto es, menos de alrededor de 90 dólares al mes). En Chiapas, este porcentaje corresponde a 58.89. Es decir, casi 59 por ciento de la PEA ocupada gana menos de un salario mínimo al mes o, en otros términos, en 74 por ciento de los municipios de Chiapas la PEA ocupada gana menos de 90 dólares al mes y hay cinco municipios en donde más de 90 por ciento de la PEA ocupada gana menos de un salario mínimo al mes. En estos municipios hay miles de familias que viven con menos de 50 centavos de dólar al día. Hay municipios en Chiapas donde 66.5 por ciento de la población mayor de 15 años es analfabeta o donde 95.7 por ciento de la población carece de drenaje y de excusado en sus viviendas o donde 89 por ciento de la población carece de viviendas con agua entubada.

Para que se entienda mejor el cuadro de Chiapas, piénsese que la ciudad de Monterrey tiene un índice de calidad de vida de 99.29 por ciento en relación con México en su conjunto, mientras Mitontic, en Chiapas, tiene un índice de calidad de vida de 0.42 por ciento, es decir, 236 veces inferior al índice de calidad de vida de Monterrey y 700 veces inferior al índice de calidad de vida de Suiza. Si esto no fuera suficiente para dar la idea de la desigualdad y de la pobreza en México, 77 por ciento de los niños de Chiapas están desnutridos y Chiapas ocupa el primer lugar en el país en el rubro de muerte por desnutrición. Pero Chiapas es uno de los estados más ricos de México.

Y México es el único país del mundo en donde de dos supermillonarios en 1991 (listas de Forbes) alcanzó la cifra de 24 en 1994, ¡en tres años!, es decir, durante el gobierno neoliberal de Carlos Salinas de Gortari. En la actualidad, debido a la crisis de 1994-95, los supermillonarios mexicanos de la lista de Forbes se redujeron a 15. Menos mal.

El problema de la pobreza, señala el Banco Mundial, aumentó en México de manera significativa en los últimos cuatro años, lo que anuló los esfuerzos realizados en este campo durante la última década (idem). ¿Y cuáles fueron los esfuerzos realizados en la última década, si precisamente entre 1982 y 1994 la pobreza y la pobreza extrema aumentaron en ese periodo y el salario real disminuyó en cerca de 60 por ciento en esos mismos años? Los pobres y los muy pobres aumentaron de 40 a 57 millones de 1989 a 1998. ¿De qué esfuerzos realizados en México habla el Banco Mundial?