Pedro Miguel
La niña de Obrinje

Los dirigentes de la OTAN buscan con desesperación la forma de ahorrarse el bombardeo de Serbia. Saben que inmiscuirse de cualquier manera en el conflicto de Kosovo es como meter un palito en un avispero. Cualquier paso en falso podría desencadenar efectos indeseados en Rusia, Albania, Bosnia, Macedonia, Bulgaria y Rumania. A regañadientes, y mientras otorgan todos los márgenes posibles a sus negociadores --empezando por el estadunidense Richard Holbrooke, quien este fin de semana pasó más de 20 horas hablando con Slobodan Milosevic en Belgrado--, los gobernantes de la alianza atlántica reúnen una fuerza de 430 aviones de combate, un portaviones y plataformas terrestres, aéreas y marítimas de lanzamiento de misiles crucero para convencer a los serbios de que cese la barbarie contra los kosovenses de origen albanés. La idea general es que las fuerzas de la OTAN lancen ataques escalonados contra posiciones serbias en Kosovo, en primer lugar contra las baterías antiaéreas heredadas de la extinta Yugoslavia.

En toda la página 13 de su edición de ayer, Newsweek reproduce una foto de Wade Goddard en la que se ve a una niña muerta en un camino de Obrinje. Tendría menos de nueve años. Viste una chamarra roja, un pantalón oscuro y unas botas azules a las que le sobran cuatro o cinco tallas para ajustarse a sus pies. Tiene la cara oculta entre las manos y yace boca abajo, encogida sobre la vereda de tierra. De no ser por la discreta mancha de sangre en una de las botas azules, parecería que hubiera caído rendida después de una tarde de juego en los bosques paradisíacos de Obrinje.

No la mataron las armas antiaéreas de Belgrado ni el disparo de un tanque serbio. Bastó que alguien accionara un fusil de cacería, un cuchillo o un palo, para que en este cuerpo pequeño empezara un proceso de desintegración de sus elementos esenciales --hidrógeno, oxígeno, carbono, calcio, un poco de hierro, una pizca de fósforo-- que no ha de tomar mucho tiempo.

La mataron por albanesa. Su muerte no va a tener ninguna consecuencia apreciable en el conflicto. Le valió, en todo caso, un lugar destacado en las páginas que normalmente Newsweek reserva para Monica Lewinsky, Gerhard Schroeder y otros importantes personajes de la vida pública internacional. Estoy casi seguro que ella habría declinado semejante honor y que habría preferido un chocolate, unos zapatos de su talla o un sitio en donde jugar sin balazos y explosiones constantes. Estoy casi seguro que ya no le importa nada de eso.

Slobodan Milosevic se hace retratar rodeado de niñas serbias de ocho a diez años, todas vestidas de gala y con los zapatos acordes al tamaño de sus pies. En el entorno de su presidente aprenden, en cambio, ideas de tallas mucho mayores a las que corresponderían a su edad: por ejemplo, que los albaneses de Kosovo son delincuentes y criminales a los que hay que exterminar. Salvo los zapatos y las ideas, nada las diferencia de la pequeña muerta de Obrinje.

Los aviones A-10 y Tornado que la alianza atlántica prepara para un ataque en los Balcanes son máquinas muy poderosas. Los primeros son capaces de convertir en chatarra humeante un tanque T-72 (lo mejorcito de los blindados ex soviéticos) con uno solo de sus misiles aire-tierra. Uno de los segundos puede destruir la pista de un aeropuerto mediano con su carga de bombas. El portaviones Eisenhower, que Washington tiene emplazado en el Mediterráneo central, navega rodeado de un grupo de combate de diez o doce barcos y lleva 48 aeronaves de bombardeo, intercepción y contra medidas electrónicas.

La amenaza de ese alarde bélico y tecnológico no le sirvió de nada a una niña que ahora debería estar empeñada en crecer y en fijar calcio a sus huesos, y que, en cambio, ha sido condenada a desintegrarse en alguna tumba artesanal de Obrinje. El despliegue de la OTAN y sus anunciados ataques, ¿puede servir de algún modo a las niñas que rodean a Milosevic en las fotos? ¿Lograrán evitar nuevas víctimas? ¿Desactivarán las certidumbres fanáticas que operan con revólveres domésticos, con palos o con piedras? ¿Aliviarán en algo el sufrimiento de alguien?