En carta a Robinson, denuncia la ``decisión política de lincharlo''
Juan Manuel Venegas y Roberto Garduño Ť De puño y letra, Raúl Salinas de Gortari expuso a Mary Robinson, titular del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que la Procuraduría General de la República (PGR) ``ha mutilado pruebas y evidencias'' en relación con el caso del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, ``para presentarlas modificadas de manera tendenciosa ante la opinión pública''.
En el manuscrito de 41 hojas, el hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari da a conocer presuntas violaciones a sus garantías políticas, ciudadanas e individuales ocurridas desde su encarcelamiento en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez: ``Ante tanta arbitrariedad de los fiscales, así como falsedades, me encuentro en estado de indefensión sin que ninguna instancia del gobierno me procura justicia''.
Por su parte, el abogado de Raúl Salinas, Eduardo Luengo Creel, ante la inminente acusación por narcotráfico contra su cliente, aseguró que presentarán, en su momento, todas las pruebas que acreditan que el origen del dinero del acusado ``nada tiene que ver con el tráfico de estupefacientes''.
Afirmó que las autoridades de Suiza, México y Estados Unidos cuentan como pruebas ``únicamente con el testimonio'' de delincuentes acogidos al programa de protección de testigos. En México, la PGR no se percata, o no quiere hacerlo, de que ``lo único que está haciendo es fomentar la impunidad y la corrupción, y no se da cuenta de que los acusadores de hoy pueden convertirse en los acusados de mañana'', comentó.
La PGR está incurriendo en los mismos abusos de las agencias estadunidenses: ``con toda la impunidad del mundo'' negocia con delincuentes que nada tienen que perder y que, a cambio de la impunidad que les ofrecen las autoridades, ``son capaces de acusar a cualquiera. Ese es un enorme riesgo que estamos corriendo todos los mexicanos, pues se está violentando el estado de derecho'', apuntó.
El mismo Luengo Creel envió una copia del escrito de Raúl a este diario, en el cual acusa que ni el presidente Ernesto Zedillo, ni el procurador Jorge Madrazo, ni el secretario de la Contraloría, Arsenio Farell, y ``menos'' la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) han dado respuesta a sus reclamos.
``De nadie he obtenido atención. Ni siquiera mis escritos han merecido respuesta alguna. Ninguna instancia de gobierno escucha mis quejas sobre la violación constante a la legalidad en la investigación que se me sigue. Hay, evidentemente, la decisión política de lincharme ante la opinión pública y de dañarme judicialmente. Se me niega todo acceso a la ley en el ámbito del Poder Ejecutivo.
``El monopolio de la Procuraduría General de la República en materia penal es agobiante; aplasta la siniestra PGR. La única instancia que existe en México para denunciar penalmente las violaciones a la ley por parte de los fiscales o de la misma policía federal (todos dependientes de la misma PGR) es ante los mismos fiscales, ante la misma PGR.
``Obviamente, todas las denuncias que he hecho por la fabricación de pruebas, por el pago a testigos, por calumnias y difamación, por obstrucción de la justicia, todas las he presentado a la PGR y ninguna ha sido atendida. La única opción que tengo de denunciar una violación a la ley por parte del procurador Madrazo Cuéllar, es ante el procurador Madrazo Cuéllar.''
El hermano mayor de Carlos Salinas advierte que ante esa impunidad no se puede defender: ``Mi situación aquí (en Almoloya) es desesperante y desesperada''.
Refiere que, con ``pleno abuso de autoridad'', la PGR ha cateado las oficinas donde su familia lleva la estrategia ``de mi defensa, con órdenes de cateo que judicialmente sólo permiten a la PGR catear asuntos específicos, los fiscales incautan (secuestran) pruebas de mi defensa, escritos personales, mis comunicados a los abogados''.