Aplastante votación en la ONU contra el embargo de Estados Unidos a Cuba
Afp, Reuters y Pl, Nueva York, 14 de octubre Ť Por séptimo año consecutivo, y con una votación récord, 157 países aprobaron hoy una resolución de Naciones Unidas que pide el fin de casi cuatro décadas de embargo económico de Estados contra Cuba.
La votación en torno a la resolución presentada por La Habana ante la Asamblea General fue de 157 a favor, y dos --Estados Unidos e Israel-- en contra. Doce paí- ses --El Salvador, Nicaragua, Estonia, Corea del Sur, Georgia, Letonia, Lituania, Macedonia, Marruecos, Nepal, Senegal y Uzbekistán-- se abstuvieron de votar.
La mayoría que apoyó resoluciones similares ha ido en aumento cada año. La votación el año pasado fue de 143 a favor, tres en contra y 17 abstenciones.
En su intervención ante los 185 Estados miembros de la ONU, el canciller cubano, Roberto Robaina, afirmó que la moción ha ido ganando cada año más apoyo, pese a las ``abusivas presiones, chantajes y amenazas'' de Estados Unidos.
``No faltaron países que perdieron créditos, vieron cancelados sus negocios y operaciones comerciales, o los que sufrieron represalias políticas, incluso por abstenerse o ausentarse de la votación'', declaró.
Robaina dijo además que el bloqueo ha causado daños a Cuba por un monto de 60 mil millones de dólares, y citó al papa Juan Pablo II, quien durante la visita que efectuó al país caribeño calificó la medida estadunidense como ``injusta y éticamente inaceptable''.
Más tarde, ante la prensa, el canciller recordó que en 1992, cuando se presentó por primera vez esta resolución, 59 países votaron a favor, tres en contra y hubo 71 abstenciones. También denunció que Washington ignora desde hace seis años las resoluciones de la ONU: ``¿Hasta cuándo se sentirá lo suficientemente prepotente?'', preguntó.
El representante de Washington ante la ONU, Peter Burleigh, afirmó tras la votación que Estados Unidos mantendrá su política, porque Cuba sigue ``atropellando los derechos humanos y las libertades fundamentales''.
Excepto el representante estadunidense, los 29 embajadores que hablaron antes de que la resolución fuera sometida a votación respaldaron con mayor o menor vehemencia la resolución presentada por Cuba. El representante mexicano ante el organismo, Manuel Tello, reiteró el rechazo de su país ``a la utilización de medidas coercitivas como medio de presión en las relaciones internacionales''.
La resolución aprobada este miércoles citó particularmente la Ley Helms-Burton de 1996, que permite a los cubanos nacionalizados estadunidenses presentar demandas contra las compañías extranjeras que ``trafiquen'' con propiedades suyas nacionalizadas tras el triunfo de la revolución, en 1959.
La anticastrista Fundación Nacional Cubano Americana rechazó, desde Miami, la resolución, y afirmó además que la votación ``ni tiene ninguna repercusión, ni trascendencia en las leyes que mantienen el embargo''.
Por el contrario, Eloy Gutiérrez Menoyo, del Movimiento Cambio Cubano, dijo que la resolución envía un mensaje a Estados Unidos y a las organizaciones radicales de que ``el embargo no ha funcionado por más de tres décadas, y carece de ética''.
Desde la capital cubana, el líder disidente Elizardo Sánchez Santacruz estimó que la aplastante votación contra el embargo estadunidense debe motivar reacciones de Washington y La Habana a favor de los derechos humanos.
``Esto envía un claro mensaje a Wa-shington de cuál es la opinión de la conciencia universal en cuanto al tema'', mientras que el respaldo ``recibido por nuestro gobierno en la ONU debería alentarle a trabajar para ponerse en sintonía con las grandes corrientes mundiales en cuanto a la defensa de los derechos civiles y políticos'', añadió el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Por otra parte, Robaina se congratuló por la iniciativa, dada a conocer la víspera, de un grupo de congresistas y ex importantes funcionarios estadunidenses, entre ellos Henry Kissinger, para crear una comisión bipartidista a fin de revisar la política estadunidense hacia Cuba.
A Washington ``se le están acabando los argumentos para justificar una política errónea, discriminatoria, absurda. Pero con o sin bloqueo, Cuba existe'', concluyó el canciller.
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 14 de octubre Ť El ex secretario de Estado, Henry Kissinger, 13 senadores y otras cinco influyentes figuras de la política exterior de Estados Unidos recomendaron al presidente Bill Clinton crear una comisión nacional bipar- tidista para evaluar la política hacia Cuba, solicitud a la que el Departamento de Estado dio hoy la ``bienvenida'', aunque se cuidó de aclarar que el gobierno espera conocer más detalles antes de fijar su posición al respecto.
Una carta redactada por el senador John Warner, de Virginia, y otros 12 senadores, será enviada esta semana al presidente Clinton para solicitar su autorización a fin de establecer una comisión nacional bipartidista similar a la presidida por el propio Kissinger durante la presidencia de Ronald Reagan en cuanto a Centroamérica, en 1983.
Además del propio Kissinger, entre los impulsores de la propuesta para estudiar la política hacia Cuba figuran el ex secretario de Estado, Lawrence Eagleburger; el ex secretario de Defensa, Frank Carlucci; el ex subsecretario de Estado, William D. Rogers; el ex líder de la mayoría del Senado, Howard Baker; el ex secretario asistente de Estado, Harry Shalaudeman, y el ex senador Malcolm Wallop.
Eagleburger envió la propuesta al senador Warner a fines del mes pasado, solicitando que la promoviera entre sus colegas para enviársela a Clinton.
``Como estadunidenses que han estado entregados a la conducta de las relaciones exteriores en varios puestos durante las últimas tres décadas, creemos que es el momento para conducir una evaluación de la política de Estados Unidos hacia Cuba'', escribió Eagleburger a Warner.
La comisión, según agregó Eagleburger, podría ofrecer a gobierno y pueblo estadunidenses ``un análisis objetivo y recomendaciones de políticas útiles para abordar las complejidades de nuestra relación con Cuba, y al hacerlo, avanzar en la causa de la libertad y de la democracia en el hemisferio''.
Warner está haciendo circular entre sus colegas copias de la carta de Eagleburger, Kissinger y los demás, junto con otra misiva que habrá de ser enviada a Clinton por los senadores, copia de la cual obtuvo La Jornada.
Warner sostiene en esa carta: ``Recomendamos esta acción porque no ha habido una evaluación comprensiva de la política Estados Unidos-Cuba, o una medida de su efectividad en lograr sus objetivos declarados en más de 38 años, desde que el presidente Eisenhower canceló primero la cuota azucarera, el 6 de julio de 1960, y que el presidente Kennedy impuso el primer embargo completo contra Cuba, el 7 de febrero de 1962''.
Agrega que desde la promulgación del Acta de Democracia en Cuba, en 1992, y de la Ley Helms-Burton, en 1996, se han registrado cambios significativos en la situación mundial que ameritan una evaluación de la política estadunidense hacia Cuba.
La carta dirigida a Clinton destaca que durante los últimos 24 meses, numerosas delegaciones de Estados Unidos han visitado Cuba, y en ellas han participado legisladores, médicos y líderes militares que han presentado sus conclusiones sobre diversos aspectos del país caribeño.
``También, en mayo de 1998, el Pentágono terminó un estudio en torno al riesgo militar de Cuba sobre Estados Unidos'', señala la carta.
``Sin embargo, las conclusiones e informes de estas delegaciones, incluyendo el estudio del Pentágono y el llamado formulado por el papa Juan Pablo II a favor de una apertura de Cuba hacia el mundo, no han sido ampliamente evaluados por los diseñadores de políticas''.
``Por lo tanto, recomendamos la creación de una Comisión Nacional Bipartidista sobre Cuba para conducir un análisis pensante, racional y objetivo sobre la política actual de Estados Unidos hacia Cuba y su efecto general sobre este hemisferio'', señala Warner en la carta que firman varios senadores.
``Más y más estadunidenses de todos los sectores están preocupándose por los amplios efectos de nuestra política actual (hacia Cuba), sobre los intereses de Estados Unidos y el pueblo cubano'', sostiene, al solicitar que el presidente ``demuestre su liderazgo'' al establecer tal comisión.
Aunque el tono de la carta es cauteloso, pues evita cualquier juicio u opinión sobre la política actual hacia Cuba, el que figuras tan influyentes en el mundo de la política exterior propongan esta iniciativa, y que además un senador la promueva entre sus colegas, señala implícitamente que la política actual no es considerada la mejor opción.
Por lo pronto, el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, dijo que ``siempre damos la bienvenida a los puntos de vista de ex responsables estadunidenses y miembros del Congreso sobre Cuba'', aunque evitó un pronunciamiento más claro hasta que se cuente con una recomendación específica y detallada.