Con el arte se debe evitar que ocurra otro 68: Leopoldo Ayala
Angel Vargas Ť Arte e historia recuentan el trayecto de la humanidad por el tiempo. La primera no conoce de límites ni de silencios, la segunda, lamentablemente se ve ultrajada por ambiciones e intereses que la condenan al cuestionamiento.
Es el poeta Leopoldo Ayala quien habla, y justifica la aparición de Lienzo Tlatelolco, libro que se vale de la poesía, el dibujo y la fotografía para hacer del movimiento estudiantil de 1968 testimonio presente en contra de la impunidad.
Coeditado por Organización Editorial Nuevo Siglo y el gobierno del Distrito Federal, a iniciativa del Comité 1968-1998, en el volumen participaron, además de Ayala, el fotógrafo Héctor García y el pintor José Hernández Delgadillo.
En sus casi 200 páginas reúne 40 textos de puño y letra de Heberto Castillo, Efraín Huerta, José Revueltas, Juan Rulfo, Fausto Trejo, Samuel Ruiz, Juan Bañuelos, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska y el sup Marcos, entre otros. La mayoría del material es inédito.
Hombre de izquierda, académico, vate y fiel creyente de que el arte es acción y consecuencia, Ayala participó activamente en el movimiento del 68. Lo hizo tanto como profesor de la Vocacional 5, del Instituto Politécnico Nacional, y como artista. En su mente, aún son imágenes nítidas las vividas aquel miércoles 2 de octubre, día en que la plaza de las Tres Culturas fue vestida de rojo muerte.
Tres décadas han transcurrido de aquellos hechos, y entre las formas de conmemorarlos Lienzo Tlatelolco se une a la serie de textos que se escribieron para tal ocasión. Entrevistado al respecto, Ayala apunta que en su libro el arte toma la voz para hablar de lo ocurrido en aquel año olímpico.
Luego de señalar que con el tiempo la historia oficial ha mutilado o modificado lo que en el país se vive, asevera que el arte no conoce barreras ni límites: ``No ha habido movimiento popular y revolucionario en el mundo que no conlleve el arte (...) Los grandes libertadores, Bolívar, Zapata, el Che, el sup Marcos, son poetas. ¿Por qué? Porque viven un arte. Porque al final de cuentas la creación no es teórica, es una acción consecuente con las palabras, las imágenes, los lienzos o el sonido que producen.
La literatura es un acto de justicia
``Es decir, la consecuencia de ellos es poética, porque el artista es esencialmente humano, por eso en una época como la que vivimos impuesta por Estados Unidos, venida de las computadoras, es antihumana, antiartística, y al arte se le da una segunda o tercera importancia'', expresó Ayala.
Con esa idea concibió Lienzo Tlatelolco. ``Algo que está denunciado en este libro y en todo el arte de 1968 es la orden extremosa de crueldad; la orden que le dieron a la policía, a los granaderos y al ejército (...) Este crimen de Estado no puede ser olvidado. Siempre hay quienes dicen que es momento de olvidar; que se lo pregunten a las madres del 68, a las del 10 junio de 1971, a las de Acteal, a todos los que han muerto de una represión brutal''.
``Este libro grita en contra de la impunidad. Intenta por todos los medios, por todas las disciplinas del arte, que no vuelva a repetirse un 1968, y no podrá dejar de ocurrir un 68 mientras no se limite el poder del presidente de la República para hacer uso del ejército. Esto tiene que ser perfectamente claro en la Constitución, porque el derecho, cuando es por los pueblos, es un acto literario, de justicia; la literatura es un acto de justicia.''
Ayala anuncia que el Comité 68-98 creará un centro de memoria viva para conjuntar el material sobre el movimiento. Para ello, se pedirá apoyo al gobierno del DF.
Se dice feliz por luchar contra las injusticias. Hoy será un día más para poder hacerlo: Lienzo... será presentado por los autores y personajes del 68. La cita es a partir de las 19:30 horas en el auditorio A ``Jaime Torres Bodet'' de la Unidad Cultural Zacatenco del IPN (avenida Politécnico y Wilfrido Massieu, colonia Lindavista.)