La Jornada 18 de octubre de 1998

Marchan miles en apoyo a Fidel Castro y contra el bloqueo de EU

Rosa Elvira Vargas, enviada, Oporto, 17 de octubre Ť Miles de personas de distintas nacionalidades, sin la presencia del ganador del Premio Nobel de Literatura de este año, José Saramago, se manifestaron hoy en esta ciudad a favor del presidente cubano, Fidel Castro, y contra el embargo estadunidense a Cuba, en el marco de la VIII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de gobierno.

Otra manifestación, esta vez en contra del dirigente cubano, reunió a unas cien personas en la Plaza de la Bolsa, cerca de la sede de la reunión, quienes coreaban ``derechos humanos para los cubanos'', y cali- ficaron como ``una vergüenza'' el que los mandatarios iberoamericanos acepten la presencia de Castro, anfitrión de la próxima Cumbre Iberoamericana que se realizará en La Habana en 1999.

En el primer caso, e invitados por el Comité de Amistad Portugal-Cuba, se congregaron en la Plaza Carlos Alberto, de esta bellísima y antigua ciudad, unos 5 mil simpatizantes con Cuba --20 mil según los organizadores-- procedentes lo mismo de Galicia que de Asturias y el País Vasco.

También llegaron desde de Lisboa, y con gente de Oporto formaron un importante contingente que en portugués y español coreaba: ``Fidel, seguro, a los yanquis dales duro''.

Caminaban con gritos de exigencia para que Estados Unidos ``deje tranquilo al mundo'' y con fe aseguraban que ``Cuba vencerá, el bloqueo fallará''; portaban retratos del legendario guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, banderitas de papel cubanas y cientos de globos con los colores nacionales de la isla caribeña.

``Todos los gobiernos del mundo deberían protestar, porque lo que hoy el gobierno de Estados Unidos hace a Cuba lo pueden hacer mañana a otro país'', afirmó el ex primer ministro portugués Vasco Goncalves durante la marcha, que se extendió a lo largo de 10 kilómetros.

José Saramago, ausente

Se había anunciado que Saramago participaría en esta marcha, lo cual no ocurrió debido quizá al mal tiempo que se abatió sobre Oporto, pero diversas fuentes confirmaron que podría darse un encuentro del escritor con el comandante Castro.

De hecho, Saramago ha tenido en este puerto una incesante actividad, pues participó en los trabajos del Círculo Académico de Oporto y en las conferencias que dictaron el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, y el ex presidente portugués Mario Soares, invitado especial al Palacio de la Bolsa, donde los mandatarios fueron investidos como miembros de la Cofradía del Vino de Oporto.

Desde su arribo el viernes a esta ciudad, Fidel Castro atrae --como ha sucedido en todas las reuniones cumbres anteriores-- el interés de la prensa internacional, que lo aguarda en el hotel Porto Palacio, donde se hospeda, o en los diversos escenarios elegidos para las actividades oficiales y protocolarias de la reunión.

Pero también, como sucede siempre que el comandante cubano sale de su país, opositores a su régimen han hecho el viaje ex profeso para difundir su oposición al régimen de Castro.

Al parecer, de esta tendencia política hay aquí varios grupos. Uno de ellos lo integraban seis personas que oraron primero ante la iglesia de Fátima y más tarde en la de Asunción de María, con rosarios en mano y una manta en la que en español y portugués se leía: ``Peregrinación a Fátima por una Cuba libre''.

Bajo el frío y una fina lluvia, los anticastristas sólo cesaban de orar cuando concedían entrevistas.

Una de ellas, Mirta Acosta, es madre de Carlos, el piloto de una de las dos avionetas Cessna de la fundación anticastrista Hermanos por la Democracia, con sede en Miami, derribadas por la fuerza aérea cubana en 1996.

Las otras manifestaciones

La marcha en favor de Fidel Castro también sirvió de marco a pequeñas protestas contra los ex dictadores Augusto Pinochet, detenido ayer en Londres, y Jorge Rafael Videla, de Chile y Argentina, respectivamente, y para hacer fuertes críticas al presidente mexicano, Ernesto Zedillo, y al mandatario de Nicaragua, Arnoldo Alemán, uno de los más fieros opositores del gobernante cubano.

Con fotografías de Pinochet y Videla, los manifestantes exigieron ``justicia por los genocidios en Chile y Argentina'', y Alemán recibió el calificativo de ``mafioso''.

Los simpatizantes de Castro, que al parecer también lo eran del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, exigieron al presidente Zedillo: ``Basta de masacres en México'', y retomaron el lema zapatista ``por un mundo donde quepan otros mundos''.