La Jornada Semanal, 18 de octubre de 1998



Carla Faesler Bremer

entrevista

Con Ulalume González de León

Autora de Plagio (1973) y Plagio II (1980), obra en la que de antemano se cancela una experiencia de lectura hecha desde el mito de la originalidad (``Todo es plagio. Todo ha sido dicho''). Ulalume González de León ha escrito también cuento (A cada rato lunes) y cuento infantil (Las tres manzanas de naranja). Aquí conversa sobre el Gran Prix de poesía y sobre la recepción de su trabajo en Europa.

Del 3 al 7 de septiembre se celebró, en Lieja, Bélgica, la 21è Biennale Internationale de Poésie, en cuyo marco un jurado de escritores de varios países, entre ellos la poeta mexicana Ulalume González de León, propusieron a sus candidatos para el ya tradicional Grand Prix de poesía. Se organizaron además, como ya es costumbre, varias mesas redondas cuyos integrantes, entre ellos nuestro también poeta Jorge Hernández Campos, dictaron conferencias sobre temas relacionadas con el general: ``La Poesía y el hombre del porvenir.''

Entre los poetas que han recibido el Grand Prix se encuentran Ungaretti, Saint-John Perse, Jorge Guillén, Yannis Ritsos, Zbigniew Herbert, André du Bouchet, Roberto Juarroz, John Ashbery e Inge Christensen. Octavio Paz lo recibió en la 4a Bienal, en 1963. Para Ulalume González de León la lista bien podría ser mejor que la del Premio Nobel.

lalume, cuéntame cómo estuvo la Bienal para ti y para Jorge.

-Para mí, como jurado, no del todo satisfactoria. La discusión fue muy reñida y larga de contar. Terminó, eso sí, con una evaluación de las obras de uno de mis candidatos... y de la premiada. Charles Tomlinson fue ``finalista''. Nadie quiso apoyar al otro, José Miguel Ullán, pese a mis argumentos; alegaron que, salvo por una traducción de Marguerite Duras y otra mía de un poema largo, no lo conocían.

-¿Quién fue la premiada?

-Ilse Aichinger, una buena poeta austriaca, pero -a mi juicio- no tan sólida como mis candidatos.

-No quedaste, entonces, muy satisfecha...

-No del todo con el premio, pero con el resto sí. Leí al jurado mis traducciones al francés de Tomlinson y de Ullán y hasta algunos apuntes sobre su poesía. También vertí a esa lengua la conferencia de Jorge, tan concisa y difícil que una traducción simultánea habría sido imposible. Además, tuve el gusto de leerla desde el ``escenario'' en francés. Conocimos ambos al poeta irlandés Desmond Egan, quien va a invitarnos a un festival en su tierra. Gozamos la compañía de maravillosos amigos belgas, y hasta bailamos vals en la recepción del castillo de Colonster. También tuvimos ocasión de leer algunos poemas nuestros. Por último -last but not least- Fernand Verhesen me anunció la publicación de mi segundo libro en francés para el año próximo.

-¡Felicidades! Pero no me has dicho sobre qué habló Jorge Hernández Campos.

-El título de su trabajo fue ``Una pregunta recurrente: `¿Y para qué poetas en tiempos de penuria?'''

-La pregunta de Hölderlin...

-Sí, pero seguida en toda su trayectoria posible, desde el romanticismo hasta nuestros días, a través de todas las vanguardias europeas, hasta desembocar en Heidegger y su influencia en el proceso que había ido elevando lentamente la poesía a la dignidad de la filosofía como vía de conocimiento.

-¿Cómo llegaron Jorge y tú a ser conocidos en Bélgica, y por lo tanto invitados? Sé que en 1978 te publicaron allá un libro en francés, prologado por Octavio Paz con ese ensayo sobre tu poesía que figura en las ediciones mexicana y española de sus Obras Completas...

-Bueno, conmigo todo empezó cuando el poeta Fernand Verhesen leyó mi primer plagio y decidió traducir una selección de mis poemas que incluyera también inéditos. Trabajamos juntos en ellos por carta durante año y medio...

-¿Cómo se llama el libro?

-Lleva el título de uno de los poemas, ``Ciel Entier'' (Cielo Entero) y fue muy bien recibido, en parte por la ``llamada de atención'' que es un prólogo de Octavio Paz en Europa. Tuvo además una magnífica distribución, porque la editorial Le Cormier tiene un excelente service de press en el mundo francófono. Verhesen recibió más de cien cartas de poetas y críticos. Me entregó algunas, pero me ``debe'' el resto. Tiene tantos papeles en su casa que, veinte años después, ya no sabe dónde las guardó, como me lo confesó. Pero lo mejor de ese libro fue que ganó en Francia el Premio La Fleur de Laure que el Centre d'Etudes sur Pétrarque otorgaba anualmente -no sé si sigue haciéndolo- al mejor libro de poesía extranjero, escrito en lengua romance. Esto fue en abril de 1978. Gracias a Ciel Entier fui invitada poco tiempo después, en septiembre del mismo año, como jurado y conferencista a la 10a Bienal Internacional de Poesía, que se celebró en Knokke-Heist.

-¿Cuál fue el tema de tu conferencia?

-Curiosamente, uno bastante emparentado con el que escogió Jorge: ``Poésie et Philosophie.'' Fue un trabajo muy fresco, casi inocente, en el que yo repasaba mis ideas sobre esas materias desde los cuatro a los quince años. Pero, aunque no lo creas, ganó el premio otorgado entonces a la mejor conferencia de la bienal, honor que compartí ex-aequo con el poeta francés Pierre Emmanuel.

-¿Se publicó esa conferencia?

-Sí, en la revista que dirige Fernand Verhesen, Le Courrier du Centre d'études Poétiques, de la que soy ``corresponsal en México'' desde entonces. También se publicó en la revista Vuelta traducida por mí al español.

-No sabía que tradujeras también de otras lenguas al francés.

-Fui educada en francés desde la infancia, viví en París -donde mis padres eran diplomáticos- y estudié allí con una beca del gobierno francés.

-¿Qué autores extranjeros has traducido?

-La lista es interminable, como puede verse en Diálogos, Plural, Vuelta, Escandalar, La Letra y la Imagen... Para simplificar: he traducido, desde hace unos treinta años, a autores de lengua portuguesa, a franceses, estadunidenses, ingleses e italianos.

-Tema de otra entrevista... Por el momento, termina de platicarme de tus contactos y los de Jorge en Bélgica.

-Yo he ido allá muchísimas veces desde 1978... No recuerdo si en 1992 o en '93 hice uno o dos viajes a Bélgica desde París, con Jorge. Lo presenté a todos mis amigos poetas allí y tuvo una excelente acogida en Bruselas; primero por sus poemas y luego, en '94, por sus conversaciones sobre política europea -él acababa de asistir, invitado por la Fundación Neuman, a una reunión del Parlamento Europeo en Estrasburgo- ...Luego, el gobierno mexicano nos invitó al Festival Europalia, durante el cual fuimos a eventos presentados en varias ciudades belgas y compartimos una hora de lectura -de sus poemas y los míos- en la Universidad de Lovaina. Además, yo llevé allá varios ejemplares de El Presidente en la traducción que había hecho de ese célebre poema varios años antes para el festival ``La Semaine du Mexique à Paris'' (leí parte de él en el Centro Pompidou)... y que publicó en edición bilingüe Víctor Manuel Mendiola en El Tucán de Virginia...