La Jornada 21 de octubre de 1998

Prácticamente listo el plan de gobierno, PRI y PAN para apoyar a deudores

El Ejecutivo federal prácticamente llegó a un acuerdo con los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) para impulsar un programa de deudores que elimine los intereses moratorios de créditos otorgados desde que estalló la crisis económica hasta junio de 1996, cuando se lograron estabilizar las tasas de interés, así como la reducción parcial en el monto de las deudas.

El presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores, Rodolfo Becerril Straffon, dijo que el programa de deudores se encuentra en su última fase y podría darse a conocer esta misma semana. Incluso hoy podría efectuarse la última reunión para completar los detalles finales.

Así, mientras Becerril Straffon informó que las quitas que se aplicarían de aprobarse el proyecto serán de 45 a 60 por ciento en créditos hipotecarios, industriales y agropecuarios de hasta 500 mil pesos, Acción Nacional sugirió quitas de hasta 50 por ciento para los créditos hipotecarios no mayores a 500 mil Udi, que representaría un costo fiscal de 17 mil millones de pesos y beneficiaría a 450 mil familias.

El senador priísta explicó que las quitas permitirían ``aforar'' los créditos, es decir, ``eliminar el absurdo de que los bienes --una vivienda, por ejemplo-- tengan un valor menor al crédito solicitado para adquirirlos''.

En la presentación de su proyecto, Acción Nacional explicó que éste incluye la restructuración de los pagos con base en la capacidad de los deudores, y que los créditos regresen al valor que tenían en junio-agosto de 1994.

Con ello se garantiza que el monto de los adeudos sea perfectamente pagable, explicó la dirigencia panista.

Por su parte, el secretario de Gestión y Acción Social del PRI, Marcos Bucio Mújica, lamentó que el PRD no haya querido llegar a un acuerdo sobre el Fobaproa, y aseguró que si su partido logra una votación conjunta con PAN sobre el paquete económico en el que está incluido dicho fondo, no será por una concertacesión, sino resultado de un consenso para fortalecer el marco jurídico del sistema financiero y de la preocupación común de mejorar la economía.

El Fobaproa, afirmó, es un asunto suficientemente discutido como para que se apruebe, y es momento de que la dirigencia nacional perredista termine ``con el debate de culpas'' y ceda para que pueda darse el paso hacia los acuerdos que permitan aprobar la iniciativa en la Cámara de Diputados.

Dijo que en el PRI no ha encontrado en el Partido de la Revolución Democrática disposición a construir una propuesta viable, sobre todo ahora que el Fobaproa se ha convertido en ``urgencia nacional'' porque se mantiene el marco jurídico con el que el país hizo frente a la crisis económica de 1994.

Resarcir los agravios del anatocismo

Para ejemplificar su propuesta, el PAN señaló que si una persona tiene una deuda de 500 mil Udi, se le descontaría el interés moratorio --aplicable a quien no restructuró su deuda--, con lo cual su saldo quedaría en 400 mil Udi. A ese monto se le aplicaría una quita de 50 por ciento, lo que permitiría reducir el débito a 200 mil Udi y el deudor pagaría mensualidades máximas de uno por ciento de esa cifra.

Directivos panistas aseguraron que 80 por ciento de los deudores de la banca tienen créditos inferiores a las 500 mil Udis, mientras el 20 por ciento restante supera dicha cifra.

Para Felipe Calderón, presidente del partido, y el coordinador de la fracción panista en la Cámara de Diputados, Carlos Medina, así como los diputados Ricardo Ortiz y Alberto Cifuentes, que tienen a su cargo la elaboración y negociación de la propuesta con el gobierno, es posible aplicar quitas de 40 por ciento y menores a ese porcentaje, dependiendo del monto de las deudas.

Calderón Hinojosa explicó que la propuesta de su partido tiende a reducir al mínimo el costo para la población, porque no es la transformación mecánica en deuda pública que propone el presidente Zedillo, ni es el desplome o la crisis a la que llevaría un repudio o desconocimiento irresponsable de la vulnerabilidad que padece el sistema bancario mexicano.

Se reduce el costo, agregó, porque la mayor carga del programa la asumirán los bancos, pues del total del costo fiscal, 70 por ciento lo pagarían los bancos y 30 por ciento el gobierno.

A su vez, el legislador priísta explicó que el acuerdo de ambos partidos con el gobierno incluye que en el caso de los deudores hipotecarios, el tope máximo para incluirlos en el programa sea por créditos de hasta 500 mil pesos, o bien cuando el monto sea mayor, las quitas se realizarán sobre los primeros 500 mil pesos.

Así, abundó, si después de descontarse los intereses moratorios la deuda es de un millón de pesos, la quita principal por 20 por ciento se realizaría sobre los primeros 500 mil pesos --descontados ya los intereses moratorios--, que sería equivalente a una reducción de 200 mil pesos, y el máximo a pagar se fijaría en 700 mil pesos.

En los créditos menores a ese tope se aplicaría la quita de 60 por ciento, ``todo ello encaminado a que las garantías otorgadas por los deudores, en este caso un inmueble, tengan ya un valor superior al crédito otorgado, contrariamente a lo que sucede en la actualidad''.

Los acuerdos entre las tres partes consideran que las quitas a deudores puedan ser financiadas en su mayor proporción con recursos fiscales. El legislador priísta explicó que la eliminación de los intereses moratorios ``sería una forma de resarcir los agravios del anatocismo, pero con una salida económica y no jurídica''. (Andrea Becerril, Georgina Saldierna, Enrique Méndez y Alonso Urrutia)