La Jornada 22 de octubre de 1998

Se eliminó un factor de tensión bilateral, manifestó el gobierno mexicano

La determinación de cancelar la construcción del confinamiento de residuos radiactivos en Sierra Blanca ``elimina un factor de tensión'' en la relación México-Estados Unidos; atiende la preocupación de diversos sectores de la sociedad mexicana, y ofrece respuesta a las gestiones diplomáticas del gobierno mexicano, manifestaron ayer las secretarías de Relaciones Exteriores, Energía y Medio Ambiente.

La subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carmen Moreno, consideró que el trabajo político-diplomático de México arrojó un ``buen resultado'' en el caso Sierra Blanca y la cancillería está ``muy satisfecha de que se haya resuelto de este modo''.

En breve conferencia de prensa celebrada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Julia Carabias, afirmó que el proyecto de Sierra Blanca deja una lección: los confinamientos deben construirse en lugares alejados de las comunidades y en sitios seguros.

``El tema no es que se haya rechazado un confinamiento, sino éste en específico, ya que un proyecto en la franja fronteriza, donde la sociedad mexicana y estadunidense se ven afectadas, no es algo que ayude a la buena vecindad. No obstante, debemos entender que este tipo de depósitos en materia de residuos nucleares e industriales es indispensable que nuestros países lo tengan, porque tenemos productos mal concentrados'', indicó.

Carabias manifestó que el ``beneplácito'' del gobierno de México tiene su origen en que el fallo de la Comisión de Conservación de los Recursos Naturales de Texas tuvo ``sensibilidad para recoger la preocupación de la comunidad mexicana''.

Sin embargo, reconoció que es necesario fortalecer los mecanismos de intercambio de información y los instrumentos de cooperación entre ambos países para evitar el desarrollo de proyectos que generen fuentes de contaminación en la línea fronteriza.

Entrevistada en su despacho de Tlatelolco, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carmen Moreno, dijo que el pronunciamiento del presidente Ernesto Zedillo y las gestiones diplomáticas realizadas en los últimos días ante las autoridades de Washington surtieron efecto en el fallo de cancelar el proyecto. El 20 de octubre, la cancillería presentó una última nota para solicitar la reubicación del depósito.

``La SRE hizo un trabajo, como es el de la diplomacia, callado, no necesariamente publicitado, y constante. No ha soltado el tema y, bueno, estamos muy satisfechos de que esto se haya resuelto de este modo'', expresó. (David Aponte, Gustavo Castillo, Karina Avilés, y Miroslava Breach y Antonio Pérez Cardona, corresponsales)