La Jornada 24 de octubre de 1998

ACUERDO PARA DESTRABAR EL PROCESO DE PAZ EN MEDIO ORIENTE

Afp, Reuters, Ap y Dpa, Washington, 23 de octubre Ť Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) firmaron hoy un acuerdo para destrabar el proceso de paz, que prevé la reanudación de la retirada de las tropas israelíes de Cisjordania y la excarcelación de varios cientos de palestinos.

Aunque el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente de la ANP, Yasser Arafat, se congratularon por la firma del acuerdo, organizaciones radicales israelíes advirtieron que no están dispuestas a ceder más territorio a los palestinos, mientras el movimiento extremista Hamas señaló que Arafat no logrará detener atentados antisraelíes.

El acuerdo se logró después de nueve días de intensas negociaciones en Wye Plantation, Maryland, y en ellas también participó el presidente estadunidense Bill Clinton y el rey Hussein de Jordania. Las pláticas estuvieron a punto de fracasar cuando Netanyahu condicionó a última hora, la firma del acuerdo a la repatriación del israelí Jonathan Pollard, detenido hace 13 años en Estados Unidos, tras haber sido sorprendido realizando tareas de espionaje.

Clinton ofreció ``examinar nuevamente'' el caso, pero no se se comprometió a liberar a Pollard, condenado en 1987 a cadena perpetua, pese a que Netanyahu dijo haber ``entendido'' que la firma del acuerdo de paz implicaba la excarcelación del ex espía.

Entre los puntos medulares del acuerdo se encuentra la puesta en marcha de un plan de paz de Washington, que prevé la salida de las fuerzas militares de Tel Aviv de 13 por ciento de Cisjordania y que 3 por ciento del área desocupada se destine a una reserva natural no urbanizable y bajo protección del ejército israelí.

La ANP se compromete a encarcelar a los miembros de grupos armados antisraelíes establecidos en las zonas que gobierna, además de que sus fuerzas policiales prometen entregar parte de sus armas para que la cantidad de las mismas se ajuste a los acuerdos de paz de Oslo, suscritos en 1993.

El acuerdo abre las puertas a futuras negociaciones sobre una tercera retirada israelí de Cisjordania y en torno al estatuto que tendrá la ciudad de Jerusalén, temas que el gobierno de Benjamin Netanyahu había eludido hasta ahora. Los palestinos también aceptaron retirar --en un plazo mínimo de tres meses-- de la Constitución de la Organización para la Liberación de Palestina una cláusula que llama a la destrucción del Estado israelí.

Asimismo, el convenio suscrito por ambas partes considera la próxima puesta en libertad de 750 palestinos recluidos en prisiones israelíes y la revisión de los casos de otros 2 mil 800 que igualmente se encuentran encarcelados.

Las partes convinieron también reiniciar la construcción de un puerto y aeropuerto en la franja de Gaza, así como establecer un corredor que comunique a esta zona con Cisjordania.

Los elogios de Clinton

Durante la ceremonia de firma del acuerdo, Bill Clinton elogió la voluntad de las partes de hacer a un lado sus diferencias y alcanzar un entendimiento que, manifestó, renovará la esperanza de establecer una paz duradera en Medio Oriente. Acompañado por el rey Hussein de Jordania, quien jugó un papel relevante en las negociaciones, el gobernante estadunidense dijo que pedirá al Congreso un paquete de ayuda destinado a Israel y a la ANP, y admitió que ahora les corresponde empezar ``el difícil viaje'' hacia un convenio permanente.

Anunció que viajará próximamente a las zonas autónomas palestinas para participar en una reunión del Consejo Nacional Palestino, donde se refrendará la eliminación de las cláusulas antisraelíes de la Constitución.

Arafat reconoció que el acuerdo se alcanzó de manera tardía, pero lo consideró fundamental para impulsar el proceso de paz en Medio Oriente. Refrendó el compromiso de la ANP de no promover nunca más el uso de la violencia para conseguir sus fines y se congratuló de que Israel haya accedido a reanudar la salida de sus tropas de Cisjordania.

Netanyahu, cuyas exigencias estuvieron a punto de hacer abortar las conversaciones en por lo menos dos ocasiones, sostuvo que el mundo es más seguro a partir de la firma del acuerdo. Ahora, expuso, ``nuestros socios palestinos'' se unirán a los esfuerzos de Tel Aviv para combatir al ``terrorismo''. Luego estrechó la mano Arafat.

Reacciones en contra

El acuerdo alcanzado hoy servirá para desbloquear el proceso de pacificación empantanado desde hace 20 meses, pero no es respaldado por diversos sectores israelíes y palestinos.

El líder de los colonos judíos en Cisjordania, Shlomo Fiber, advirtió que no aceptará ceder territorios a los palestinos y acusó al primer ministro de haber firmado ``el acuerdo de la rendición''. Integrantes del ala más derechista del gobierno israelí, como el Partido Nacional Religioso, amenazaron con retirarse de la coalición en el poder y provocar la caída de Netanyahu.

Del lado palestino, el movimiento islámico Hamas, con amplio apoyo popular en las zonas gobernadas por la ANP, advirtió que el gobierno de Yasser Arafat no será capaz de evitar nuevos atentados antisraelíes.

En la localidad de Rafah, franja de Gaza, aproximadamente 2 mil personas protestaron contra la firma del acuerdo durante una manifestación convocada en honor de Fathi Shakaki, dirigente de Jihad Islámica, asesinado hace tres años en Malta por agentes de los servicios de inteligencia israelíes.