La Jornada 28 de octubre de 1998

Nuestra música rescata los diez años perdidos de la cultura punk

Pablo Espinosa Ť En persona, Mike, Billie y Tre son una tríada simpática. Por igual enarbolan en sus atuendos y maneras el punk hiperactualizado que reflejan ecos de Trainspointing que ponen en vida, involuntariamente, los sketches de Beavis and Butthead.

Mike, Billie y Tre conforman una de las bandas líderes de la actualidad: Green Day. Hoy harán su música en vivo en el pabellón este del Palacio de los Deportes, teloneados por el local Resorte.

¿Un punk no se puede enamorar?

Mike Dirnt activa el bajo de una manera devastadora mientras Tre Cool (bonito nombre, bien podría traducirse como Muy Chido, si atendemos a su mezcolanza de francés --trés-- y gabacho --cool) le pega a la bataca de similar manera a como lo haría, en sus sueños húmedos, el Marqués de Sade con una serie de traseros femeninos ordenados en do re mi fa sol, en tanto Billie Joe Armstrong rasca la guitarra de la misma manera que lo hiciera con sus désos y canta, berrea, lanza escupitajos campechaneados con versos de este calibre en sus canciones:

I don't have sex cause I can't get it up. I'm always rude. I've got a bad attitude. The world ownes me, so fuck you.

Tales linduras fascinan a muchedumbres jóvenes en el planeta.

Hace cuatro años, en Woodstock por ejemplo, a manera de aplausos y vítores y agradecimientos por tocar tan chingón, recibieron metralla de lodo, mentadas y fócyus de parte del enlodado y fino personal que los escuchábamos bajo el repentino sol que hacía costras el lodo que teníamos por doquier, piel y piso y cielo. Mudstock.

Mike, Billie y Tre se sentaron ayer, pasado el mediodía, en una mesa con reporteros. Respondieron, se promovieron y regalaron la dosis de clown que les exige su profesión:

``Somos músicos de punk rock y nos vale madres (we don't give a shit, fue lo que dijeron) lo que las personas entiendan por punk. Generalmente tienen una idea equivocada de los punk, esperan que nos subamos a la mesa y orinemos en la taza de alguien'', dice Billie Joe, a lo que responde de inmediato Mike:

``Sí, hijo, hazlo en mi boca, soy tu mingitorio''. Risas, tatuajes, pelos verdes, amarillos. Se divierten de lo lindo estos líderes del pospunk mundial.

Billie Joe: ``¿cuál es la idea detrás de nuestro nuevo disco, Nimrod? -palabra que, por cierto, significa idiot, moran, shit of brains, es decir, puras linduras poshakespereanas -pues nada menos que la intención de cambiar el pinche mundo (fucking world, fue lo que recitó Joey), expresarnos. Lo que me gustaría hacer en la vida es orinar mi territorio, como lo hacen los perros, dejar mi marca, y si para dejar mi marca hace falta chingarse al mundo, pues lo haría''.

Pero enseguida reculan, activados por una pregunta sabia: ``sí, tenemos esposas e hijos y somos felices, o qué ¿es que no se vale que un punk se enamore?''

Antes, demarcaron: ``nos vale madres, también, que nos califiquen de pálida sombra de Sex Pistols y The Ramones, porque las personas ni entienden ni saben lo que es realmente el punk.

Sangre, sexo y alcohol

``Nuestra música recupera la década perdida que tenía el rock punk, un movimiento que en realidad ha seguido marginado, la prueba está en la existencia de muchas buenas bandas posteriores a Sex Pistols y que nadie pela.

``Por lo pronto, nosotros nos divertimos mucho haciendo nuestra música, sobre todo en vivo'', remata Billie Joe, a lo que Mike no resiste rubricar con un ``sííí, nos divertimos con mucha sangre, sexo y alcohol'', sketch bivesanhediano que tiene final feliz cuando Tre Cool dice, muy emtiví él: ``yeah, man, cooool''.