La Jornada 30 de noviembre de 1998

A los funcionarios de alto nivel se les congelarán ingresos

Ricardo Olayo Ť Los efectos que resiente la población por la política económica del gobierno federal, expresada, entre otras cosas en aumentos a la tortilla, gasolina y el nuevo impuesto telefónico, repercuten también negativamente en las finanzas del gobierno de la ciudad, indicó anoche Cuauhtémoc Cárdenas, quien advirtió que para amortiguar la situación, su gobierno no impondrá incremento al pasaje del Metro ni aplicará el impuesto federal de 2 por ciento, al que consideró, junto con el impuesto al valor agregado (IVA), como ``uno de los más injustos para los sectores de menores ingresos''.

Las autoridades del gobierno de la ciudad no tienen facultades para revertir la política económica federal, que afecta el bolsillo de los ciudadanos y que podría aumentar por el uso de recursos públicos ``para rescatar finanzas en quiebra por ineficiencia o por fraudes'', dijo Cárdenas en un mensaje dirigido a los habitantes del Distrito Federal.

Para tratar de ``amortiguar'' los efectos de la política federal, Cárdenas informó que se mantendrá en un peso con 50 centavos por viaje la tarifa del Metro, trolebuses y tren ligero, y que para más de un millón 100 mil familias el predial tampoco sufrirá incrementos; en tanto que alrededor de 600 mil familias que consumen 30 metros cúbicos de agua o menos cada bimestre, tampoco tendrán un ajuste en el cobro de este servicio.

Al dirigirse a la población con motivo de la entrega a la Asamblea Legislativa de las iniciativas de Presupuesto de Egresos y de Ley de Ingresos para el Distrito Federal en 1999, señaló que ``a pesar de las condiciones económicas y de la restricción de recursos, (el gobierno capitalino) realizará un esfuerzo significativo para otorgar a sus trabajadores un aumento de 18 por ciento sobre los salarios''.

Del mismo modo, las percepciones del jefe de gobierno, los secretarios, subsecretarios y los delegados y subdelegados del DF no serán aumentadas.

El mensaje fue transmitido por las estaciones de radio minutos después de las 20 horas. El gobernante aseguró que los ingresos y la capacidad de gasto de la ciudad de México, al igual que de los estados de la República, sufren restricciones producto de la situación económica nacional y de la política económica del gobierno federal.

Los efectos recesivos de ésta, según las propias previsiones de las autoridades hacendarias federales, precisó Cárdenas, provocarán una contracción de los ingresos del gobierno de la ciudad, y ``por otro lado la inflación contribuirá también a mermar la capacidad para adquirir los bienes y servicios que la ciudad requiere, tanto nacionales como importados''.

Las propuestas

Luego de analizar la situación y de hacer los ajustes necesarios, según los recursos disponibles y en atención de las demandas sociales, el gobierno del Distrito Federal propone para 1999 medidas que permitan amortiguar los efectos que se reflejan en los ingresos, el poder adquisitivo y los niveles de vida.

Mantendrá el costo del boleto del Metro, trolebuses y tren ligero en 1.50 pesos, aunque el costo real por viaje se estima en este momento en dos pesos con 63 centavos, y se incrementará en 1999 hasta tres pesos con 10 centavos, es decir, más del doble de lo que costará cada boleto.

Los recursos para costear la diferencia, expuso el jefe de gobierno, provendrán del gobierno de la ciudad ``y de un esfuerzo mayor de productividad y eficiencia''.

Indica que como resultado del aumento de los precios de la gasolina y otros insumos , los concesionarios del transporte urbano han solicitado subir sus tarifas, las cuales se han mantenido sin modificación en los últimos dos años, por lo que hoy martes el gobierno anunciará la decisión de actualizar esa tarifa, que permitirá mantener el servicio.

Para el año próximo, las propuestas financieras que entregó ayer el gobierno para su estudio y aprobación a la Asamblea Legislativa, expresan las prioridades de la autoridad. Así, el gobierno ejercería 52 mil 354 millones de pesos de la manera siguiente: 23.9 por ciento a seguridad pública; 31.3 a obras e infraestructura; 34.5 por ciento a servicios a la población, salud, educación, vivienda, promoción del desarrollo económico y organización electoral; y 10.3 por ciento al pago de la deuda.

Los recursos serán manejados en forma transparente y se reducirá al máximo el gasto corriente, además de que tendrá prioridad la atención de las demandas ciudadanas. ``En 1998 se ha hecho un manejo escrupuloso y prudente de los recursos públicos. Para 1999 se mantendrá el equilibrio entre el ingreso y el gasto'', ofreció Cárdenas.

La participación de los habitantes de la ciudad de México ``es condición esencial para el éxito del ejercicio de este presupuesto para la ciudad'', indicó en el mensaje. Una cuidadosa selección de las demandas por parte de los diferentes sectores, la vigilancia sobre el uso austero de los recursos públicos; la eficacia en el pago de las obligaciones fiscales; y un estricto control ciudadano sobre cualquier evidencia de corrupción contribuirán de manera decisiva para defender la calidad de vida de la ciudad y ampliar la democracia. ``Estoy cierto que juntos, ciudadanos y gobierno, podremos lograrlo'', dijo al final de su mensaje.