La Jornada 1 de diciembre de 1998

Organizaciones independientes llaman a la resistencia civil

Leonardo Rodríguez Alcaine, secretario general de la CTM

Ocoyoacan, Méx. Ť El sector obrero nunca ha estado jodido. No es cierto que 1.2 millones de trabajadores ganen el salario mínimo, pues los patrones son quienes registran a sus trabajadores en el IMSS con esa paga para disminuir sus aportaciones al instituto. El minisalario es sólo un indicador y en muchas empresas los obreros son bien remunerados. ``Soy un cabrón para contestar, (pero) reafirmo: México no es un país de obreros jodidos''.

Antonio Reyes, vicepresidente del Congreso del Trabajo

Exigiremos a las autoridades que las reuniones mensuales entre los sectores productivos (antes pactos) no sean pasivas, sino un espacio interactivo para establecer mecanismos de sanción y control contra los comerciantes para frenar el incremento a los precios de los productos básicos. No consideramos oportuna la realización de movilizaciones porque tendrían una reacción contraria para la economía del país y sembraríamos un mal mensaje para los inversionistas.

Agustín Rodríguez, vicepresidente de la Unión Nacional de Trabajadores

El 14 por ciento no permite resarcir el poder adquisitivo de los trabajadores; ese porcentaje se pulveriza tan sólo con el aumento a la gasolina. Se requiere de un acuerdo nacional para organizar un programa de recuperación salarial. Sin embargo, sigue en pie la jornada de lucha para manifestar nuestro repudio a la política económica. Es imposible que los trabajadores soporten salarios tan deprimidos.

Ramón Pacheco, secretario del Exterior del SME y promotor del Frente Sindical Mexicano

Con el 14 por ciento de aumento al salario mínimo le decimos al gobierno que se ahorren la compra de moñitos blancos en contra de la violencia. Con sus medidas económicas están llevando a la población a la convulsión social y a los trabajadores en particular a una situación de límite, donde los sindicatos seremos rebasados para contener el descontento por la política económica y salarial.

José Luis Cañas, líder del sindicato de trabajadores de la Conasupo

Con el anuncio de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos se demuestra que nuevamente los trabajadores cargamos con el peso de los problemas económicos del país; otra vez seremos los más perjudicados. El gobierno está dando todo para los que tienen el dinero, para los que mandan en este país; los autoridades se desviven más por bajar los supuestos índices de inflación que por proteger a los que menos tenemos.

Diputado Rosalío Hernández, secretario de la Comisión de Trabajo

Una vez más la crisis económica se ataja sobre la espalda de los trabajadores, quienes están en el límite, ya no pueden soportar más. El aumento de 14 por ciento a los salarios mínimos es una violación -desde el Ejecutivo federal- a la Constitución y un acto injusto, ilegal e inmoral. Los únicos que se benefician de este ``laberinto negro'' de la política salarial son los grandes empresarios y los especuladores. Las organizaciones sindicales pueden llevar a la SCJN una demanda en contra de los funcionarios de la CNSM por pisotear la Constitución. Se sigue buscando que el modelo económico neoliberal funcione a costillas de los más ``jodidos de este país. Ya basta''.

Fernando García, de la Coordinadora Intersindical Primero de Mayo y dirigente del MPI

Es una burla porque se incrementa combustible, luz, teléfono y alimentos en más de 30 por ciento. Nuevamente se demuestra que el sindicalismo oficial y corporativo sigue estando al servicio de los intereses del gobierno y del capital. Delinea- remos una estrategia de movilización ante este ``aumento miserable''. Vamos a participar en la marcha del día 8 de diciembre en contra del paquete económico. Lo único que nos resta es promover la unidad en contra de la fuerza del Estado.

Luis Lozano, coordinador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía

En términos reales el incremento es ``insignificante'', pues existe un déficit de cuatro puntos tan sólo en este año. Es clarísima la política salarial de gobierno y empresarios: golpear el nivel de vida de los trabajadores y sus familias, arrojarlas a mayor pobreza y miseria, especialmente para 17 por ciento del total de la población económicamente activa que percibe un minisalario y para 9 por ciento más que trabaja sin remuneración. De manera inmediata no hay perspectiva de reactivar la recuperación del poder adquisitivo.

Jesús Campos Linas, abogado laboral

Es una burla sangrienta. La indignación entre los trabajadores será enorme. Esperamos que, por encima de siglas, esta nueva embestida unifique al movimiento obrero.

Eduardo Bours, presidente del CCE

Lo importante por ahora es procurar elevar la productividad en las empresas, así como la generación de empleos para que el poder adquisitivo se recupere. Los aumentos por decreto quedaron en el pasado. Haber otorgado una mejora salarial superior a 14 por ciento hubiera disparado la inflación, la cual es el impuesto más caro que pagan los trabajadores.

José Antonio Fernández González, presidente de la Canaco

La mejora autorizada por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos fue adecuada, superior a la inflación esperada y, con ello, lograremos una recuperación en el ingreso de la gente y, aunque escasa, mejorara su poder adquisitivo. El efecto que tendrá el incremento salarial en diversas empresas será mínimo, no obstante que la mejora deberá otorgarse antes de pagar los aguinaldos correspondientes a 1998.

Jorge Marín Santillán, dirigente de la Concamin

La única forma de lograr mejores salarios para los trabajadores se dará en la medida en que se satisfaga la demanda de empleo. La ley de la oferta y la demanda debe regir las condiciones salariales en el país.

Vicente Yáñez Solloa, presidente de la Canacintra

Haber otorgado incrementos salariales que fueran más allá del índice de inflación programado para 1999, hubiera causado una espiral en la que el ingreso hubiera sido el factor más afectado. (Fabiola Martínez, Elizabeth Velasco y Antonio Vázquez S.)