La Jornada 3 de diciembre de 1998

Ningún peligro de parálisis en universidades, asegura Limón

Claudia Herrera Beltrán Ť La SEP requeriría 3 mil 524 millones de pesos adicionales para asignarle a las siete instituciones y dependencias educativas con mayores caídas en su presupuesto de inversiones de 1999, los mismos fondos que recibieron en 1998.

Un análisis entregado ayer a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados indica que las consecuencias de un presupuesto educativo austero para 99, se concentraron en siete instituciones de educación superior como UNAM, UAM e IPN, y en dependencias que en conjunto tienen una baja de 91 por ciento en su gasto de inversiones.

El proyecto de gasto para las casas de estudio más perjudicadas, y otras dependencias, pasó de 3 mil 905 millones de pesos en 1998 a 381.2 millones en 1999 (medido en términos reales), lo que implica que se necesitarían 3 mil 524 millones de pesos más para mantener su nivel de gasto.

Al respecto, el secretario de Educación, Miguel Limón Rojas, declaró que ``no existe posibilidad de que haya parálisis en las universidades porque no habrá razón para ello; tendrán los recursos suficientes para trabajar''. Asimismo, rechazó que la restricción presupuestal acentúe la fuga de cerebros.

Entrevistado al término de la inauguración de la V Asamblea Mundial de Personas con Discapacidad, Limón Rojas confió en que los legisladores aprueben mayores recursos para las instituciones de educación superior y se continúe con el trabajo académico.

Por otra parte, antes de entrevistarse con la Comisión de Educación, el subsecretario de Planeación y Coordinación de la SEP, Carlos Mancera Corcuera, advirtió que la preocupación más grande de las autoridades educativas está en el presupuesto de la UNAM, la UAM y el IPN, en el Programa de Distribución Gratuita de Libros de Secundaria y en continuar con la expansión de la educación media superior.

En cambio, los programas sin problemas en su asignación presupuestal y considerados prioritarios son los de mejoramiento de la calidad, tales como los de educación básica, reforma de las normales, la actualización de los maestros y la renovación gradual de planes y programas de estudio.

Además de las casas de estudios mencionadas, las instituciones más afectadas con presupuestos disminuidos son las universidades tecnológicas, el Conalep, el Instituto Latinoamericano de Educación a Distancia y el CAPFCE.