Pumas empató con Chivas 1-1; Atlas y Necaxa: 0-0
Miguel Angel Ramírez Ť Parecía que no cabía ni un alfiler anoche en el estadio, pero la tragedia penetró (afuera se hizo presente antes del juego cuando una mujer murió atropellada) hasta la cancha del Olímpico Universitario y rondó la banca de Chivas, donde cayó noqueado el técnico Ricardo Tuca Ferreti casi al final del primer tiempo. El que se le estrellara en la cabeza una botella no fue suficiente para que el árbitro Eduardo Brizio suspendiera el encuentro de semifinales, en el que Pumas y Guadalajara terminaron igualando a un gol en el compromiso de ida.
Lo mejor del trámite se vivió en los primeros 45 minutos. Chivas salió sin mostrar una obsesión clara por defenderse y a los 14 minutos inauguró el marcador, vía un cabezazo de Ricardo Peláez, quien conectó muy bien el centro que Jesús Arellano le envió desde el sector derecho.
``¡No se puede!'', empezaron a gritar los de la tribuna vestida de rojo y blanco, porque Pumas manifestó en el mismo marcador electrónico que sí se podía. Y lo tenían muy presente, porque reaccionaron inmediatamente. A los 20 minutos emparejaron el tanteador. Richard Zambrano, quien finalmente sí pudo jugar, prolongó un balón con la cabeza que le envió Israel López desde la banda y el argentino Mario Alvarez fusiló al portero Martín Zúñiga con una chilena en el corazón del área.
Los de casa crecieron tanto, que no dejaron salir ya de su campo a los tapatíos. El agobio, sin embargo, no pudo reflejarse en el marcador, pese a que Zambrano puso a temblar a los visitantes con un remate que salió desviado y un tiro lejano que se fue por un costado.
Cuando faltaban tres minutos para decretarse el descanso, Tuca se derrumbó a un lado de la cancha. Salió en camilla hacia el vestidor y pronto los dirigentes de Chivas, encabezados por Luis Miguel Tinoco, fueron a la cancha para pedir la suspensión del encuentro. Pero, según confesó Raymundo Palacios, el comisionado del juego, y con algunos proyectiles en mano que se lanzaron desde la tribuna, se garantizó a los tapatíos que al primer proyectil que volvieran a lanzar los de la tribuna azul se suspendería el juego. Sin embargo, trasladaron la banca rojiblanca al otro extremo de la cancha y ya no hubo nada que lamentar. El sonido local identificó al supuesto agresor, Roberto Cruz Gómez, de 23 años, de quien de inmediato se dijo que no era estudiante.
``Se ve, se siente, Tuca está presente'', saludaron los aficionados a Ferreti cuando regresó a la banca para dirigir en el segundo tiempo a su equipo, que casi ya no se acercó a la meta de Sergio Bernal. Sólo un tiro de Paulo César Chávez fue lo mejor de los rojiblancos en ese periodo.
Pumas, por su parte, siguió presionando, pero no pudo hilvanar jugadas de peligro. La mejor fue cuando Zambrano le puso un gran servicio a Antonio Sancho ( 64), pero éste remató infame frente Zúñiga.
Peláez dijo que los desconcentró lo sucedido al Tuca, mientras que Alvarez señaló que la ventaja ahora es para Chivas en el juego de vuelta y se quejó de que los árbitros los consideran como el patito feo, porque, según él, no marcaron un penal.
El Tuca Ferreti, a su vez, dijo que afortunadamente la botella se estrelló en la parte más dura de su cabeza y sólo requerirá de una o dos puntadas. Lamentó que este tipo de actos vandálicos sucediera en México, porque afecta la imagen del futbol nacional, en donde dice que todavía se ven familias y parejas en las tribunas. Interrogado sobre si iban a protestar, indicó que eso se incluirá en el reporte y que no solamente fue eso, sino también que les estuvieron aventando piedras y un palomazo que por poco daña a su auxiliar Hugo Hernández. Sobre el partido, comentó que aún no hay nada decidido, porque Pumas es un equipo de mucha capacidad.
Por su parte, Roberto Saporiti indicó que no por dos inadaptados se puede criticar a 50 mil aficionados.
Guadalajara, Jal., 3 de diciembre Ť El público que casi llenó el estadio Jalisco se cansó de gritar el ya clásico ``¡Sí se puede!'', mientras en la cancha los rojinegros del Atlas también se cansaron, pero de fallar oportunidades ante la portería rival, y apenas empataron sin goles con Necaxa, que por su parte dio un paso importante rumbo a la final.
Con la igualada, Atlas deberá repetir la hazaña de la semana anterior, cuando fue a vencer a domicilio al ex campeón Toluca, aunque en esta ocasión sólo deberá ganar por una anotación y no por dos, como lo tuvo que hacer ante Diablos Rojos. Además, esta vez no tendrá la presión de jugar en una cancha complicada como La Bombonera, ya que los rojiblancos no tienen una afición que presione como la mexiquense y el duelo definitivo ni siquiera se realizará en el Azteca, por aquello del Teletón, sino en el estadio Azul, a las 17:00 horas.
Esta noche, los juveniles del Atlas demostraron que tienen calidad, pero que les falta experiencia y serenidad para anotar. Durante la primera parte borraron materialmente a su rival y crearon múltiples oportunidades de marcar, pero las fallas de sus delanteros, sobre todo del argentino Federico Lagorio, combinados con los aciertos del portero Adolfo Ríos, mantuvieron el marcador en blanco.
Para la segunda parte, Necaxa niveló las acciones con base a su mayor fogueo y a las fallas atlistas se unió un grave error de Carlos Hermosillo, quien pudo haber liquidado a los tapatíos.
Aunque el técnico Raúl Arias había dicho que el ecuatoriano Alex Aguinaga y el uruguayo Sergio Vázquez no podrían jugar, ambos estuvieron los 90 minutos, pero no en su mejor nivel. En el otro lado, Ricardo LaVolpe dejó en la banca a sus experimentados compatriotas Jorge Almirón y Hugo Castillo, quienes entraron ya en la parte final.
Durante el primer tiempo, Atlas dominó totalmente, pero no concretó, en llegadas sobre todo por conducto de Lagorio, quien tuvo la más clara oportunidad a los 23 minutos, cuando quedó solo ante Ríos, pero disparó débil y el arquero contuvo.
Necaxa sólo tuvo una llegada en ese lapso (30 minutos), en un tiro de Vázquez que Erubey Cabuto paró sin problema.
Surgió entonces, en las tribunas casi llenas, el grito ¡Sí se puede!, pero ni el experimentado Lagorio ni los novatos atlistas, encabezados por César Andrade, tuvieron serenidad para definir.
Pero si Necaxa fue afortunado al no recibir anotación, tuvo que realizar dos cambios por lesión: Raúl Gordillo por Salvador Cabrera (15), con lo que el equipo jugó con sus cinco extranjeros, y Octavio Becerril por Chema Higareda (29).
En el complemento, Miguel Cepeda llegó solo a la meta rival (55), pero Ríos salió a tiempo y evitó el disparo. Hermosillo correspondió al error y falló ante el indefenso Cabuto (69), y disparó fuerte pero desviado de la portería.
Sobre el final, mientras los equipos se nulificaban con el juego brusco, Atlas tuvo dos llegadas, con tiros al poste y al larguero de Almirón. ``Nos faltó otra vez el último toque, pero al Distrito Federal iremos a matarnos, como lo hicimos a Toluca, pero con mucho cuidado'', resumió Rafael Márquez.