Nos pueden saquear el dinero pero no la esperanza: Rocha
Angel Vargas. Ť La cuenta regresiva comienza un par de minutos después de las 11 de la noche del viernes. Por segundo año consecutivo, los medios de comunicación, teñidos de violeta y amarillo, se reúnen para promover entre la sociedad mexicana la ayuda a los infantes con discapacidad. Resultado de una colecta entre sus compañeros de escuela, Luz -una niña que carece de sus extremidades inferiores y superiores- hace el primer donativo, 2 mil 728.50 pesos, a la cuenta Banamex 9999. Inmediatamente, la voz de la cantante Lucero señala: ``La luz ya brilla en nuestros corazones. El Teletón 1998 ha comenzado''.
A partir de ese momento, 25 horas tendrán que transcurrir para saber si será o no lograda la meta: un peso más de los 138 millones 496 mil 840 recaudados en 1997, cantidad que fue utilizada para la construcción de dos centros de rehabilitación infantil (uno en el estado de México y otro en Jalisco) y la constitución del Fondo Teletón, el cual apoya a instituciones de todo el país que atienden a menores con discapacidad.
Son las seis y media de la mañana del sábado y la situación es adversa. El monto de lo obtenido hasta el momento, 3 millones 930 mil 765 pesos, resulta casi 50 por ciento menor que el año anterior a la misma hora. Durante los 420 minutos que han transcurrido desde el inicio de la segunda versión de este proyecto de ``unidad nacional'', parte de los conductores y artistas participantes ha invitado a los televidentes a que hagan su aportación en la mencionada cuenta bancaria, ya sea vía telefónica o directamente en las instalaciones de Televisa San Angel.
De hecho, media hora después de iniciado el Teletón, el presidente Ernesto Zedillo y su esposa, Nilda Patricia Velasco, en un enlance directo entre el Foro 2 de Televisa San Angel y la residencia oficial de Los Pinos, alentaron a la población a unirse a esta iniciativa, que ahora logró reunir a 230 medios de comunicación, 160 más que en 1997.
``El Teletón es un llamado a la conciencia de todos los mexicanos. Al gobierno de la República le interesa mucho apoyar a las personas que tienen alguna discapacidad; pero reconocemos que no es suficiente el esfuerzo de las familias que tienen alguna persona con discapacidad, ni es suficiente el esfuerzo del gobierno. Es necesario el esfuerzo de todos los mexicanos'', dijo el mandatario, y luego entregó un cheque al coordinador de comunicación del citado proyecto, Jorge Font, quien le agradeció el gesto a nombre de ``los 2.7 millones de niños'' con alguna discapacidad que hay en el país.
Ya en las instalaciones de la televisora, Font informó que no podía revelar la cantidad del cheque; ``pero sí puedo decir que es de la cuenta personal del Presidente''.
Mientras que los desvelados telespectadores ven el paso sucesivo de Tatiana, Héctor Lechuga, Miriam Alvarez, Enrique Iglesias, Ragazzi, Jorge Ortiz de Pinedo, Daniela Romo y Marco Antonio Muñiz, entre otros, algunos de esos 60 personajes públicos acuden al foro asignado a los medios de información para compartir sus impresiones sobre el acto. Gran parte de ellos, en realidad, aprovecha el espacio sólo para promocionarse, de similar manera que los organizadores venden su ``juntos hacemos el milagro'', presentando ante la pantalla a los ``niños Teletón''.
A pesar del frío de la noche, Luz es llevada de un foro a otro vestida con una delgada camiseta, que deja al descubierto parte de su piel y su carencia de brazos.
Ni modo, siempre hay piedritas en el arroz. Esperemos que el próximo año se presenten menos estas situaciones. Mejor regresemos al foro, donde un grupo de periodistas interroga a Ricardo Rocha:
-¿Será oportuno pedir a la población que contribuya con obras de beneficio social, cuando se ve agobiada por alzas de precios e impuestos?
-No imagino un teletón en Suecia, Finlandia o Alemania, países con alto grado de desarrollo. En ellos no hay necesidad de hacer este tipo de eventos. En México, especialmente en esta situación difícil, yo creo que no sólo es conveniente, sino necesario y, además, es un aprendizaje y una oportunidad de darnos a nosotros mismos, porque el que da está recibiendo.
-¿Podrá la sociedad tener fe y credibilidad en esta iniciativa, dada la desconfianza que tiene hacia sus instituciones?
-Lo más grave que nos puede pasar en la sociedad mexicana es que sospechemos hasta de la sospecha. No podemos permitirnos ese lujo; no podemos permitir que nos hagan más daño que el que pretendieron hacernos quienes han saqueado el país. Nos pueden saquear el dinero, pero no la conciencia ni la fe ni la esperanza.
Antes, al mismo tiempo que en la televisión, como parte del testimonio Teletón, Raúl hablaba de su experiencia -``un discapacitado es como un espejo: nadie quiere verse reflejado en él''-, Jacobo Zabludovsky ya había opinado sobre la necesidad de que la ciudadanía participe en obras de carácter social, aun en esta época de crisis: ``Cuando hay momentos difíciles en una sociedad, es cuando más necesidad tienen los discapacitados de recibir ayuda. Debemos aprovechar la oportunidad que nos da el Teletón para obtener una satisfacción íntima, que es la de ayudar a los demás, a quienes lo necesitan''.
El reloj se come los minutos, y poco a poco la cantidad de dinero comienza a nivelarse con respecto al año pasado, pero la diferencia aún pesa. La última palabra la tuvieron la tarde y la noche del sábado en el Estadio Azteca, donde se puso fin al Teletón, que tiene en el violeta y en el amarillo sus colores emblemáticos.