EU, ``evasivo'' en torno a Pinochet, evalúa el NYT
Ap, Dpa y Afp, Santiago, 5 de diciembre Ť La derecha más recalcitrante de Chile estaría haciendo todo tipo de esfuerzos por lograr la liberación de Augusto Pinochet, a tal grado que incluso pretendería presentarlo como ``candidato presidencial de unidad'', dio a conocer el diario La Nación.
La publicación refiere que en esa misión se encuentra en Londres el diputado Pablo Longueira, presidente de la Unión Demócrata Independiente, que aglutina a la derecha pinochetista, de quien la víspera también se dijo que buscaba que un juez español interrogara al ex dictador en Inglaterra para evitar su extradición a España.
El supuesto intento de evitar que continúe el proceso legal fue rechazado de inmediato por fuentes oficiales británicas desde la víspera, y hoy el diario gubernamental chileno refiere que Longueira busca ``convencer'' a Pinochet para que se postule como ``candidato'' para ``complicar'' la decisión del ministro británico Jack Straw.
Independientemente de que tuviera algún viso de seriedad tal pretensión, es evidente que esto choca con la posición de los partidos de la coalición gobernante y de los propios funcionarios del gobierno chileno, que en su oportunidad ha propuesto como mejor salida que justamente Pinochet se retire de la política, según se dijo.
No obstante, otras versiones señalan que Longueira se halla en Londres más bien para entregar una cuantiosa ayuda para solventar los gastos jurídicos, médicos y de hospedaje del ex dictador, que tras su arresto en Gran Bretaña --el 16 de octubre-- se estima que se elevan hasta la fecha a unos 4 millones de dólares.
Lo cierto es que a los temores del gobierno del presidente Eduardo Frei de que la estancia del ex militar se prolongue en el viejo continente al margen del resultado del fallo, este día en Río de Janeiro el magistrado chileno Juan Tapia admitió que hay pocas posibilidades de que Pinochet sea devuelto al país.
Tapia, quien tiene a su cargo al menos 14 querellas criminales contra el ex gobernante de facto, comentó que la causa de esta repatriación ``es antipática y está politizada'' y estimó que los ex dictadores no deberían viajar al exterior.
Recordó que en el pasado Alemania pidió a Chile la extradición de ex oficiales nazis y nunca fue atendida.
El comandante en jefe del ejército chileno, general Ricardo Izurieta, convocó para el lunes a la cúpula castrense de 41 oficiales para darles a conocer un informe poco optimista sobre la situación de Pinochet, en lo que será la tercera vez que se congreguen los generales desde la captura de su caudillo hace 50 días.
Por lo demás, en Chile no han faltado estafas a raíz del caso Pinochet, como el de dos supuestos pinochetistas que fueron detenidos en Puerto Montt tras ser denunciados por un empresario porque sin acreditación recolectaban fondos para pagar los gastos del anciano ex militar en Londres.
Mientras, en Estados Unidos continúa la controversia sobre el affaire Pinochet, al señalar el diario The New York Times que el gobierno de Bill Clinton se ha mostrado ``poco confiable'' y ``evasivo'' en cuanto a revelar documentos de inteligencia que podrían inculpar en forma directa al ex dictador chileno.
El diario se declaró partidario de que Washington haga pública toda la información que posee como una forma de enmendar los errores del pasado, al recordar la complicidad del gobierno de Richard Nixon en el golpe militar de 1973 contra el gobierno constitucional del presidente Salvador Allende, al que previamente desestabilizó y bloqueó económicamente.
Por su parte, familiares de víctimas estadunidenses del régimen pinochetista están presionando al gobierno de Clinton para que proporcione los informes en torno a los crímenes que cometió, y se trata de familiares de estadunidenses asesinados en Chile y de una víctima de una explosión en Washington en que murió el ex canciller chileno Orlando Letelier.
El ganador del Premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, afirmó que ``Chile no va a juzgar nunca a Pinochet'', y estimó como ``saludable'' que Estados Unidos haya cambiado su actitud respecto de las dictaduras latinoamericanas de las décadas de 1970 y 1980, incluido el intervencionismo de la Agencia Central de Inteligencia y sus métodos de tortura.
A su vez, el escritor uruguayo Eduardo Galeano afirmó que Pinochet fue ``nada más que un funcionario'' al servicio de otras ``dictaduras más poderosas'', por lo que rechazó ``regalarle una grandeza que no se merece'', reportó Notimex.