ASTILLERO Ť Julio Hernández López
Hacer el milagro o hacer justicia? ¿Caridad o derecho?
El país entero vivió este fin de semana el embate propagandístico derivado de la realización del llamado Teletón. Parapetado tras el uso cursi y sentimentaloide de las necesidades de los discapacitados, avanzó a nivel nacional un discurso político peligroso, con el que una alianza de medios de comunicación y de promotores profesionales del altruismo pretenden colocar a la generosidad individual como sustituta o complemento de la responsabilidad gubernamental, y a las voluntades personales caritativas como generadoras de milagros (restringidos pero publicitables), en lugar de los programas oficiales de asistencia social.
¿Tender la mano para recibir la ayuda o cerrar el puño para exigir lo que corresponde?
La segunda versión del fenómeno Teletón se produjo, por lo demás, en un momento difícil para las gestas altruistas. Luego de décadas de operar en un contexto de extrema discreción que les permitió escapar del escrutinio público, las instituciones de asistencia privada y otros organismos filantrópicos han sido llevados a terrenos soleados. Los resultados de esas revisiones no han sido favorales para los nombres y apellidos que durante largo tiempo se asumieron como píos varones dedicados a regalar su tiempo y su esfuerzo a causas nobles sin mayor retribución que darle tranquilidad a la conciencia.
Tiempo propicio para la demolición de mitos y tabúes, también cayó el de los hombres riquísimos que se decía que no tenían necesidad de robar porque ya te- nían, de origen, suficiente dinero. La fiebre de la apropiación no se calma con el volumen de lo conseguido. El que tiene más, más quiere. Así, fue posible enterarse de negocios, maniobras y otras corruptelas de quienes eran tenidos por santos varones.
Sin embargo, y a pesar de esa derrota histórica, los santones de la asistencia privada convocaron a multitudes (en vivo, en el estadio Azteca, en transmisión a todo el país; enlazadas las principales empresas de radio y televisión, más el apoyo de un importante segmento de la prensa) para continuar con el posicionamiento de la caridad como sustituto de la justicia social.
El problema no son el sistema ni las injusticias estructurales -han dicho sin decirlo los contenidos propagandísticos de esta acometida-, sino la falta de voluntad solidaria de los individuos. Juntos podemos hacer el milagro de remontar los graves problemas nacionales. Simplemente basta con llamar a un teléfono, depositar en una cuenta bancaria, sonreír ante las cámaras, emitir un mensaje voluntaristaÉ
El sentido de la campaña en curso no es inocuo. Un país en crisis -en terrible crisis- preparándose para enfrentar un año muy difícil en términos económicos, con recesión, desempleo e inflación, necesita convencerse de que todo es posible, que los milagros dependen de las voluntades individuales.
No importa que el milagro colectivo se reduzca a la ayuda a unas cuantas de las muchas víctimas del injusto sistema económico y político. No importa que hacer el famoso milagro sea simplemente un pretexto más de mercadotecnia y de acomodos fiscales. No importa que el tal milagro desaparezca al otro día. No. Lo importante es creer que deveras podemos cambiar lo malo de la vida enchufándonos al hipnotismo televisivo.
¿Justicia, o caridad?
Otro larouchazo de JLP
José López Portillo de repente gana presencia en las planas periodísticas debido a ciertas expresiones o hechos más bien negativos. A veces, por litigar contra su propia familia exigiéndole la propiedad de alguna modestilla finca acapulqueña con vista al mar; otras por realizar críticas al presente como si él mismo no tuviese un pasado más que polémico.
En uno de esos lances declarativos, el ex presidente de la canina colina ha recibido respuesta inequívoca del actual mandatario de México, quien ha recordado los fallidos sueños de abundancia de don José para responder a las previas críticas de éste al manejo económico del zedillismo.
Entre las -bastantes- circunstancias peculiares que hoy rodean al ex mandatario está su conversión a la doctrina de Lyndon Larouche, de la que ya en esta columna se dieron pruebas en anteriores entregas. Se trata de un personaje derechista de oscura trayectoria que en más de una ocasión ha servido como instrumento de desestabilización y provocación políticas. Sus representantes en México carecen de seriedad política y con frecuencia son tenidos como agentes de compañías y centros de inteligencia.
Pero don José, a su edad avanzada, se ha convertido en asiduo promotor del larouchismo. Según un boletín de prensa de las oficinas de ese movimiento, López Portillo estuvo presente en una conferencia que en México ofreció la señora Helga-Zepp Larouche, esposa del líder preso en Estados Unidos. La conferencia se realizó en las oficinas de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE). Además del ex presidente estuvieron, según ese mismo boletín, Julio Zamora Bátiz y Guillermo Rosell de la Lama, presidentes de las academias de Economía y de Arquitectura y Desarrollo Regional del mencionado organismo, respectivamente.
En dicha reunión, López Portillo escuchó el alegato de doña Helga acerca de la propuesta de su esposo Lyndon respecto a la creación del Puente Terrestre Euroasiático que, según la tesis del caso, sería la única forma de salvarnos cal caos económico que se avecina. Emocionado, don José, quien había sido invitado como comentarista de la ponencia, dijo: ``Ahora es necesario que la sabia palabra de Lyndon Larouche se escuche en el mundo''.
Astillas: Según la información del corresponsal en Cancún, David Sosa, el CEN del PRD habría negado la acreditación a Gastón Alegre como candidato a gobernador de ese partido en Quintana Roo. En una columna anterior se dieron amplios datos de la aberrante postulación que pretendía hacer el sol azteca en aquellas tierras. Socio de Miguel de la Madrid y de Arturo Durazo Moreno, acusado de infinidad de cosas, sospechoso siempre de enriquecerse al amparo del poder, el señor Alegre fue dejado fuera de la candidatura mencionada. Buena, necesaria, esa decisión, pero nadie en el PRD puede cerrar los ojos ante la realidad parecida -peor, en realidad- de Antonio Chavarría, quien supo combinar con maestría en Nayarit su circunstancia de 15 años de poder (12 continuos como secretario de Finanzas, durante los gobiernos de Rogelio Flores Curiel y Emilio M. González, y tres como secretario de gobierno con el poeta Rigoberto Ochoa Zaragoza) para convertirse en lo que hoy es: el hombre más rico de la entidad, a quien el Partido del Trabajo ya nombró candidato a gobernador, decisión en la que el PRD estaría en la misma líneaÉ En medio de los escándalos nacionales relacionados con la asistencia privada y la Cruz Roja Mexicana, destaca que el empresario mexicano Frank Devlyn haya sido electo presidente mundial de los 29 mil clubes de servicio que en 159 países forman la Rotary International. Devlyn es presidente de la cadena de ópticas que llevan su apellido y que es considerada la más importante de Latinoamérica en su ramo. Devlyn es conocido en el Distrito Federal porque promueve el programa Vecino Vigilante, que organiza a los ciudadanos para que se cuiden mutuamente de la delincuencia. Participa también en las juntas directivas de Banamex, Inverlat y la Cruz Roja Mexicana.
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