Fernando Alvarez, de los Chicago Boys
Las ciencias no son culpables de las políticas económicas erróneas
Juan Carlos Miranda Arroyo
Especial para Lunes en la Ciencia, Chicago, Illinois Ť Al igual que en la física, en las ciencias económicas también se observa que los hallazgos y las explicaciones teóricas se adelantan demasiado a las aplicaciones prácticas. Las ciencias, por lo tanto, no son responsables de las equivocaciones en la aplicación de políticas económicas. Ese es asunto de los ministros o secretarios de Estado, aseguró el profesor Fernando Alvarez, investigador del Departamento de Economía de la Universidad de Chicago.
Adscrito al Centro de Investigaciones Sociales, el especialista informó que el Departamento de Economía ha obtenido cuatro o cinco premios Nobel durante los últimos 25 años, y que figuras académicas tan importantes como Milton Friedman, Theodore Schultz o Gary Becker, entre otros, forman parte de ese prestigiado departamento de investigación.
Y, ciertamente, por esa razón la prensa especializada en asuntos económicos los ha llamado Chicago Boys, tal vez debido a los servicios de asesoría que han prestado a algunos gobiernos de países como Chile, Argentina y México. Aunque quizá ese mismo sobrenombre ha servido para ridiculizar a ese grupo de investigadores, como si se tratara de una banda organizada por Al Capone, el delincuente más famoso del mundo que asentó su poderío en Chicago a principios de siglo.
``El científico -afirmó Fernando Alvarez- tiene tiempo para pensar, para analizar los hechos con base en su experiencia; la tranquilidad para mirar datos, explorar modelos, desarrollar explicaciones teóricas, mientras que los políticos deben tomar decisiones de un momento para otro''.
Al respecto son ilustrativas las tasas de inflación (que por cierto en América Latina fueron muy altas durante la década de los 80); en realidad ese tipo de fenómenos los investigadores ya los entendían muy bien desde principios de siglo.
En entrevista con La Jornada, el académico originario de Argentina señaló que la presencia de los economistas latinoamericanos en los think tanks o grupos de poder académico con influencia trasnacional en la confección de las teorías y modelos económicos, no es sobresaliente. ``En ese campo -señaló Alvarez- puedes ver a gente de Suecia, Israel, Australia, Gran Bretaña o Estados Unidos en los primeros sitios de la frontera mundial del conocimiento''.
Indicó que el ``hecho de que los investigadores latinoamericanos no se encuentren entre los grupos que ocupan el liderazgo en ciencias económicas, no quiere decir que el estado de la disciplina esté mal en esos países, ya que eso es totalmente relativo''.
Acerca de las alternativas a los modelos económicos probados durante los últimos años en América Latina y el Caribe, manifestó que es poco probable observar cambios radicales. ``Si acaso veremos algunas medidas -como la unificación de monedas- que no representan necesariamente un cambio en las estructuras económicas''.
Sobre la posición que guarda esa institución de investigación en el entorno internacional, aseveró que la Universidad de Chicago no ha perdido el liderazgo en la frontera del conocimiento económico. ``Probablemente -añadió Alvarez- se encuentra entre las dos o tres más importantes del mundo en ese campo. Eso se debe a que hay una larga tradición y un nivel de producción intelectual sobresaliente en todas las líneas de trabajo''.