La Jornada 10 de diciembre de 1998

Los gobernantes deben tener vidas pavorosas; no saben amar: Jesusa

Mónica Mateos Ť Esta noche hay fiesta en el territorio clandestino, libre e independiente de Coyoacán mejor conocido entre los adictos al desvelo como El Hábito. Varios son los motivos de la celebración. Jesusa Rodríguez, la dueña del changarro, los enumera: diez años de hacer pastorelas, ocho años de hacer cabaret en espacio propio, homenaje a Luis de la Barreda, 50 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, creación del Instituto de Investigación del Inconsciente Priísta (IIIP!) y, como broche de oro, la caída de Pinochet.

Será una fiesta memorable, donde el humor abrazará hasta la asfixia al acontecer nacional, como ha sucedido en todos los momentos que se han vivido en el número 13 de la calle de Madrid, ese ``espacio contestatario absolutamente de vanguardia'' creado por Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe en 1990. Ellas son ``dos mujeres que representan la mejor posibilidad creativa de este país'', señaló Elena Poniatowska.

La escritora, alguna vez coronada en El Hábito como princesa de las letras que es, agregó que en México ``nos lamentamos de que ya no exista una Frida Kahlo, una Lupe Marín o una Lola Alvarez Bravo, pero en la actualidad tenemos a Liliana, y a Jesusa, un ser atrevido y en el fondo fantástico, muy superior a algunas escritoras e incluso a las pintoras. Por eso El Hábito es un lugar absolutamente único e irremplazable donde se presentan espectáculos que son nuestra conciencia crítica''.

El retroceso de México

La pachanga no nubla el espíritu combativo de Jesusa, quien a la par de invitar a todos los que se quieran afiliar al IIIP! (hoy único día), dice: ``en este octavo aniversario lo que se ve claro es que el país va para atrás. México está retrocediendo en muchos niveles, en el económico, en el político, en facilidades de entretenimiento de la población. Pero a nivel mundial parece que la humanidad está decidida a mejorar. Con la caída de Pinochet parece que se abre una luz de justicia. En ocho años ha habido de todo, desde la máxima depresión con el error de diciembre de Zedillo, hasta la gran alegría de ver a Cárdenas como jefe de gobierno del Distrito Federal. Por supuesto, no perdemos la esperanza y esperamos festejar en el año 2000 la caída del PRI''.

Para aquellos que aún viven acosados por ese ``pequeño priísta que todos llevamos dentro'', que les impide tener vocación por la verdad, Jesusa les confiesa que El Hábito ``es una escuela y un laboratorio clandestinos donde el público no se debe dar cuenta de que estamos reconstruyendo un género que se cree enterrado. Desde el gobierno se Uruchurtu se piensa que el género de farsa política se perdió por tanto golpe que se dio a los cómicos, pero aquí estamos reinventándolo, redescubriéndolo. Aunque, eso sí, creo que nos faltan 15 o 20 años para decir que lo hacemos perfecto.

``El Hábito es mi fuente de libertad e investigación, y no hay nada que se pueda comparar a trabajar con libertad, a pesar de que en este país el costo de la libertad es altísimo, pues es más fácil depender de la burocracia y hacerse de la vista gorda para obtener una beca. Tengo 18 años haciendo cabaret y pienso que es un trabajo teatral que da origen a otras manifestaciones artísticas, donde la libertad de expresión es el fundamento de la felicidad.''

Ejercer la crítica

Tito Vasconcelos, uno de los actores que han compartido escenario con Jesusa en El Hábito, opina que dicho lugar es ``una válvula de escape ante los embates de la crisis en que nos encontramos desde hace varios sexenios, es una opción diferente. Que se ejerza la crítica en él lo distancia de otros que ofrecen sólo espectáculos de evasión''.

Entre los momentos difíciles que se han vivido en Madrid 13, en la colonia Del Carmen, Coyoacán, Jesusa señala ``la propia estupidez de uno mismo, es lo más difícil y lo más doloroso: la propia ignorancia. Por eso tratamos, con cada espectáculo, de ser menos tontos''.

Y recuerda como episodios para hacer sonreír al corazón aquel día cuando, al presentar una obra dedicada a Rigoberta Menchú, la Nobel de la Paz asistió al espectáculo y se emborracharon juntas. Otro momento importante fue ``cuando le hicimos a Cuauhtémoc Cárdenas una fiesta el día que tomó posesión como jefe de gobierno del DF. Hubo una lección de democracia porque todos cuestionaron, abiertamente, la inclusión del hijo de Cuauhtémoc en el gabinete. Lo discutimos en el foro y a mí me tocó leer la carta de renuncia de Cárdenas Batel, fue una sorpresa especial el poder vivir ese momento político-histórico sobre el escenario.

``No es que tengamos la verdad en El Hábito. Simplemente nuestro trabajo parte de la idea de que lo más importante es el afecto. Si se miente en el afecto es como hacer trampa en el pókar, ya no hay diversión y se vuelve negocio. El afecto es lo básico y a partir de ahí no tenemos ninguna verdad más que querernos de verdad. En este sentido, es evidente que los gobernantes no saben amar y deben tener vidas pavorosas porque lo que dicen no lo expresa una persona bien amada. Una persona que sabe amar va a gobernar bien. Entonces, lo único que hacemos en El Hábito es tratar de no hacernos pendejas y ver las cosas directamente, con verdad''.

A Luis de la Barreda, ``omnibus'' de México, como lo llama Jesusa, le será entregada hoy la medalla Olimpe des Gouges, premio nombrado así en honor a quien en la Revolución Francesa luchó por los derechos de las mujeres. También esta noche será el único día para obtener la charola del IIP! y decir ¡hip hip hurra! por el buen hábito de ocho años de El Hábito, entre otras copas.