La Jornada 9 de diciembre de 1998

Zedillo: la aprobación del presupuesto, gran desafío

Rosa Elvira Vargas Ť La aprobación del presupuesto para 1999 y encarar la realidad, así como tomar las decisiones que convienen a la economía nacional, constituyen hoy ``la gran prueba de la democracia mexicana'', aseguró el presidente Ernesto Zedillo. Consideró que si bien resulta muy difícil decidir acerca de esfuerzos y aun de sacrificios, es ahí donde se prueba que el sistema de equilibrio de poderes es el más sabio y el que da mejores soluciones y respuestas a los problemas de la nación.

Como lo ha expresado en los días recientes, el mandatario dijo tener la ``convicción democrática'' de que a pesar de la retórica, de los enfrentamientos verbales y de los debates encendidos, existe la capacidad para alcanzar acuerdos, y que los poderes Ejecutivo y Legislativo ``podremos entregar un programa, una estrategia que cumpla los objetivos que consideramos los correctos, los mejores para nuestra economía en el próximo año''.

No obstante esa confianza, el Presidente señaló sin embargo que ante los cambios y transformaciones que vive el país, es natural que se presenten las efervescencias, los protagonismos y la prevalencia de intereses que no necesariamente son los más importantes. Pero, expuso, es algo ``que pasa rápido, que se tiene que vivir; es una etapa que no se puede brincar, que no se puede evadir, pero que sabemos que gracias al escrutinio, sanción y demanda del pueblo, tiene que cubrirse pronto''.

Con el argumento reiterado de que los próximos doce meses serán de enormes restricciones y que ello debe tomarse en cuenta en el programa presupuestal, el mandatario apeló esta vez a los diversos actores políticos porque, les dijo, el poder trae ciertas sensaciones que a algunos estimula mucho, pero también esa autoridad entraña responsabilidad.

La discusión de hoy, expuso, es cómo se distribuyen el esfuerzo y las decisiones políticamente complejas, e incluso, cómo se asignan las cargas y el sacrificio ``que indudablemente tendrá que hacerse para confrontar y superar una situación difícil. Y esto constituye una verdadera prueba de la democracia''.

Esta, subrayó, debe aplicarse ahora que México vive una situación ``radicalmente distinta'' a aquella de relativa comodidad que se tenía hace un año, cuando se discutía el programa económico para 1998. Entonces, ``de alguna manera estábamos discutiendo cómo distribuir el excedente que anticipábamos para este año, cómo se distribuía el pastel que sabíamos que habría de crecer''.

El choque externo adverso que enfrenta México es de enorme magnitud, planteó el mandatario. Enseguida, respondió categóricamente no, a las preguntas que él mismo se había formulado en el sentido de si tales circunstancias deben afectar el ánimo, hacer bajar los brazos o ``inducirnos a la resignación''. Por el contrario, destacó, el pueblo mexicano ha sabido siempre, en momentos similares, ``sacar la casta, fortalecer el espíritu, recuperar las fuerzas''.

Zedillo, que formuló estas reflexiones luego de inaugurar el nuevo Centro Libanés Alfredo Atala, sobre cuya conclusión había urgido a sus integrantes, comentó al constatar el cumplimiento de los tiempos marcados, que con ese hecho se probó, ``una vez más, que la autoridad presidencial afortunadamente funciona muy bien en nuestro país''.

Como lo hiciera el martes, recurrió de nuevo a una larga explicación para manifestar su desacuerdo con aquellos que favorecen la idea de aumentar el déficit público como una salida ante la escasez de recursos provenientes del petróleo y del crédito externo. Esa idea plantea no hacer nada ``que nos cueste trabajo'' para enfrentar esa situación adversa y dejar de ese modo que las cosas pasen y que el desequilibrio entre ingresos y egresos se haga más grande. Se trata, convino, de una sugerencia interesante, pero lo es más aún analizarla, porque la única manera de cubrir la brecha entre ingreso y gasto es endeudándose. Afirmó que quienes plantean ignorar la caída de los precios y aceptar ``simplemente como un resultado de la vida que vamos a tener un mayor déficit, pues no están pensando las cosas con la debida seriedad''.