La Jornada miércoles 16 de diciembre de 1998

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Poco bien le hace al equipo Necaxa la mezcolanza del deporte con la política que ha realizado el presidente Zedillo al recibir en Los Pinos a los campeones del torneo de futbol.

Pero no sólo el espíritu deportivo es mal servido, sino también el concepto de la política que, irónicamente, se pretendió honrar.

Según la interpretación presidencial, el delantero de los Rayos, Carlos Hermosillo, es un ejemplo a seguir no sólo en el balompié, sino también en la política.

La referencia del doctor Zedillo se dio a propósito del segundo gol de la final Necaxa-Guadalajara, cuando el goleador necaxista burló a tres defensas, amagando con tirar a gol, para finalmente entregar el balón a otro compañero (Sergio Vázquez) que así, desmarcado, con toda la defensa desbalanceada y el portero vencido, anotó el tanto que fue el epitafio de las Chivas.

``Lo que hizo ahí mi amigo Carlos Hermosillo -dijo el presidente Zedillo- fue una muestra de magnífico futbol, pero también me di cuenta de que dio una lección de lo que debe ser la buena política en nuestro país y en cualquier otro. Carlos actuó inteligentemente, serenamente, pero además actuó para la causa común, no para la causa personal''.

Las palabras del Presidente de la República fueron una traslación al terreno deportivo del pensamiento que a lo largo de las semanas recientes ha repetido en diversas ciudades, exhortando a los opositores a su programa económico para que dejen de lado intereses partidistas o personales y se unan a una causa etérea, gozosa y paradisiaca, llamada México.

Si las imágenes futbolísticas del presidente Zedillo se transfiriesen a la realidad política nacional, los diferentes líderes partidistas, por ejemplo, deberían hacer a un lado lucimientos personales, quiebres y gambetas para, a pesar de tener opción legítima de anotarse triunfos, dejar la oportunidad en manos de quien tuviese una mejor colocación.

Este columnista hace ficción a propósito de la filosofía deportiva del Presidente, imaginando una aplicación práctica: si el PAN y el PRI ya tenían abierta la portería para meter el gol llamado Fobaproa, ¿por qué el driblador tabasqueño Andrés Manuel, o el silencioso delantero michoacano Cuauhtémoc, no reconocen tal viabilidad y, aunque hiciesen previos burles y jugadas de fantasía, no entregan al final el balón a quien ciertamente anotaría con gran facilidad?

Sin embargo, el razonamiento futbolístico-político del doctor Zedillo es equívoco: a los miembros de un mismo equipo (es decir, de un mismo partido político, de una misma organización) se les puede pedir que declinen sus ansias personales de anotar goles para dar oportunidad a compañeros mejor colocados, pero no a los miembros de equipos diferentes (diversos partidos políticos), que justamente están para pelear con toda su fuerza y entusiasmo en busca del triunfo de sus legítimos (y constitucionales) intereses particulares.

Pedirles a elementos de equipos contrarios que declinen sus posiciones para cederlas a quienes mejor colocación tengan, es incorrecto.

En todo caso, el presidente Zedillo debió explicar si acaso que su elaboración teórica se refería tan sólo al equipo en el que él mismo milita, es decir, en el Partido Revolucionario Institucional.

Allí sí, entre jugadores de la misma camiseta, se podría pedir a Gurría, Ortiz, Madrazo, Bartlett, Labastida o Moctezuma que dejasen el camino abierto a quien creyesen que estuviese mejor colocado.

Pero, en la política, como en el futbol, la diferencia y la lucha son la esencia.

(Por cierto, los honores presidenciales, y la batuta del directivo de Televisa, Alejandro Burillo, en el acto de Los Pinos, poco ayudan al Necaxa a crear el apoyo popular que por sus altos merecimientos futbolísticos debería tener. No deja de ser paradójico que un equipo de tales características, que en la presente década ha jugado cinco finales y ha ganado tres de ellas, tenga tan pocos seguidores, aunque entre éstos se encuentre el mismísimo Presidente de la República.

(Y una última reflexión sobre la combinación de política y deporte a cargo del doctor Zedillo: en Guadalajara, en una reunión de delegados del deporte panamericano, el Presidente de México aprovechó el foro institucional que tuvo a su disposición para promover abiertamente la candidatura de la capital jalisciense para que fuese sede de los próximos juegos de esa índole. Voces hubo, entre ellas la de Mario Vázquez Raña, que le pidieron abstenerse de hacer tal promoción. Finalmente, Guadalajara perdió y la sede es Santo Domingo, la capital de la República Dominicana)

De exilios y retornos

Ya que en la primera quincena de enero deberá dictarse la sentencia correspondiente al prolongado caso de Raúl Salinas de Gortari, y dado que circulan insistentes comentarios en el sentido de que desde el punto de vista estrictamente jurídico la investigación oficial no aporta elementos suficientes para mantener en prisión al hermano mayor del ex presidente, ahora se ha tomado la declaración de Zedillo, de que él no pactó ningún exilio con quien ahora vive en Dublín, con un sentido anunciatorio del presunto retorno de su antecesor.

Según esas percepciones, en el sistema político mexicano se estarían viviendo momentos de ajuste, de redefiniciones y de nuevas alianzas, a la vista de la probabilidad de que Carlos Salinas de Gortari decidiese regresar a México en cuanto su hermano Raúl fuese -suponiendo que en tal sentido se diese la sentencia- inocente de los cargos por los que se le ha mantenido en Almoloya.

En la entrevista concedida a Alvaro Vargas Llosa, de Radio Cadena Nacional de Miami, el presidente Zedillo dijo un párrafo que ha dado pie a diversas interpretaciones: ``decir que hubo algún pacto para que el licenciado Salinas no estuviese en México, o que hay una posición del gobierno mexicano en cualquier otro sentido respecto a él, es totalmente absurdo''.

Suficientemente claro, ¿o no?

Astillas: El senador sinaloense José Luis Soberanes hizo ayer un balance de lo logrado por el grupo Galileo. Cuando menos hay un cambio de actitud de la bancada senatorial priísta, y una mayor libertad individual para votar en ese cuerpo legislativo. Tan sólo eso que fuese, no es poco, y hay indicios de que cada vez habrá más independencia de criterio respecto de los liderazgos de esa cámara y del partido tricolor... El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación parece decidido a incursionar en la política de rompe y rasga (acaso incentivado por las bataholas recientes de San Lázaro), a juzgar por algunos párrafos de su discurso de ayer frente al presidente Zedillo: No crean que nuestros oídos estaban sordos a las fanfarrias y garrulerías de los que anuncian un mundo de perfecciones y puridades, pues bien que las oíamos; soportamos los desmanes de los gamberros, pero no lograron minar nuestra voluntad de proseguir el camino, y sí nos animaron a desdeñar sueños montados sobre pirotecnias que se desmoronan por el simple paso de los días. También dijo: hemos avanzado inmunes a los artilugios de las utopías. ¡Y esa es la parte presuntamente seria del sistema!.. Más de política y futbol: según indagación del reportero Enrique Méndez, la aparición de anuncios virtuales en las pantallas de televisión en favor de Manuel Bartlett podrían haber sido cortesía del presidente de las Chivas, Salvador Martínez. Ambos personajes son ``muy amigos'', según comentario del jefe de prensa del gobierno de Puebla, Raúl Torres Salmerón.