Maestros oaxaqueños derribaron una reja de la Cámara de Diputados
para ingresar al recinto y exigir mayores recursos a la educación,
pese al resguardo de cerca de dos mil granaderos Ť Foto: José Antonio López
Ciro Pérez Silva y Mireya Cuéllar Ť La Cámara de Diputados clausuró ayer el periodo ordinario de sesiones protegida por cerca de dos mil granaderos, sitiada por manifestantes y con informes sobre la presencia en los alrededores del recinto de ``grupos armados, vinculados al Ejército Popular Revolucionario''.
Dentro, con los trabajos de la asamblea suspendidos por una nueva irrupción de manifestantes, los coordinadores y vicecoordinadores de PAN, PRD y PRI escenificaron ``una de las sesiones más violentas'' de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política (CRICP), en la que se acusó al jefe de gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, de negarse a proporcionar ``la seguridad necesaria'' para salvaguardar la integridad de los legisladores. Se propuso incluso ``acudir a otra instancia que esté dispuesta a proteger a los diputados''.
A este cuadro se sumó la agresión que sufrieron José Luis Gutiérrez Cureño, Germán Rufino Contreras y Claudia Fragoso, diputados perredistas por el estado de México, además de mujeres, niños y jóvenes, quienes fueron atacados con machetes por integrantes de la policía montada de Ecatepec, cuando participaban en una manifestación en contra del presidente municipal Jorge González.
El ingreso violento de grupos de manifestantes por tercer día consecutivo a la Cámara, provocó también que todos los partidos apoyaran la decisión de la presidenta de la mesa directiva, Gloria Lavara Mejía, de usar la fuerza pública para desalojar ``a quienes de manera ilegal han irrumpido en este recinto legislativo y han causado daños a las instalaciones''.
De la reunión del órgano de gobierno, trascendió que los diputados panistas, entre ellos Francisco José Paoli Bolio, y los priístas Rafael Oceguera, Enrique Jackson y su coordinador, Arturo Núñez, externaron su molestia por ``la falta de decisión'' del jefe de gobierno de la capital en proporcionar los medios suficientes para resguardar la integridad del recinto y de los legisladores. También responsabilizaron a los perredistas de las últimas tres manifestaciones que llegaron hasta el salón de plenos y obligaron a suspender las sesiones.
``Lo que ha tensado el ambiente es que traigan a estos grupos y que desde dentro diputados del PRD promuevan que entren, que se les libere cuando se les agarra en flagrancia, eso es lo realmente lamentable, que un partido esté atentando contra el funcionamiento de un órgano del Estado'', acusó Núñez.
El coordinador perredista, Porfirio Muñoz Ledo, volvió a manifestarse en contra de usar la fuerza para desalojar a los inconformes, hecho que ``preocupó'' al coordinador Núñez. ``Quiero expresar, a nombre de los diputados y senadores de mi partido, mi preocupación por el hecho de que el diputado Muñoz Ledo, que va a presidir los trabajos de la Comisión Permanente, se manifieste de esa manera, porque entonces no hay manera de garantizar la seguridad de los legisladores'', habría dicho Núñez.
Muñoz Ledo respondió entonces que se trataba de una ``maniobra'' para ``quitarlo'' de la presidencia que le corresponde hasta el inicio del próximo periodo ordinario de sesiones.
Pidió la palabra el vicecoordinador perredista, Pablo Gómez Alvarez, y el coordinador priísta, Arturo Núñez, se la concedió, ``pero primero déjame hacer un recuento de lo que hemos discutido'', le dijo el priísta. La respuesta de Núñez habría irritado a Gómez Alvarez, quien de acuerdo con los asistentes ``perdió la cabeza'' y terminó haciéndose de palabras con Núñez, Oceguera, Paoli y Jackson.
Finalmente Muñoz Ledo accedió a que los manifestantes fueran desalojados ``pero sin violencia'' y los coordinadores accedieron a llevar como propuesta al pleno de la Cámara de Diputados un punto de acuerdo para llevar a cabo el desalojo y solicitar al gobierno del Distrito Federal que se refuerce la protección del Palacio Legislativo ``en el ánimo de salvaguardar la integridad del personal y los diputados, así como permitir el desarrollo de los trabajos legislativos''.
Cerca de las dos de la tarde, ya todo el recinto estaba rodeado por granaderos, mientras que en el vestíbulo se encontraban más de 500 elementos de la policía.
Pablo Gómez declaró al término de la reunión que la situación por la que pasa la Cámara ``aconseja una fuerza disuasiva mayor, mientras se promueve el diálogo con los manifestantes'' y recordó que quienes han manifestado que la fuerza pública ha sido demasiado tolerante con estos ``no están haciendo más que una crítica infundada'', ya que la fuerza pública está bajo las órdenes de la presidencia en turno de la mesa directiva.
Los primeros en ingresar por la fuerza fueron maestros oaxaqueños de la sección 22, encabezados por su líder, Humberto Alcalá, quienes han permanecido en plantón desde hace dos días solicitado una entrevista con la Comisión de Educación que preside el perredista Armando Chavarría.
Esa entrevista les fue ofrecida para ayer a las 10 de la mañana, pero de acuerdo con Alcalá, ninguno de los integrantes de la comisión se presentó para plantearle su demanda de que en el Presupuesto de Egresos para 1999 se destinen mayores recursos para la educación.
Tres horas después del ofrecimiento incumplido, los maestros se dirigieron a la puerta norte gritando consignas en contra de ``la política neoliberal del gobierno'', que deja sin recursos a la educación básica y a las universidades.
A gritos, pidieron nuevamente a la Comisión de Educación que los atendiera pero no recibieron respuesta y cada vez más molestos acabaron por romper el primer enrejado que circunda el Palacio Legislativo, mientras un grupo de 30 granaderos les hizo frente para evitar que desprendieran también el segundo enrejado.``¡Queremos diálogo, no represión!'', ``¿ese es el diálogo que ofrece el Legislativo?'', ``¡queremos a la Comisión de Educación, no de represión!'', condenaron los maestros. Después de 20 minutos, los diputados les ofrecieron de nueva cuenta reunirse para escucharlos y todo pareció quedar resuelto.
Miguel Alonso Raya, Armando López, Benito Mirón, Carmen Escobedo, Everardo Páez y Alejo Domínguez encabezaron la comisión y se dirigieron a una sala adjunta a la puerta principal para reunirse con los maestros. Pero no tuvieron tiempo de iniciar. Junto con los maestros otro grupo, esta vez del estado de México, logró abrir la puerta y se introdujo a la explanada, mientras los granaderos bloqueaban las puertas de cristal que conducen al vestíbulo y la sesión era declarada en receso.
La fuerza pública no pudo evitar que alrededor de 15 manifestantes de ambas organizaciones se introdujeran al recinto corriendo en todas direcciones. Tras de ellos fueron los granaderos persiguiéndolos por los pasillos, oficinas y estacionamiento de San Lázaro y aunque la orden era someterlos sin violencia, los 15 fueron golpeados, además de que en la persecución uno de los ventanales de la sala de prensa quedó hecho añicos y sobre estos uno de los golpeados también fue arrastrado.
Dijo pertenecer a una organización política a la que sólo conocía por sus siglas, Urce, que junto con integrantes de otras organizaciones sociales acudían a la Cámara de Diputados a denunciar la agresión de que fueron objeto cuando realizaban una marcha en Ecatepec.
En esta marcha fue agredido por la policía montada de Ecatepec el diputado perredista Germán Rufino Contreras, resultando con una herida de machete en la mano izquierda. El perredista denunció que otros legisladores fueron atacados, así como mujeres, niños y jóvenes que se manifestaban en contra del presidente municipal Jorge Torres cuando éste rendía su segundo informe de trabajo.
El perredista Gutiérrez Cureño dijo luego en conferencia de prensa que los agredidos decidieron venir a la Cámara de Diputados para denunciar los hechos en que no sólo se violó el fuero de los legisladores, sino que ``a mansalva y a traición'' se agredió a mujeres y niños.
Precisó que los colonos de Ecatepec, integrantes del Frente de Organizaciones Sociales, no participaron en los hechos violentos que tuvieron lugar en San Lázaro. Mientras que los maestros fueron finalmente recibidos por integrantes de la Comisión de Educación.