Sus progenitores, la sociedad civil y el apoyo solidario

A ritmo de baile, venturoso parto de Puentes contra el olvido

Las comunidades de Chiapas serán beneficiarias del proyecto

Angel Vargas Crónica de un nacimiento o, como diría Jesusa Rodríguez, de cómo la sociedad civil mexicana debe estar ``cada día más despierta o nos vamos a la chingada todos juntos''.

Las primeras tres horas y media del miércoles han transcurrido. El frío de la madrugada anuncia que el resto del día será ídem. Lo que hace casi seis horas había sido presente entra al rubro de lo pretérito. De ahora en adelante, las paredes del Foro Ideal guardan esa historia.

El parto fue exitoso y aparentemente sin complicaciones. A las 10 de la noche con cinco minutos del martes comenzó el proceso que hasta las tres y media de la madrugada de ayer habría de culminar: el alumbramiento de Puentes contra el olvido que puede ser definido como un proyecto alternativo de ayuda social para la reconstrucción de las comunidades chiapanecas que se vieron afectadas por la pasada temporada de lluvias.

Venderse al mejor postor

Atrás quedaron cinco horas y media de baile, de sabroso y cachondo danzón, de movido y caluroso merengue, de acompasado y guapachoso son, y hasta de rítmicas y pegadoras cumbias, con los cuales se fue gestando, paulatinamente, ese recién nacido que tiene como madre a la sociedad civil y como padre el apoyo solidario.

Queda para el recuerdo la participación de casi una cuarentena de actores, quienes, a la más típica usanza de los cabaret, vendieron, aunque sólo fuera fugazmente, su figura y su fama al mejor postor.

Por un palito rojo de 50 pesos (ficha) esos personajes estuvieron al alcance de las llamadas personas comunes para bailar una pieza o más, claro, si el bolsillo lo permitía.

Y sí que los actores-ficheros tuvieron buena noche, pues casi no pararon de ``mover el bote''. Pasaban de una mano a otra conforme las melodías y los ritmos cambiaban. Eso sí, siempre había, por lo menos, un palito rojo de por medio.

Todo comenzó cinco minutos pasadas las 22:00 horas. En el escenario, presidido por un cuadro de dos por dos metros en cuyo fondo rojo resaltaban en blanco dos corazones humanos interconectados por una arteria -semejante a la pintura Las dos Fridas, de Frida Kahlo- y en níveas letras, también, el nombre del proyecto, la danzonera Dimas, antes de arrancarse con la primera pieza del baile, hizo sonar sus timbales y trompetas para acompañar la voz de Ofelia Medina, quien expelió a todo pulmón:

``¡Heeyyy, familia, danzón dedicado a los puentes contra el olvido! ¡Heeyyy, familia, por la paz bailamos; contra el hambre fichamosss!''

Una vez terminada esa frase, la danzonera dejó oír inmediatamente Teléfono de larga distancia. De ahí en adelante los actores, entre ellos Daniel Giménez Cacho, Julieta Egurrola, Isela Vega, Demián Bichir, Blanca Guerra y José Angel Llamas, estaban a disposición de los que pudieran comprar el respectivo palito colorado.

A esos nombres se agregaron los de Margarita Gralia, Susana Zabaleta, Gabriela Roel, Claudia Ramírez, Leticia Huijara (reciente ganadora de un Ariel), Alejandro Tomassi y Fernando Becerril, quienes al igual que los restantes siguieron los ritmos impuestos por la danzonera Dimas y los grupos Son de Merengue y Son de Seda -este último integrado sólo por mujeres.

Las reglas del baile fueron marcadas desde un principio: aquel que deseara bailar con algún actor (hombre o mujer), debería comprar el ya famoso palito rojo y si sólo se quería tener derecho a la pista era necesario adquirir un palito amarillo de cinco pesos. Asimismo, antes de que comenzara una melodía nueva, se subastaban dos artistas, quienes previamente eran escogidos mediante sorteo. La que más palitos rojos alcanzó fue Ofelia Medina, con ocho en una sola oferta.

La Chinga, guardián del orden

A La Chinga, compañía de comedia mexicana, correspondió encargarse de que todo estuviera en orden y que nadie accediera a la pista sin sus respectivos palitos.

Durante las primeras horas del baile se le formularon las siguiente preguntas a Jesusa Rodríguez, quien vestía un oscuro traje de marinero:

-¿Con este tipo de acciones emprendidas por la sociedad civil se puede decir que el gobierno es rebasado?

-El gobierno se encuentra derruido hace ya varios años. Creo que lo que estamos viendo es la impotencia de un sistema económico y político devastado. O la sociedad civil cada día está más despierta o nos vamos a la chingada todos juntos.

-¿Cuál es la importancia de la participación de los artistas en este proyecto?

-El trabajo que llamamos del arte es tan elemental como el de un albañil, si no pones ladrillos todos los días no hay labor. Los artistas, si no se vinculan y si no están al lado de la gente común, nada construyen.

Jesusa, con Ofelia Medina, se encargó de conducir el acto. La primera, en gran parte de sus intervenciones, dio muestra de su agudo y crítico sentido del humor, como cuando invitó al público a sacar a bailar a los actores: ``Desechen al priísta que tienen adentro, hijos de Gurría. Recuerden que lo que hoy se reúna será para pagar el Fobaproa''.

Mientras que la segunda se inclinó más por los llamados en contra de la injusticia y por la solidaridad con Chiapas; por ejemplo, al apuntar que con acciones como el bailongo del Foro Ideal, se dice un ``nunca más'' a las masacres, como la ocurrida en Acteal hace casi un año.

En síntesis, el nacimiento de Puentes contra el olvido fue todo un éxito. Ahora habrá que cuidar y fomentar su desarrollo, pues como reza el refrán, ``lo difícil no es tenerlos sino mantenerlos''.

Habrá que esperar qué nos anunciará próximamente la actriz Ofelia Medina, principal impulsora de ese proyecto, que tiene como propósito fomentar el intercambio de bienes y asesoría técnica entre comunidades de Chiapas y diversas colonias y barrios del Distrito Federal.