La Jornada 16 de diciembre de 1998

La UNAM podría aumentar las cuotas escolares en 1999

María Esther Ibarra Ť El próximo año podría aumentar la cuota de inscripción en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pues 70 por ciento de sus estudiantes provienen de familias con capacidad económica para cubrir los costos de la educación, e incluso 15 por ciento paga colegiaturas elevadas en escuelas particulares, declaró el rector Francisco Barnés de Castro, quien estimó que el incremento tendría que ser menor a 20 por ciento del costo por alumno que, en promedio, es de 25 mil pesos anuales, por lo que subrayó que no se pretende privatizar la máxima casa de estudios ni sustituir la obligación del Estado de subsidiarla.

Al reiterar su confianza en que Congreso y autoridades hacendarias jugarán muy importante papel en las negociaciones de la próxima semana para encontrar la forma de restituir los presupuestos de inversión a la educación superior, Barnés de Castro señaló que independientemente de esto es necesario revisar la actual cuota, de 20 centavos, cuyo aumento no se destinaría al gasto corriente de la institución, sino para complementar el apoyo a programas académicos.

``Si las condiciones son favorables, se pondrá a discusión elevar la cuota en un porcentaje no muy alto, y exentando del pago a los estudiantes que no tienen las condiciones económicas para poder hacerlo'', aclaró el rector en entrevista, durante el desayuno con la fuente universitaria, efectuado ayer con motivo del fin de año.

En ese sentido, rechazó que se pretenda quitar al Estado su responsabilidad de financiar la educación superior, por lo que señaló como inviable convocar a la sociedad civil a una campaña financiera de apoyo al gasto de la UNAM. ``No tendríamos ningún éxito si recurrimos sólo a la ciudadanía, por estar en condiciones económicas muy difíciles. Igual ocurriría si nos apoyamos únicamente en las cuotas escolares''.

Precisó que según encuestas realizadas anualmente, 15 por ciento de los alumnos provienen de familias con ingreso menor a tres salarios mínimos; otro 15 por ciento posee ingresos superiores e incluso capacidad para pagar colegiaturas elevadas en escuelas particulares; el resto, 70 por ciento, son estudiantes de familias con ingreso promedio de entre tres y 15 salarios mínimos.

Además, indicó, por estudios de opinión efectuados, existe un ``acuerdo'' y disposición entre los universitarios para pagar cuotas mayores, y citó como ejemplo la campaña de aportaciones voluntarias dirigida principalmente a alumnos de primer ingreso de la UNAM, que en su mayoría pagaron 200 pesos en lugar de los 20 centavos vigentes.

Barnés de Castro, sin embargo, precisó que hasta el momento no hay un proyecto definido sobre el monto del incremento, y que éste tampoco sería similar al de países como España o China, con economías muy diferentes, que han establecido en sus universidades públicas una cuota que representa 20 por ciento del costo de su educación.

``Por las condiciones económicas del país y de la propia UNAM, de ninguna manera sería conveniente fijar en ese porcentaje la cuota'', agregó.

El tema dio pie a una amplia reflexión del rector sobre la relación costo-beneficio que tendría para la máxima casa de estudios que los universitarios incrementen su aportaciones, ya que, explicó, la institución contaría con recursos libres para las dependencias encargadas de la docencia, pues casi seis mil millones de pesos del presupuesto se destinarán a esa labor, pero ``90 por ciento, o poco más, a sueldos y servicios generales, y solamente tendremos 600 millones de pesos para inversión y operación''.

También, dijo, una cuota relativamente baja de los estudiantes significaría un incremento muy importante de los recursos disponibles para mejorar las instalaciones, ampliar programas de becas, de capacitación de personal académico o financiar proyectos de innovación docente.

Fue insistente al señalar que antes de plantear a la comunidad el incremento, primero habrá que ver el presupuesto para la operación cotidiana de la UNAM; y como acción inicial, ampliar la campaña financiera dirigida a los egresados, que estimó en casi 600 mil y quienes en su gran mayoría ``tienen una posición social cómoda, estable y con ingresos altos, gracias a la oportunidad que tuvieron de estudiar en la Universidad Nacional''.

Por su parte el dirigente del STUNAM, Agustín Rodríguez, consideró sólo un paliativo la ampliación presupuestal en 450 millones que la autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) acordaron para la UNAM, pues señaló que para que ésta cumpla de manera adecuada y con calidad todas sus funciones, requiere 2 mil millones de pesos más.

El líder de los trabajadores universitarios advirtió también que no aceptarán que los próximos aumentos salariales estén por debajo de la inflación, que calculó en casi 22 por ciento y no en 13 por ciento, como lo ha anunciado la SHCP.