Limón Rojas presentó la iniciativa sobre fomento a la investigación científica
Claudia Herrera Beltrán Ť En el futuro, los centros públicos de investigación deberán asegurar que sus científicos participen en actividades de enseñanza: se reglamentará la entrega de fondos públicos y privados para promover ciencia y tecnología y se creará el Foro Permanente de Ciencia y Tecnología como órgano autónomo de consulta; así lo propone una iniciativa de ley del poder Ejecutivo.
La iniciativa de Ley para el Fomento de la Investigación Científica y Tecnológica fue entregada el martes pasado al Senado de la República y se espera que sea discutida a partir de marzo de 1999, cuando inicie el periodo ordinario del Congreso de la Unión, ya que el extraordinario en curso desahogará lo relacionado con el Presupuesto de Egresos de la Federación.
La nueva legislación, anunciada ayer por el secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, convierte en norma la política impulsada desde el sexenio pasado para entregar fondos mediante procedimientos competitivos y equitativos sustentados en méritos de calidad y que consideren el esfuerzo de los científicos por realizar investigaciones en favor de la sociedad.
También propone crear un sistema de información sobre investigación científica y tecnológica a cargo del Conacyt, que ubicará a toda institución, centro, organismo o empresa pública o privada que realice dicha actividad y servirá de referencia para entregarles fondos.
La disposición que en meses pasados causó polémica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el sentido de que los investigadores se integren a la docencia, es una de las principales innovaciones de esta legislación, para lo cual propone que los científicos impartan clases, tutoreo de estudiantes, investigación o aplicación innovadora del conocimiento.
En este punto, la iniciativa de ley adelanta lo que podría ser uno de los principales cambios del Sistema Nacional de Investigadores, pues menciona que la labor educativa será considerada en el otorgamiento de estímulos y reconocimientos.
Sobre el tema del financiamiento a la ciencia y tecnología, dispone constituir dos fondos: el llamado Conacyt, que recibirá aportaciones del gobierno federal y de terceras personas, y el de investigación y desarrollo tecnológico, que se integrará con recursos generados por el propio centro público de investigación y el sector privado.
Las beneficiarias de estos fondos sólo podrán ser las instituciones, universidades públicas y particulares, centros, laboratorios, empresas públicas y privadas inscritas en el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas.
La voz del sector científico quedará representada por el Foro Permanente de Ciencia y Tecnología, que estará integrado por el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia, la Academia Mexicana de Ciencias, los rectores de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico, así como otras instituciones relacio- nadas con este sector.