La Jornada 17 de diciembre de 1998

Abren hoy el debate para la destitución de Clinton

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 17 de diciembre Ť El Congreso vivió hoy un debate sin precedente: si proceder con la destitución del Comandante en Jefe en los mismos momentos que dirige un acto de guerra contra Irak. Los republicanos decidieron comenzar hoy viernes y abrir el proceso de debate sobre la destitución de Bill Clinton, que esperan concluir con una votación para aprobar o no los cuatro artículos de destitución contra el mandatario.

Como si todo esto no fuera suficiente para un solo día de alta política aquí, esta noche se reveló que el presidente electo de la Cámara de Representantes, Robert Livingston, el principal promotor para realizar la votación sobre las consecuencias legales de la infidelidad de Clinton, tuvo varias relaciones extramatrimoniales durante los últimos 33 años.

Mientras las pantallas de televisión transmitieron durante la tarde (noche en Irak) los bombardeos y el trueno de fuego antiaéreo sobre Bagdad en el segundo día de ataques de Estados Unidos, el liderazgo republicano de la Cámara decidió iniciar el debate sobre la destitución del presidente después de postergarlo un día por el inicio del acto de guerra.

Esta decisión provocó un intenso debate en el pleno de la Cámara. Todos afirmaron su ``apoyo para nuestras tropas'', pero los republicanos insistieron en que la acción no debería detenerlos de sus ``obligaciones constitucionales''; los demócratas argumentaron que sería irresponsable mostrar desunión y minar la figura del Comandante en Jefe en momentos en que han sido desplegadas las fuerzas armadas del país contra un enemigo extranjero.

``No podemos adivinar lo que hará Saddam Hussein'', señaló el presidente electo de la Cámara Robert Livingston (quien sustituirá a Newt Gingrich la próxima legislatura que será convocada en enero, pero que desde ahora es el líder republicano de facto de la Cámara). ``Pero --agrego-- tenemos que proceder con nuestra obligación constitucional'', y por lo tanto concluir con el voto sobre la destitución, sostuvo.

Señaló que todos los legisladores desean terminar con el asunto antes del fin de año ``y no prolongar el daño de esto al país''. Henry Hyde, titular del Comité Judicial, que envío los cuatro artículos de destitución (por perjurio, obstrucción de justicia y abuso de poder ejecutivo) al pleno camaral, declaró hoy que ``no podemos permitir que un dictador descarrile nuestras obligaciones constitucionales''.

El líder de la minoría demócrata en la Cámara, Richard Gephardt expresó su oposición a que se inicie el debate del espionoso tema ``mañana, pasado, o cualquier día en que las mujeres y hombres de nuestras fuerzas armadas están en riesgo''.

Preguntó ¿``cómo percibirá Sadam Hussein a un Congreso que está considerando la remoción del Comandante en Jefe de su puesto? Yo deseo que ellos vean sólo un apoyo y la unidad de propósito de Estados Unidos''.

Lee Hamilton, el veterano representante demócrata especialista en asuntos exteriores, comentó a CNN que no es posible realizar un debate este viernes en la Cámara sobre la destitución del presidente y pretender que eso no mina la figura del Comandante en Jefe en esta coyuntura.

Con todo, la Casa Blanca insistió en que Clinton no renunciará si la Cámara se pronuncia sobre el juicio político.

Sexo, indiscreciones y política

No obstante, el debate citado para mañana tendrá ahora otro elemento más en torno al escándalo sexual político en esta capital. Esta noche el presidente electo de la Cámara ofreció renunciar a su cargo ante sus colegas de la bancada republicana.

La razón es que la publicación especializada en asuntos de la legislatura Roll Call reveló que Bob Livingston ha tenido numerosos affairs en las últimas tres décadas mientras estaba casado. El legislador reconoció la especie esta noche, pero insistió en que nunca ha mentido bajo juramento sobre el asunto y ninguna de las ``indiscreciones'' fueron con sus empleados.

Los republicanos rechazaron su oferta, y Livingston insistió en que el asunto no afectará su capacidad de cumplir con su trabajo.

Mientras tanto, la batalla política en Washington se vuelve cada día más complicada. Con casi todos los republicanos moderados que han anunciado su intención de votar en favor de la destitución, todas las apuestas son que cuando se realice el voto, la Cámara aprobará alguno, si no todos los artículos de destitución. Si eso ocurre, el asunto pasa al Senado, donde se llevaría a cabo el juicio político del presidente.

La coyuntura es notable: un presidente y Comandante en Jefe que enfrenta un voto a favor de su destitución lleva a cabo un ataque militar cuyo propósito final es derrocar al presidente y Comandante en Jefe de otro país.

En tanto, las bombas siguen cayendo en Irak y aunque el gobierno de Clinton afirma que espera concluir este fin de semana su acción, también advierte que no puede poner un límite definitivo a la acción bélica. Así, continúan las dos crisis paralelas: el conflicto internacional y el de casa (Blanca).

Los apoyos

Por otra parte, miles de simpatizantes de Clinton se manifestaron este jueves frente al Capitolio con la intención de impedir la votación programada para comenzar este viernes. El principal organizador de la protesta, el líder de los derechos civiles Jesse Jackson, prometió una marcha mayor que ``estremecerá a la nación'', si el Senado decide dar el próximo paso y realizar un juicio político contra Clinton, que podría comenzar en enero, informó la agencia Reuters.