Han caído más de 280 misiles Tomahawk en territorio iraquí
Afp, Ap, Reuters y Dpa, Bagdad, viernes 18 de diciembre Ť Las fuerzas estadunidenses, apoyadas por Gran Bretaña, lanzaron la madrugada de este viernes una andanada de misiles y bombas contra Irak, mientras las autoridades de ese país árabe denunciaron que blancos civiles fueron destruidos por los bombardeos, que ha- brían dejado una treintena de muertos.
Luego de los ataques de la noche del miércoles y la madrugada del jueves, violentas explosiones sacudieron hoy la capital iraquí, la segunda de ellas 13 minutos después de las cuatro de la mañana.
Aviones británicos Tornado participaron en este segundo ataque, que se prolongó por más de media hora.
La víspera, el ministro de Salud, Omed Medhat Mubarak, dijo que los ataques de anoche ocurrieron cuando las autoridades evaluaban los daños ocasionados por el primer ataque de la operación Zorro del Desierto, con centenares de misiles.
Indicó que ese ataque alcanzó un hospital y un centro de obstetricia y dejó 25 muertos y 75 heridos, pero fuentes hospitalarias citadas por la prensa extranjera hablan ya de 35 muertos y centenares de heridos.
La ciudad había permanecido en calma durante todo el jueves, mientras los ciudadanos limpiaban los daños causados por los ataques iniciales de Zorro del Desierto.
Las escuelas, negocios y oficinas funcionaron con normalidad.
También la víspera, el canciller Mohammed Saed al Sahhaf se refirió a ``graves daños y víctimas'', pero declinó dar cifras.
El jefe de la diplomacia iraquí dijo que los ataques estadunidenses y británicos se concentraron en objetivos militares e industriales, pero también alcanzaron ``varios barrios poblados de Bagdad''.
Entre los blancos alcanzados citó ``la sede de la policía de seguridad, el cuartel general de servicios de inteligencia militar'' y ``varios establecimientos industriales, todos ellos bajo la completa observación (de Naciones Unidas)''.
Una bomba cayó sobre la casa de la hija del presidente Saddam Hussein, Hala, pero ``afortunadamente ella ni sus familiares se encontraban en el lugar'', dijo el ministro.
La prensa extranjera pudo visitar Takrit, la ciudad natal de Saddam Hussein, a 170 kilómetros al norte de Bagdad, donde un silo de granos fue pulverizado la madrugada del jueves por un misil estadunidense.
En el silo había alimentos comprados en el marco del acuerdo petróleo por alimentos, para aliviar las penurias de la población iraquí, castigada por el embargo al que está sometido el país desde 1990.
Según fuentes oficiales, Hussein inspeccionó algunas de las instalaciones bombardeadas y la casa de su hija Hala, pero no hubo declaraciones del presidente.
En su primera aparición tras el lanzamiento de los ataques, llamó a los iraquíes a resistir ``a los enemigos de Alá''.
En Washington, fuentes del Pentágono, que hablaron bajo anonimato, dijeron que los misiles fueron disparados este viernes contra objetivos en lugares remotos de Irak, y que aviones de la marina dispararon bombas guiadas por láser a lo largo de las fronteras iraquíes.
De su lado, el Consejo Superior de Seguridad Nacional de Irán, reunido de urgencia, denunció la caída de un misil estadunidense en su territorio.
En Londres, grupos iraquíes opositores dijeron estar dispuestos a ``un sacrificio'' si los ataques pueden provocar la caída de su régimen, pero indicaron que ``condenaríamos los ataques si su objetivo fuese sólo salvaguardar los intereses estadunidenses''.
Mientras, la ofensiva militar era seguida por televisión por los estadunidenses, con imágenes filmadas por cámaras de visión nocturna.
``¡Hu!, ¡wow! , ¡esta explosión sí que fue enorme!, relataba en vivo la corresponsal estrella de CNN, Christiane Amanpour, antes de reconocer: ``No sabemos lo que estalló, ni cuál era el blanco''.
Más de 280 misiles del tipo Tomahawk, que valen más de un millón de dólares por unidad y transportan una carga explosiva de 500 kilos, habrían llovido desde que se iniciaron las hostilidades el miércoles, a las que Irak respondió con esporádicos disparos de su defensa antiaérea.
Tal como sucedió durante la Guerra del Golfo --el conflicto más mediatizado de la historia, pero cuyo balance preciso de víctimas sigue sin conocerse--, el Pentágono mantiene un silencio casi total sobre el desarrollo de las operaciones.
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Washington, 17 de diciembre Ť Los bombardeos contra Irak fueron ``apropiados'', afirmó hoy el presidente Bill Clinton, al considerar que cumplen el objetivo de ``destruir la capacidad de Irak para desarrollar y utilizar armas de destrucción masiva''.
El presidente iraquí, Saddam Hussein, ``seguramente sabe cuán desastroso sería el error'' de atacar a países vecinos, como lo hizo durante la Guerra del Golfo, sostuvo.
El vicepresidente Al Gore aseguró que los bombardeos cuentan con aprobación internacional, pero rehusó detallar cuándo terminará la acción Zorro del Desierto.
La cadena televisiva CBS citó declaraciones de varios funcionarios gubernamentales, quienes dijeron que probablemente los ataques terminarán antes del comienzo del Ramadán, mes santo musulmán, es decir, 19 o 20 de diciembre próximos.
No obstante, el jefe del Pentágono, William Cohen, el asesor de seguridad nacional, Sandy Berger, y otros funcionarios coincidieron en que no deben ponerse ``plazos artificiales'', y que los bombardeos continuarán el tiempo que ``sea necesario''.
``Estamos conscientes del mes sagrado para los pueblos islámicos, pero tenemos planes de llevar a cabo nuestra misión, no importa cuánto dure'', indicó Cohen.
Sin embargo, la víspera Clinton señaló que ``emprender una acción militar durante el Ramadán sería profundamente ofensivo para el mundo islámico y dañaría nuestras relaciones con los países árabes y el progreso que hemos hecho en Medio Oriente''.
En tanto, la Cámara aprobó hoy una resolución de respaldo a la acción bélica, el mismo día que ese órgano debía votar un proyecto para impugnar a Clinton. Del total de representantes, 417 votaron a favor y sólo cinco en contra.
El saliente titular de la Cámara, Newt Gingrich, aseguró que ``sean cuales fueren los alegatos y las cuestiones temporales, nadie debe dudar de la voluntad del pueblo estadunidense para respaldar la libertad''.
Cuando se conoció la puesta en marcha de Zorro del Desierto, varios líderes republicanos criticaron el tiempo en que Clinton decidió la ofensiva, y al respecto la secretaria de Estado, Madeleine Albright, defendió el momento que se eligió.
``Si no hacíamos esto hasta después de Ramadán, Saddam hubiese tenido unas cinco semanas para hacer más daño'', dijo.
Para Albright el recurso diplomático estaba ``totalmente agotado'', y reiteró que ``sería bueno que aquellos que no apoyaron nuestro enfoque tuvieran uno propio que ofreciera resultados''.
El vocero del Departamento de Estado James Rubin, recordó que el 14 de noviembre, Clinton había cancelado un ataque contra Irak, cuando Bagdad prometió al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que permitiría el acceso irrestricto a los inspectores de la Unscom para buscar y destruir armas de destrucción masiva.
Señaló que la ofensiva fue una respuesta a lo que llamó ``un récord de velocidad en promesas hechas y rotas'', debido a que el régimen iraquí se negó a acatar las exigencias de la comisión.
En semanas pasadas, Bagdad se negó a entregar a la Unscom documentos que afirmaba ya habían sido entregados o que fueron destruidos, y también rechazó la exigencia de la comisión de tener acceso a diarios personales de funcionarios y a todos los archivos gubernamentales.
Mientras, Berger y Cohen aseguraron que las primeros bombardeos fueron exitosos pues sufrieron ``daños significativos'' los objetivos militares, y el primero señaló que a pesar de que se ha hecho todo lo posible por minimizar los daños colaterales, ``es inevitable que haya víctimas civiles''.
Fuentes del Pentágono dijeron que fueron atacados puntos de defensa antiaérea y los centros de comando y comunicación que permiten a Hussein ejercer su control sobre las fuerzas armadas.
Los objetivos comprendieron pistas de aterrizaje, depósitos de aviones y estaciones de radar. Sólo el jueves fueron arrojados unos 200 misiles Tomahawk.
La encargada de relaciones públicas de las fuerzas estadunidenses dijo que tropas terrestres serán trasladadas a Kuwait ``pronto'', y explicó que por ``razones de seguridad'' no podía dar más detalles.
Trascendió también que durante la tarde de hoy por lo menos 32 remolques planos y tractores trasladaron miles de toneladas de municiones para armas pesadas desde el sur de Irak en dirección a la frontera norte.
Sin embargo, el embajador iraquí ante Naciones Unidas, Nizar Hamdoon, negó que los bombardeos hayan dañado las fábricas de armas y añadió que la ofensiva tiene el único objetivo de ``allanar el camino a algunos agentes para que puedan tomar el poder, cosa que no creo suceda''.
El primer ministro británico, Tony Blair, también rechazó acusaciones de que los ataques hayan tenido la intención de retrasar el juicio político contra Clinton, y afirmó que su gobierno tomó ``con pesar'' la decisión de participar en la acción que ``causará víctimas inocentes''.
Blair dijo que el Ministerio de Defensa puso a disposición de Estados Unidos 18 bombarderos Tornado y Jaguar, dos buques de guerra y más de 750 hombres, que son sólo una parte del dispositivo militar con el que cuenta Londres en la región.
La mayoría de los diarios estadunidenses manifestaron en sus editoriales apoyo a la agresión militar, sin embargo rotativos como The New York Times y The Washington Times calificaron las acciones de ser una ``cortina de humo''. Según una encuesta de la televisora CNN, el diario USA Today y la empresa Gallup, 74 por ciento de un total de 543 personas aprobó la acciónmilitara contra Irak, mientras 13 por ciento se opuso a ella.