La Jornada 18 de diciembre de 1998

García Márquez, satisfecho con la versión en cine de su obra

Mónica Mateos Ť Gabriel García Márquez está satisfecho, por primera vez, con una versión cinematográfica a una de sus novelas. El trabajo que Arturo Ripstein hizo con la historia del coronel olvidado por la patria a la que un día defendió, con el acertado título de El coronel no tiene quien le escriba, agradó al Nobel colombiano y lo hizo deshacerse en halagos por el cineasta a quien una vez negara los derechos de una de sus obras.

``Es una gran película'' dijo el escritor colombiano durante la presentación de la serie de 13 videos Ripstein por Ripstein, realizada el pasado miércoles en el bar La Tirana. Recordó que hace 38 años, cuando vio Tiempo de morir, una de las primeras cintas de Ripstein, ``dije que era estupenda y (Arturo) me dijo `ahora quiero hacer El coronel no tiene quien le escriba'. Le respondí que cuando aprendiera. Y hace dos años, en Cartagena, vi La reina de la noche y entonces le dije `ya aprendiste'. Se le había olvidado -le dice al cineasta que se encuentra a su lado-. ¿Te acordabas que te lo había dicho?''.

Ripstein sonríe y responde: ``38 años después me deja hacer la adaptación que yo quería, escoger al reparto que yo quería, elegir las locaciones que me parecieron adecuadas y terminar la película como yo quería en un acto de confianza absoluto. Aprendí y me la dio, el cumplidor es cumplidor. El coronel... es un caso especial, se trata de mí, es una película muy hermosa, muy cercana a mi corazón, va a tener un enorme éxito, es un hermoso García Márquez hecho cine''.

Justicia recíproca

El Nobel 1982 interviene: ``No leí ni una letra del guión, hasta dijeron que era yo tan despreciativo que ni siquiera me dignaba leer el guión, y era para estar absolutamente seguro que si salía era sólo de ellos, pero si no salía yo me llenaría la boca diciendo que no tuve nada que ver con eso''.

-¿Ya la vio?

-¿La vimos? -inquiere García Márquez a Ripstein antes de responder, el cineasta hace un gesto de afirmación con la cabeza y el escritor dice: ``ya la vimos, es una gran película, pero una gran película''.

En opinión de Arturo Ripstein, el mundo de García Márquez está en la película El coronel no tiene quien le escriba. ``Sé bien los pormenores de la escritura de esta novela porque García Márquez tuvo a bien ser mi nana cuando yo tenía 20 años y me contó todo lo que había hecho hasta ese momento. De ahí escribimos Paz Alicia Garciadiego y yo un guión sorprendente de bueno lo que era García Márquez'' pero, concluye, ``la película es Ripstein''.

El escritor colombiano agregó que ``el guión (de El Coronel...) es extraordinario. De mis novelas no me ha gustado nada de lo que se ha hecho en cine. Me han gustado algunas películas a partir de historias mías, sobre todo Milagro en Roma, de Lisandro Duque, colombiano, esa y El coronel..., por supuesto (Ripstein) me ha hecho justicia y yo le he hecho justicia a él escribiendo libros 30 años antes''.

Para concluir la charla con la prensa, García Márquez habló acerca de su recién adquirida revista Cambio: ``espero que sea muy buena, si no estuviera hecha por periodistas sería una desgracia, imagínate una revista hecha por quien no sabe nada de periodismo. Cambio es una revista de información que desde hace siete años sale todas las semanas y en una de esas semanas nos embarcaremos nosotros. No es ningún acontecimiento el que hemos comprado una revista que ya existe, vamos a seguirla, sencillamente, eso no tiene nada de especial. Los colaboradores que están son prácticamente todos formados en la escuela de periodismo que tengo en Cartagena, y están ahí desde hace tiempo. De manera que no vamos a cambiar nada, no hay nada especial. Ahí lo único raro es que yo me metí a la revista porque me gustó''.

Tiempo de morir, El lugar sin límites, Cadena perpetua, Ho (Juego peligroso), El santo oficio, El castillo de la pureza, Los recuerdos del porvenir, Lecumberri, palacio negro, La viuda negra, Rastro de muerte, El imperio de la fortuna, Mentiras piadosas y Principio y fin son las trece cintas que integran la colección de videos Ripstein por Risptein, producida por el Imcine y Alameda Films.

Se trata de lo más representativo de los 34 años del cineasta, quien piensa que tiene muy poco público en su país:

``Eso me permite, a pesar de las dificultades, hacer las menores concesiones posibles. No tengo que tener éxito para seguir filmando. Tengo la convicción de que el éxito, como la muerte, sólo les ocurre a los otros.

``Soy un cineasta más viejo, de pronto no reconozco a aquel joven de Tiempo de morir, me da un cierto cariño acordarme de aquel jovencito inexperto. Ahora tengo un mayor manejo del oficio, tengo las cuerdas más afinadas, en mi trabajo ya no hay las sorpresas enormes que había antes al pensar a ver qué sale si hago tal cosa. Ahora hago películas como pienso que deben ser hechas, y a pesar de la fama sigo siendo el mismo director asustado frente a la obra''.

Sucumbir a la tercera invitación

El próximo proyecto de Arturo Ripstein es dirigir la ópera Salomé, de Strauss, que se estrenará el próximo mayo en el Palacio de Bellas Artes. Es la primera vez que incursiona en este ``territorio desconocido que me provoca entusiasmo; me meteré sin saber a dónde voy. A ver qué sale''.

-¿Lo hará no obstante las críticas por ser usted director de cine y no de escena?

-Como esas las he escuchado toda mi vida, pues que ladren los perros. Es la tercera invitación que me hacen para dirigir una ópera, las otras tuve que rechazarlas por estar haciendo cine. Ahora como tengo el tiempo y la ilusión, pues va. Mis películas son muy operísticas, melodramas muy desmelenados, así que por ahí me he acercado mucho a ese mundo que me emociona mucho.

-¿Y cuál será tu próximo proyecto cinematográfico?

-Hay una cosa que me importa actualmente muchísimo: la violencia urbana. Probablemente camine por ahí, aunque todavía no encuentro qué ni por dónde irá, pero es el tema que me preocupa más que ningún otro. Filmar es horrible, desesperante, infamante, atroz, frustrante, como un vicio mortal. También es maravilloso, me da un gran placer y gusto.

``Muchas veces, al terminar una película, quisiera no volver a hacer otra nunca más. Pero algo misterioso, algún demonio me lo impide, me obliga a seguir filmando, a seguir filmando.''