Culpan a la Unscom de inflar el informe sobre el país árabe
Afp, Ap y Reuters, Nueva York, 17 de diciembre Ť Estados Unidos defendió hoy enérgicamente al jefe de la comisión especial de Naciones Unidas para el desarme iraquí (Unscom), Richard Butler, cuya renuncia es exigida por varios países, entre ellos Rusia, mientras que un dividido Consejo de Seguridad continuaba, por segundo día consecutivo, sus discusiones sobre el ataque militar contra Irak.
Mientras, un ex alto funcionario de la Unscom, Scott Ritter, denunció que el informe de Butler fue ``un montaje''. Ritter, quien renunció en agosto pasado, dijo al New York Post que ``lo que Estados Unidos pidió a Butler'' es que ``agudizara el lenguaje en su informe para justificar los bombardeos''.
En Moscú, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Igor Ivanov, declaró que el jefe de inspectores ``tiene una responsabilidad personal'' en la ofensiva militar de Estados Unidos y Gran Bretaña contra Irak, y que ``debe ser reemplazado''.
Al hablar ante la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso), Ivanov dijo que Butler decidió el retiro de los inspectores ``por su propia voluntad'', y que su informe del pasado martes sobre Irak presentó una imagen ``deformada'' sobre la situación.
Aunque tanto Estados Unidos como Rusia dijeron que ``esperan'' que los expertos de la Unscom regresen a Irak tras los bombardeos, para varios diplomáticos, la perspectiva de un regreso de esa misión se vislumbra remota.
``Es el fin de la Unscom, al menos en su forma actual'', pronosticó un diplomático occidental. ``Butler está terminado'', opinó otro, que tomó nota de los pedidos de Rusia y China a un ``reemplazo'' del jefe de inspectores.
Francia ``no extrañará'' al actual jefe de la Unscom si éste se va, señalaron fuentes citadas por Afp. Además, Butler no es tampoco del agrado del jefe de la ONU, Kofi Annan, que en más de una ocasión ha criticado el lenguaje poco diplomático del australiano.
La víspera, el embajador chino Quin Huasun dijo, en una reunión a puerta cerrada en el Consejo, que Butler debe renunciar por tomar unilateralmente la decisión de sacar a los inspectores de Irak.
Estados Unidos salió al ruedo en defensa de Butler: la secretaria de Estado, Madeleine Albright, dijo que ``lucharemos por él''.
Butler también afirmó que ``de ninguna manera'' piensa renunciar, y sostuvo que Rusia no le ha comunicado ``personalmente'' un pedido para que se retire. Rechazó asimismo las versiones acerca de que el momento en que entregó el informe coincidió con las necesidades de la política interna de Estados Unidos: ``Yo no bailo al compás de la música hecha por otros'', expresó, insistiendo en que el informe es ``objetivo y honesto''.
También desestimó versiones que ponían en duda el futuro de la Unscom, creada hace siete años luego que Bagdad aceptó declarar y destruir sus armas de destrucción masiva como una condición para el cese al fuego en la guerra del Golfo: ``Podemos hacer nuestro trabajo en el momento en que Irak nos dé una cooperación genuina'', aseguró Butler.
Los casos de la discordia
Desde Bagdad, el ministro iraquí de Relaciones Exteriores, Mohammed Aseed al-Sahhaf, acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña de ``mentir al mundo''.
El ministro aseguró que el informe de Butler, que sirvió de justificación para el ataque, citó sólo cinco casos de presunta falta de cooperación de un total de 427 inspecciones. Entre los cinco casos, al-Sahhaf mencionó que los inspectores habían tratado de entrar en un pequeño edificio que funciona como sede del oficialista Partido Baath.
En otro caso, los inspectores intentaron ingresar a lo que había sido la oficina de un funcionario militar, pero ésta se había convertido en una casa de hospedaje. Después de una demora, se les permitió entrar. ``¿Se merece uno ser bombardeado porque ha causado una demora de 45 minutos en una inspección?'', se preguntó el ministro.
En Buenos Aires, en tanto, el técnico argentino Carlos Rodríguez, inspector en Irak de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), aseguró este jueves que el ente contó con la ``colaboración'' del gobierno de Saddam Hussein en las inspecciones realizadas en los arsenales nucleares, donde ``no encontramos absolutamente nada''.
Un Consejo sin voz
El representante de Moscú ante el Consejo de Seguridad, Sergei Lavrob, hizo circular este jueves en una reunión realizada a pedido suyo, un proyecto de declaración en el que se lamenta el uso de la fuerza contra Irak.
Rusia también llama en el texto ``al cese inmediato de las hostilidades'', y a ``evitar toda acción que pueda agravar la tensión en la región''.
Pero el representante estadunidense, Peter Burleigh, y el embajador británico, Sir Jeremy Greenstock, dijeron que consideraban haber tenido la autorización de atacar, bajo las resoluciones ya existentes del Consejo.
Hace apenas un mes, el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad una resolución en que se exigía a Irak que cooperase plenamente con los inspectores de armamentos, algo que Bagdad había prometido el 14 de noviembre, cuando Estados Unidos y Gran Bretaña suspendieron a última hora sus planes de atacar.
Sin embargo, en lo único en que se pusieron de acuerdo este jueves los 15 miembros de ese organismo de la ONU fue en continuar discutiendo mañana el documento presentado por Rusia, reconoció una fuente del Consejo de Seguridad.