La Jornada 19 de diciembre de 1998

Votan representantes por destituir a Clinton

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 19 de diciembre Ť Por segunda vez en la historia de Estados Unidos, la Cámara de Representantes votó este sábado a favor de destituir al presidente Bill Clinton y llamó a que el Senado haga lo propio, sobre la base de que cometió perjurio ante un gran jurado, en torno a su relación sexual, y después obstruyó la investigación de su conducta.

``William Jefferson Clinton ha minado la integridad de su puestoÉ y ha actuado de una manera que es subversiva del estado de derecho y de la justicia'', según la resolución legislativa aprobada hoy por la Cámara. ``William Jefferson Clinton, por tal conducta, amerita la destitución, el enjuiciamiento y la deposición de su cargo'', se agrega en la declaración.

La Cámara de Representantes aprobó dos de los cuatro artículos de destitución: por perjurio ante un gran jurado federal, en el caso de Paula Jones, y por alentar a terceros a detener la investigación de estos hechos, es decir, obstrucción de la justicia.

Momentos después de que fuera aprobada la destitución del mandatario, el presidente del Comité Judicial encabezó una delegación de diputados que entregó formalmente los dos artículos de destitución al Senado, el cual comenzará a principios del año entrante un juicio formal para determinar si Clinton será depuesto. ``No podemos pronosticar cuándo se iniciará el juicio, pero el proceso ahora está en camino'', comentó el líder de la mayoría del Senado, Trent Lott.

Todo esto no fue suficiente actividad ``histórica'' para un solo día; hoy, otro sobresalto político sacudió esta capital. El presidente electo para la próxima sesión legislativa de la Cámara de Representantes, el republicano Robert Livingston, anunció ante el pleno que no sólo no asumirá la presidencia de la Cámara baja a principios del año entrante, sino que renunciará a su puesto como legislador, todo al parecer, como resultado de las revelaciones del jueves pasado de que él también había tenido varios affaires sexuales fuera del matrimonio. De hecho, utilizó el momento para retar a Clinton a que hiciera lo mismo: ``Debo sentar el ejemplo que espero que siga el Presidente'', declaró.

Por el momento, los conteos de voto en el Senado sugieren que no existe el apoyo suficiente para la destitución del presidente, donde 67 de los 100 miembros de la Cámara alta tendrían que aprobar una media para retirarlo de la Casa Blanca. Sin embargo, el problema inmediato para Clinton y los demócratas es que la estrategia republicana es presionar al presidente a que renuncie, presentando ésta como la mejor opción para concluir este asunto.

El presidente rechazó el reto de Livingston y los republicanos al reunirse con decenas de diputados demócratas que acudieron a la Casa Blanca poco después del voto para llevar a cabo un acto público donde todos se comprometieron a seguir luchando contra la ``vendetta republicana partidista'' y resistir la opción de una renuncia presidencial.

``La pregunta es ¿ahora qué vamos a hacer?'', declaró Clinton desde el jardín de la Casa Blanca, rodeado de los legisladores demócratas, junto con su esposa Hillary y el visepresidente Al Gore. ``Yo he aceptado la responsabilidad por lo que hice en mi vida personal'', e indicó que aún está dispuesto a llegar a un acuerdo con el Congreso para resolver este asunto, ``de una forma justa y constitucional'' para evitar el juicio en el Senado.

Al mismo tiempo, insistió en que continuará llevando a cabo su cargo a nombre del pueblo estadunidense y que permanecerá en su trabajo ``hasta la última hora del último día de mi periodo''.

Mientras tanto, los demócratas comenzaron su ofensiva para definir que el acto histórico de la Cámara no fue más que una maniobra partidista e injusta. ``Acabamos de presenciar el voto más partidista que se ha llevado a cabo y el cual es una desgracia para el país y la Constitución'', acusó el líder de la minoría demócrata de la Cámara, Richard Gephardt.

Ningún presidente en funciones ha sido depuesto por el proceso de destitución, aunque Andrew Johnson evitó ser retirado del cargo por sólo un voto en el Senado, en el juicio político que enfrentó en 1868. Y Richard Nixon renunció su cargo en 1974 antes de que la Cámara llevara a cabo un voto sobre su destitución.

El acto histórico de hoy fue transmitido en vivo por televisión, con una pantalla dividida que, de un lado mostraba el voto de los legisladores, y del otro imágenes en vivo desde Bagdad con bombas que estallaban sobre Irak.

Los votos por separado sobre cada artículo de destitución fueron celebrados sólo después de que los demócratas fracasaron en su intento de demandar un voto sobre una medida alternativa que proponía ``censurar'', pero no destituir al presidente. Cuando fracasó el intento, la bancada demócrata abandonó la sala en una protesta simbólica, para regresar minutos después al llevarse a cabo los votos finales.

Con ello, se buscó revelar que el voto no expresó un consenso bipartidista sobre la destitución, sino más bien, que esto se efectúo con pocas excepciones, como un ejercicio completamente partidista.

Tal vez la única expresión de unidad entre los miembros de ambos partidos el día de hoy ocurrió en el apoyo bipartidista que se expresó en respuesta a discursos, como el del propio Gephardt, de que ``es necesario alejarnos de la política de la destrucción personal y movernos hacia la política de valores''. Clinton repitió el mensaje, igual que varios legisladores más, alertando contra un ``macartismo sexual'' en esta capital.

Saben de lo que hablan: el político que ocupa el tercer puesto más poderoso de Washington, el presidente de la Cámara, renunció por las revelaciones de sus amoríos extramatrimoniales hace dos días; el presidente del superpoder esta luchando para salvar su vida política por lo mismo, tres diputados mas han tenido que admitir su infidelidad matrimonial en los últimos meses, y hay varios más en los altos puestos del poder aquí que tienen secretos conocidos. Son momentos histori-cómicos, pero no todos se están muriendo de risa.