La Jornada 23 de diciembre de 1998

Cinco republicanos que votaron contra Clinton proponen ahora una censura

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 22 diciembre Ť El presidente Bill Clinton leía hoy cuentos navideños a un grupo niños en la Casa Blanca, mientras el Pentágono evaluaba los daños ocasionados por los cuatro días de ataque militar estadunidense contra Irak, y en el Capitolio se intensificaban las negociaciones entre los que buscan una alternativa al juicio político contra el mandatario demócrata y los que insisten en que el proceso de destitución presidencial continúe en el Senado.

Por lo pronto, cinco legisladores republicanos que habían votado el pasado sábado a favor de la destitución de Clinton en la Cámara de Representantes, se inclinaron este martes por una medida de ``censura'' al presidente en lugar de un juicio político en el Senado para removerlo de su puesto.

Cuatro de ellos enviaron una carta al líder del Senado, Trent Lott, afirmando que no querían que los votos que dieron el sábado a favor del juicio político a Clinton ``sean interpretados como que consideramos que la destitución de su cargo es la única conclusión razonable de este caso''.

Michael Castkle, Jim Greenwood, Sherwood Boehlert y Benjamin Gilman expresaron además su apoyo a la alternativa promovida por los ex presidentes Jimmy Carter y Gerald Ford, quienes exhortaron el lunes a que el Senado emita un voto de censura.

En este sentido, los legisladores republicanos sostuvieron en su misva que el Senado debería estudiar opciones que incluyeran ``una dura propuesta de censura, que impondría una multa y bloquearía cualquier perdón''.

Estas manifestaciones públicas son expresiones de una intensa negociación a puertas cerradas en esta capital, entre los que insisten en dar inicio al juicio político de Clinton en el Senado en los primeros días del próximo año, y los que proponen una solución más inmediata para concluir esta crisis constitucional.

Para el portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, esta carta es un signo ``positivo'' y una muestra de que el Capitolio no desea un juicio político y la destitución de Clinton por los cargos de perjurio y obstrucción de la justicia del mandatario en el caso de su relación con la ex becaria de la Casa Blanca, Monica Lewinsky.

El senador demócrata Carl Levin, en cambio, fue más duro al afirmar que la carta de los republicanos a Lott muestra ``lo partidista'' que es este proceso en contra del mandatario. Según Levin, existe ``un sentimiento muy compartido en el país y entre mis colegas, en la Cámara y el Senado, a favor de una reprimenda''.

El Senado necesita una mayoría de dos tercios, equivalente a 67 votos, para destituir a Clinton, pero en esa Cámara sólo hay 55 republicanos. Lott dijo que el juicio empezará luego que el Senado reanude sus sesiones el 6 de enero.

Pero mientras están en marcha maniobras y negociaciones para evitar un juicio político, Clinton ha buscado evitar el asunto al dedicarse en público a actividades navideñas de la Casa Blanca, ayer cocinando junto a su esposa Hillary para indigentes, y hoy leyendo un cuento, rodeado de niños, en medio de una decoración navideña que incluyó un Santaclós.

Aunque no ha sido precisamente una ``feliz Navidad'' para el presidente hasta el momento, aún puede complacerse de que en las últimas encuestas, casi 70 por ciento de los estadunidenses se pronunció contra su destitución. Este es uno de los mayores índices de popularidad de los que ha gozado el mandatario en sus seis años en la Casa Blanca. Al parecer, el público está cansado del asunto Lewinsky y, en cambio, parece prestar más atención al conflicto en Irak.

A su vez, el Pentágono señaló que en este momento está evaluando el ``éxito'' de su acción militar contra Irak, y advirtió que podría reanudar sus ataques en cualquier momento. Según sus informes preliminares, las fuerzas estadunidenses habrían destruido 85 por ciento de los blancos en sus ataques. Sin embargo, el gobierno no esconde sus deseos a largo plazo: ``Queremos un nuevo líder de Irak'', declaró hoy el vicepresidente Al Gore.