La Jornada 23 de diciembre de 1998

Denunció Bagdad nuevos ataques aéreos; EU y GB se deslindaron

Reuters, Afp, Dpa y Ap, Bagdad, 22 de diciembre Ť Irak denunció hoy que aviones occidentales ingresaron en el sur de su territorio e hicieron disparos de misiles contra la ciudad de Basora, en tanto que Estados Unidos y Gran Bretaña negaron haber efectuado otra agresión.

Bagdad dijo que se quiere perjudicar al país y al pueblo iraquí, y afirmó que cuatro formaciones de aparatos violaron su espacio aéreo a primera hora de hoy en la zona desmilitarizada entre Irak y Kuwait, y que horas después otras cinco formaciones volvieron a sobrevolar la zona y dispararon misiles cerca de Basora.

Esta es la primera denuncia de Irak sobre nuevas maniobras de sus enemigos desde que Washington y Londres decidieron lanzar ataque aéreos contra objetivos militares iraquíes entre el 16 y el 19 de diciembre, alegando que Bagdad se niega a cooperar con los inspectores de armas de Naciones Unidas (Unscom).

Un portavoz del Pentágono negó que aviones estadunidenses hayan hecho disparos de cohetes contra territorio iraquí, y en Kuwait la Real Fuerza Aérea Británica dijo que sus aviones ni siquiera habían volado el martes al sur de Irak.

En Teherán, un diario local informó de la caída de un misil ``extraviado'', lanzado durante los ataques anglo-estadunidenses, en la ciudad portuaria iraní de Khorramshar. Sin embargo, no informó cuándo cayó ni habló de daños o víctimas.

El gobierno iraquí reiteró que no permitirá el regreso de los inspectores de la Unscom, en momentos en que el personal humanitario del organismo regresaba a Bagdad. ``Los agresores deben saber que sus espías, dirigidos por el perro rabioso de Richard Butler, nunca jamás serán autorizados a pisar suelo iraquí'', según dijo.

Diputados iraquíes afirmaron que los inspectores de la ONU sobre desarme se expondrán ``a la cólera popular'' si desean volver a Irak. El diputado Raja al-Chawi aseguró que la cooperación con la Unscom es ya imposible, pues se trata de una comisión de ``espías''.

Por lo demás, Bagdad lanzó una advertencia contra el emirato kuwaití por su afirmación de que no tenía nada que ver con los ataques anglo-estadunidenses, al recordarle que permitió la utilización de sus bases militares para lanzar la semana pasada sus ataques, por lo que acusó a sus gobernantes de ``traidores'' y al servicio de ``sus amos'' británico y estadunidense.

Por la continuación de sanciones

Ante la declaración del viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, de que su gobierno no aceptará ningún diálogo mientras Estados Unidos y Gran Bretaña no respondan por su ``agresión'', y su exigencia de fin del embargo, la Casa Blanca respondió que incluso hará uso de su poder de veto en el Consejo de Seguridad para mantener el régimen de sanciones contra Irak.

El Departamento de Estado se pronunció en el mismo sentido al señalar que se opondrá a la suspensión de las sanciones mientras Bagdad no autorice el regreso de la Unscom ``para trabajar de manera más eficaz'', de acuerdo con el subsecretario de asuntos políticos Thomas Pickering.

Este funcionario expresó que Estados Unidos sólo está dispuesto a evaluar si se permite a Irak mayores exportaciones de petróleo en el contexto del programa Petróleo por Alimentos, si el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y sus expertos lo consideran conveniente.

Indicó que los expertos humanitarios de la ONU comenzaron a ingresar a Irak este martes y que Washington estudiará cuidadosamente sus conclusiones en torno a las necesidades, pero insistió en que si Irak no permite el regreso de la Unscom, entonces se expone a sanciones ``hasta la eternidad''.

De momento, sólo un centenar de personal humanitario de las agencias de la ONU regresó a Bagdad y con ello se reanudaba el envío de productos de primera necesidad, en tanto que los inspectores de la Unscom sobre desarme continúan en Bahrein tras su salida de Bagdad cuando comenzaron los bombardeos contra Irak.

A su vez, el jefe de inspectores de la Unscom, Richard Butler, sostuvo que el retorno de esos inspectores no corresponde al gobierno de Saddam Hussein, sino al Consejo de Seguridad, y afirmó que es importante para la ONU encontrar la forma de seguir vigilando el desarrollo militar de Irak para asegurar que las instalaciones dañadas por el ataque aéreo no serán reparadas.

No obstante, Butler reconoció que los actuales métodos de inspección de la Unscom están ``en un callejón sin salida'', y admitió que no se podría regresar a Bagdad bajo su antiguo esquema. Por ello, se mostró de acuerdo con la propuesta francesa de pasar a una fase de control a largo plazo del desarme iraquí.

El secretario de Defensa estadunidense, William Cohen, comenzó por su parte una gira de tres días con su esposa para visitar las tropas estadunidenses en la zona del Golfo, a quienes llevan regalos de Navidad de compañías privadas y van acompañados de varios artistas para presentarles una serie de espectáculos.

En Kuwait, Cohen se entrevistará con el emir Jaber Al-Ahmed Al-Sabah. Sin embargo, no se dieron datos sobre los países de la región del Golfo que visitará.

En Madrid, el periódico El País reportó que España proporcionó ``apoyo logístico'' a Estados Unidos durante su reciente operación militar contra Irak, al permitir que los aviones estadunidenses se abastecieran de carburante en la base española de Morón, en Andalucía, donde además durmieron cientos de soldados en la etapa final de la operación Zorro del Desierto.

Por otro lado, el portavoz del Departamento de Estado, James Foley, dijo que el objetivo del ataque no es derrocar a Hussein, pero sugirió que ``es cuestión de tiempo'' antes de que se tenga que ir.

En Bonn, el político opositor iraquí D.J. Kadhim afirmó que el derrocamiento de Saddam Hussein es posible, pero admitió que para conseguirlo se necesita de ayuda externa.