La Jornada 29 de diciembre de 1998

Intercambian fuego EU e Irak

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Bagdad, 28 de diciembre Ť El gobierno iraquí informó esta noche que existe una ``alta probabilidad'' de que sus fuerzas hayan derribado un avión estadunidense, horas después de que el presidente Bill Clinton admitió que cazabombarderos F-16 de su país dispararon contra baterías antiaéreas iraquíes en respuesta a que estas hicieron fuego.

Bagdad afirmó que dichos disparos estadunidenses provocaron cuatro muertos y siete heridos. Pero portavoces del Pentágono señalaron que todos los aviones de guerra regresaron sin daños a la base militar en Turquía de la que partieron, y atribuyeron la versión de que un aparato estadunidense fue derribado a un intento de Bagdad de hacer ``propaganda''.

Un comunicado del Ministerio del Interior iraquí afirmó que ``los asesinos y criminales volvieron a violar nuestro espacio aéreo'', y añadió que las defensas iraquíes ``los enfrentaron con valentía y los obligaron a huir a sus bases de maldad y agresión en Turquía''.

El documento señaló, asimismo, que los disparos estadunidenses cobraron nuevas víctimas que se suman al saldo mortal de 62 soldados y al menos 40 civiles que, según Bagdad, murieron durante los cuatro días de bombardeos de la operación Zorro del Desierto.

El presidente Clinton, de su lado, confirmó que los aparatos estadunidenses respondieron al fuego iraquí cuando sobrevolaban las zonas de exclusión al norte y sur del país y aseguró: ``Los aviones atacaron porque fueron atacados'', y reiteró que ``seguiremos protegiendo las zonas de exclusión aérea''.

Paralelamente, el Pentágono afirmó que todos los aviones que participaron en la misión regresaron a las bases en Turquía, mientras que el vocero del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca afirmó que las aseveraciones de Irak sobre el supuesto derribo eran ``totalmente inconsistentes''.

El sábado pasado, el vicepresidente iraquí, Taha Yassin Ramadan, anunció que las fuerzas iraquíes atacarían a cualquier avión que violara las áreas del norte y sur del país declaradas zonas de exclusión por Estados Unidos y Gran Bretaña tras la Guerra del Golfo.

Por su parte, el Ministerio del Interior iraquí afirmó que Washington insistirá en negar el derribo de uno de sus aviones ``para darle a su piloto una oportunidad de infiltrarse, si está vivo, o para permitir a sus agentes buscar su cadáver, si éste murió''.

Después del anuncio del intercambio de fuego entre aviones estadunidenses y las fuerzas iraquíes, Rusia pidió tanto a Bagdad como a Washington ``moderación'' para impedir una escalada en las tensiones. ``Consideramos que después de la reciente crisis en Irak es importante no permitir ningún empeoramiento de la situación en esta región'', afirmó un comunicado de la cancillería en Moscú.

Por otra parte, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se abstuvo de evaluar el incidente, aunque algunos diplomáticos occidentales comentaron que la crisis antiaérea elevó el nivel de desafío de Bagdad, lo que dificultará una solución de la crisis en la región.

De su lado, el embajador iraquí ante la ONU, Nizar Hamdoon, defendió la acción iraquí contra los F-16 estadunidenses al afirmar: ``Estaban volando sobre una país soberano contra los deseos de esa nación''.

Niegan interrupción del pacto Petróleo por alimentos

El ministro iraquí de Comercio, Mohammed Mehdi Saled, rechazó informes de la víspera según los cuales Bagdad pediría al personal humanitario de la ONU abandonar el país, y por lo tanto, pondría fin a la fórmula Petróleo por alimentos mediante la cual la organización internacional permite que Irak exporte una cantidad limitada de crudo con el fin de comprar alimentos y víveres para su población, golpeada por siete años de sanciones que siguieron a la invasión de Kuwait.

``Esta información no es correcta, los observadores (de la ONU) pueden permanecer en Irak mientras haya pacto de Petróleo por alimentos'', aseguró el responsable, al tiempo que funcionarios del programa humanitario de Naciones Unidas dijeron que nunca recibieron ninguna notificación, por parte de Bagdad, de que debían abandonar el país. Otros funcionarios del programa aseguraron que las labores humanitarias de la ONU en Irak se reanudarán a su nivel normal ``a partir de enero''.

No obstante el domingo pasado, y según declaraciones atribuidas al mismo Saled, Bagdad afirmó que exigiría la salida del país de todo el personal de la ONU, incluyendo los que trabajan en el programa Petróleo por alimentos.

Tras la operación Zorro del Desierto, el gobierno iraquí ha insistido en que no permitirá que reanude su labor verificadora la Comisión Especial de la ONU para el Desarme de Irak (Unscom). Precisamente, la operación militar contra Irak se desencadenó debido a que el titular de la Unscom, Richard Butler, aseguró en un informe que el régimen de Saddam Hussein sigue estando en capacidad de fabricar armas de destrucción masiva, y que se negaba a cooperar con la comisión del desarme.