``Tengo coincidencias, no nexos con el grupo militar inconforme'', dice el general Gallardo

Jesús Aranda y Gustavo Castillo Ť El general José Francisco Gallardo se deslindó de cualquier participación en el Comando Patriótico de Concientización del Pueblo (CPCP), aunque no ocultó sus coincidencias con las demandas del teniente coronel Hildegardo Bacilio Gómez, en el sentido de que al Ejército ``se le encauce en la constitucionalidad y se ancle definitivamente en la civilidad del Estado''.

Mediante un escrito hecho público ayer en conferencia de prensa por su esposa Leticia Enríquez y su hijo Alejandro Gallardo, el militar aseveró: ``Los problemas de inseguridad, corrupción e impunidad que hoy padecemos y lamentamos se resolverían a través del escrutinio público del Ejército'', además de que cuestionó la integridad de la Procuraduría Militar cuando ésta habla de la ``severidad y ejemplaridad'' con que deben servir los miembros de las fuerzas armadas, cuando hay asuntos como el de Tlatelolco, Tlalixcoyan, Bobarigame, Mesa de Guitarra, Ejido Morelia, Laguna Salada y otros en los que ``el excelso procurador militar debería estar muy preocupado por la seguridad y honor del Ejército''.

En tanto, fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) aseguraron ayer que la dependencia no ha iniciado ninguna averiguación previa relacionada con el CPCP ni de alguno de sus integrantes.

Indicaron que la dependencia que dirige Jorge Madrazo Cuéllar no ha establecido contacto con la Procuraduría General de Justicia Militar para darle seguimiento a demandas en contra de civiles ex militares, entre los cuales destaca el ex capitán Alberto Enríquez del Valle, quien es el segundo comandante del CPCP y quien ``da la cara'' por el grupo, toda vez que el teniente coronel Bacilio es prófugo de la justicia militar por el delito de deserción.

Los familiares de Gallardo entregaron a los medios de información dos escritos del general, en los que subrayó que el movimiento del CPCP ``es auténtico y legítimo'' porque denuncia el abuso de poder de los mandos que se cubren con el fuero de guerra para violar los derechos humanos de sus subordinados.

Afirmó que la discrepancia de ideas y de objetivos entre él y Bacilio en la búsqueda de justicia y del bien común es una señal de que existen diversas alternativas para solucionar los problemas.

Señaló que la marcha de los militares disidentes de hace unos días refleja también ``el espectro de descomposición que existe en las cúpulas de mando, de la injusticia, de la impunidad, del autoritarismo y de los tufos mafiosos con que fluye la justicia y el ejercicio del poder militar''.

En respuesta a los críticos del movimiento disidente, Gallardo apuntó también: ``Menos autoridad moral tienen los que erigidos en jueces y exhortando a la disciplina militar , protegidos bajo la sombra del poder, han realizado actos criminales y socavado aquello que juraron guardar y hacer guardar bajo protesta: el estado de derecho y las instituciones, la disciplina y la moral del Ejército, la civilidad del Estado y la Constitución, situación que ha colocado al gobierno y al Ejército en el escarnio internacional''.

Insistió en que ``nada más legítimo puede existir que el oponer la dignidad al autoritarismo'', y que en el Ejército se viven tiempos en los cuales sólo se presenta como verdadero el razonamiento de quienes mandan, ``un tiempo de inapelable dogmatismo'' del poder.

``Nadie niega que un gobierno debe ser fuerte, que debe ejercer con energía su autoridad, a la vez que el Ejército tiene como columna vertebral la rigidez y la disciplina que también es su sustento. Por ello, gobierno y Ejército, para legitimar su acción, deben ajustarse a la legalidad y ésta a la justicia para ser legítima. Ese, y no otro, es el quid de los problemas de corrupción e impunidad en México.''

Señaló que el Ejército debe estar abierto al escrutinio social y a la rendición de cuentas, por lo que ``es de llamar la atención que con todas las vidas que en esta gestión se han perdido por mala fe, ignorancia o falta de capacidad de mando, el Congreso no haya llamado a comparecer al secretario de la Defensa Nacional''.