La Jornada 30 de diciembre de 1998

``Maté a True porque quiso violar a mi esposa'', dice uno de los acusados

Cayetano Frías Frías, corresponsal, Guadalajara, Jal., 29 de diciembre Ť Los dos huicholes señalados como presuntos autores de la muerte de Philip Theodore True Mitchell aseguraron en su declaración preparatoria en el juzgado cuarto de lo penal que fue uno de ellos quien lo asesinó porque el estadunidense intentó violar a su esposa, con lo cual rechazaron la versión difundida por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

En el oficio 3332 (98), enviado por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses al director de Averiguaciones Previas, aparecen los resultados de los exámenes toxicológicos practicados al cadáver de True, y se confirma que se encontró alcohol etílico en una concentración de 260 miligramos sobre 100, y también resultó positiva la presencia de ácido aminovalérico.

Los inculpados, Miguel Hernández de la Cruz y Juan Chivarra de la Cruz, coincidieron en que True entró sin permiso a la casa del primero luego de haberlo pateado. Salieron llorando la esposa y los hijos y, al salir, Miguel lo estranguló con un paliacate.

En entrevista, los huicholes aseguraron que fueron torturados y golpeados por los agentes de la policía investigadora y militares que los detuvieron el 24 de diciembre, y no el 26, como afirma la Procuraduría estatal. Asimismo, afirmaron que Juan Chivarra solamente participó en la sepultura del cadáver, no en el homicidio.

El juez cuarto de lo penal, Jesús Salvador Rivera Claro, informó que este miércoles podría determinarse la situación jurídica de los acusados, pero si no se desahogan algunas diligencias pendientes, será el jueves cuando se decrete la formal prisión o la libertad para los detenidos.

Personal del juzgado dijo que le causó extrañeza que se haya enviado a los detenidos al reclusorio de Puente Grande, pues la jurisdicción del caso corresponde a los juzgados de San Martín de Bolaños o de Colotlán, adonde seguramente remitirán a los presuntos homicidas una vez que se resuelva su situación jurídica.

Múltiples contradicciones

En las declaraciones enviadas por la Procuraduría estatal al juzgado, los detenidos afirman que entre los dos asesinaron al estadunidense al pasar por una brecha, en presencia de la esposa de Juan Chivarra, porque supuestamente el reportero del San Antonio Express-News los molestó al tomarles fotografías y a sus lugares sagrados.

Sin embargo, ayer, ante el juez cuarto de lo penal, Miguel Hernández de la Cruz declaró: ``El día 4 de diciembre como a las diez de la mañana, yo me encontraba en mi rancho; estaba sentado en mi casa. En eso llegó el gringo. Me hablaba, pero yo no lo entendía bien, y el gringo me dio una patada y se metió a mi casa sin mi permiso.

``En mi casa estaban mi familia, mis hijos que son tres, que están chicos, y mi esposa de nombre Amalia Chivarra de la Cruz. Se metió el gringo y a lo mejor quería violar a mi esposa. Yo pensé eso, ya que a lo mejor así andaba el gringo. Yo me enojé y al ir saliendo el gringo por la puerta de mi casa, agarré un paliacate que el gringo traía en la parte de atrás de su mochila y con el paliacate lo agarré del cuello y lo ahorqué'', declaró.

Por su parte, Juan Chivarra de la Cruz dijo que ese día estaba vacunando el ganado cuando llegó ``el gringo'' y ``sin permiso se metió a la casa de Miguel, se molestó y la familia de Miguel y su esposa salieron llorando. Miguel se enojó y como no sabía hablar bien el español, el gringo le hablaba y Miguel se asustó, le dio coraje.

``Yo me encontraba --prosiguió Juan-- como a una distancia de diez metros de donde estaba Miguel. Solamente escuchaba gritos y lloradera y cuando terminé de vacunar fui a la casa de Miguel. Cuando lo vi me asusté y Miguel me dijo que había matado al gringo porque se había metido sin permiso a su casa y que había querido violar a su esposa''.

Ambos señalaron que posteriormente lo llevaron a un lugar entre matorrales y el día 6 de diciembre partieron a pagar una manda rumbo a Jesús María del Nayar y cuando retornaron, el día 10, ya se había iniciado la búsqueda del estadunidense, por lo que decidieron llevarlo al Río de las Estrellas para sepultarlo, pero como no podían cargarlo, lo arrastraron durante varias horas.

Aseguran que los turturaron

Entrevistados en el área de gobierno del penal, los presuntos homicidas afirmaron que soldados y agentes investigadores los golpearon. Juan Chivarra dijo que después de inhumar a True ambos se fueron de cacería a Barranca del Tule, en los límites entre Jalisco y Nayarit.

Relató que el 23 de diciembre, cuando llegaron a Mesa de Banca, se enteraron de que los militares y los agentes de la policía investigadora habían golpeado a su madre y especialmente a su padre, Francisco Chivarra López, a quien tuvieron sin comer durante tres días y ya vomitaba sangre, y le exigían que les revelara el paradero de su hijo.

Chivarra de la Cruz agregó que cuando lo detuvieron los ``judiciales verdes'', el 24 de diciembre, después de acusarlo de haber asesinado a True lo subieron a un helicóptero militar y lo amenazaron con lanzarlo al vacío si no les indicaba el lugar donde estaba enterrado el cuerpo y donde habían dejado la bolsa de equipaje.

Miguel Hernández de la Cruz precisó que lo detuvieron el 24 de diciembre, lo tuvieron en un local que ``parecía una bodega'', lo golpearon y durante la noche lo sacaron varias veces al patio.

Hasta esta tarde no se había presentado personal del Instituto Nacional Indigenista para auxiliar a los huicholes; sólo representantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos habían acudido al reclusorio para entrevistarse con ellos y con el juez.