Los obispos de Chiapas convocan a las partes a buscar otro camino a la paz
Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 1o. de enero Ť Los obispos de Chiapas hicieron un llamado urgente al gobierno federal, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y a la sociedad civil para buscar nuevos caminos que conduzcan a la paz, pues aseguran que la falta de solución del conflicto ha significado un retroceso y la agudización del mismo, con un doloroso costo de víctimas indígenas.
Para el obispo de Tapachula, Felipe Arizmendi Esquivel, la contaminación política del conflicto armado desde la aparición del EZLN hace cinco años ha hecho más difícil que se pueda llegar a un acuerdo, ``aunque ya es urgente una solución, porque existe una severa descomposición al interior de las comunidades y es un riesgo latente de enfrentamiento''.
El prelado reconoció que el EZLN promovió a nivel nacional una conciencia más fuerte sobre los derechos de los indígenas, pero precisó que el recurso de las armas ha generado más miseria y provocado una gran inestabilidad en el interior de las comunidades indígenas, lo cual es la causa de miles de desplazados y la radicalización de posturas por ambas partes.
``El surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional hizo caer a México en la cuenta de que los indígenas son un grupo muy importante en la configuración de la realidad nacional y no se puede prescindir de ellos. No son menospreciables y no puede permitirse su extinción, sino por el contrario, hay que rescatar y aprender mucho de sus valores que enriquecen a nuestra cultura'', puntualizó el obispo Arizmendi al realizar un balance del quinto aniversario de la aparición del EZLN.
Asimismo, advirtió a las autoridades del estado y de la Federación que existe ``un riesgo latente'' de enfrentamiento en el interior de las comunidades indígenas, pero al mismo tiempo descartó que los zapatistas puedan volver a los enfrentamientos directos con el Ejército Mexicano.
En la misa solemne de Acción de Gracia, celebrada el pasado 31 de diciembre, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, invitó a los feligreses a reflexionar sobre el nuevo año, ``pues pasamos de un proceso a otro'', y dijo que todos los chiapanecos y mexicanos quieren que existan signos esperanzadores, positivos que nos indiquen la construcción del amor, la justicia y la verdad.
``Nosostros debemos ser capaces de detener los acontecimientos negativos'', señaló dirigiéndose a cientos de personas que abarrotaron la catedral de San Cristóbal de las Casas el día de año nuevo, y agregó: ``estamos retados a buscar alternativas por la construcción de la paz''.
El obispo Ruiz García y su coadjutor Raúl Vera López reconocieron que el diálogo de paz suspendido y las posturas políticas congeladas han alejado la posibilidad de buscar solución a las causas del conflicto armado, iniciado en 1994, y que puso en escaparate público la realidad de México.
``La insistencia en reducir el significado del conflicto a una problemática local y el incumplimiento de los primeros acuerdos firmados frustraron las expectativas que muchos mexicanos nos habíamos forjados, al confiar en el camino del diálogo y la negociación para resolver los conflictos y rezagos que, al igual que en muchos lugares de América Latina, marcan a nuestro país'', precisan en su análisis los dos obispos de la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
En la urgencia de buscar caminos que conduzcan a la paz coincide el obispo de Tuxtla Gutiérrez, Felipe Aguirre Franco, quien consideró que las partes en pugna discutan las ambigüedades de los acuerdos sobre derecho y cultura indígenas, y que sean los propios legisladores los que determinen si en realidad adquirió la categoría de ley.
Ruiz García dijo que es necesario que se quiten los escudos de impermeabilización, y con una actitud abierta planteen sus propuestas. Al mismo tiempo descartó que el EZLN, el gobierno del presidente Ernesto Zedillo y la sociedad civil pretendan remontar las negociaciones pacificadoras hasta año 2000, cuando se produzca con la coyuntura del proceso electoral.