Rabasa: la guerrilla, causa de un mayor deterioro social
José Gil Olmos Ť A cinco años de la aparición pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el coordinador gubernamental para el diálogo en Chiapas, Emilio Rabasa Gamboa, aseguró que el movimiento rebelde ``fracasó'', pues contrariamente al bienestar que ofreció a las comunidades indígenas donde tiene su fuerza, por el ``empecinamiento de su dirigencia'' sólo ha deteriorado las condiciones de vida de miles de personas.
Desde su perspectiva, a lo largo de este lustro, el subcomandante Marcos ha perdido la claridad política de su objetivo inicial, y ahora, con el llamado a la Consulta Nacional para insertar los derechos indígenas a la Constitución, sólo pretende alargar innecesariamente el conflicto para el 2000 o incluso, más allá del cambio presidencial, y establecer un nuevo reposicionamiento del EZLN ante la pérdida de bases y del interés nacional e internacional.
Al hacer un balance de la situación en Chiapas, el funcionario rechazó que en esta zona exista una ``guerra''. Afirmó que se trata sólo de un conflicto político regional que podría empeorar en el futuro con más actos de violencia, como en el caso de Acteal, si el subcomandante Marcos insiste en su negativa de no dialogar con el gobierno que ha propiciado las condiciones para reanudar las negociaciones rotas desde septiembre de 1996.
Luego de anunciar que el gobierno del presidente Zedillo hará nuevas iniciativas de dialogo a lo largo de este año, aceptó la posibilidad de analizar la creación de una nueva instancia de mediación, como lo han pedido el EZLN y la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), ``siempre y cuando sea nacional, lo más profesional que se pueda y no protagónica''.
En este sentido reafirmó que se podría ``ventilar'' esta propuesta si se pone como condición sine qua non para reanudar el dialogo, pero sin la presencia del obispo Samuel Ruiz, porque él representa una instancia que ya cumplió su ciclo y un esquema que demostró inutilidad para convocar a la partes.
Rabasa es el quinto coordinador que el gobierno federal ha nombrado para negociar con el grupo rebelde desde su aparición pública el primero de enero de 1994. Hace un año tomó posesión del cargo y desde entonces ha buscado infructuosamente establecer un contacto directo con la comandancia del EZLN.
-A un año de haber llegado a la coordinación, ¿qué es lo que hay en Chiapas para usted, es una guerra, una rebelión, un conflicto indígena?
-Diría que hay un problema social muy grande que todavía no se ha resuelto, fundamentalmente una falta de desarrollo económico y social sustentable, de un esquema adecuado de justicia, de mecanismo de aplicación de la ley. Diría que hay un rezago social, sobre todo de las comunidades indígenas -un millón 300 mil personas-, que implica un compromiso que aún no se ha resuelto. Al final de todo esto, hay un conflicto con el EZLN, de naturaleza política, que ha tenido brotes de violencia.
El diagnóstico de Emilio Rabasa sobre el conflicto chiapaneco parte del objetivo inicial del EZLN, cuando se formó hace 15 años: mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas de Chiapas.
``A cinco años no solamente creo que no se ha conseguido este objetivo sino incluso lo opuesto, es decir, un deterioro mayúsculo de las condiciones de vida de las comunidades indígenas donde está asentado el zapatismo. La pregunta es: ¿estas comunidades que aceptaron utilizar las armas y aceptaron seguir a la dirigencia del EZLN y a Marcos, ahora qué se les dice? ¿Que todavía deben de seguir esperando, incluso en condiciones de vida más adversas, a que algún día se obtenga lo que se les prometió hace cuatro años y no se está obteniendo?
-¿Es un fracaso el movimiento zapatista?
-Sí, porque no se han mejorado las condiciones de vida de las comunidades indígenas, ése es el objetivo en función de lo cual se le tiene que medir.
-¿Pero no se le está responsabilizando al EZLN de funciones que le corresponden al gobierno?
-No de ninguna manera, el EZLN prometió, mediante el levantamiento armado, mejores condiciones de vida para las comunidades indígenas, mejores condiciones de salud, de educación, agua potable, etcétera. ¿En dónde están? Eso si se le ofreció, esa fue la justificación principal por la cual se acogieron a las armas una porción de las comunidades de las regiones, sobre todo tzotzil y tzeltal, y sin embargo no se han visto satisfechas.
-¿Como representante del gobierno para la negociación y el diálogo en Chiapas, qué es lo que más le preocupa del EZLN o de Marcos?
-Yo diría que su falta de claridad y de definición política en cuanto al objetivo que persigue. Me explico: en el reciente comunicado, con motivo del quinto aniversario del levantamiento, utiliza, en primer lugar, un lenguaje que lo calificaría de vergonzante, porque finalmente si cambiamos términos de ``arriba'', ``abajo'', ``los de arriba'', ``los de abajo'', ``mirar hacia arriba'', ``mirar hacia abajo'', por los términos clásicos de la doctrina y de la ideología marxista, es un discurso marxista. No es que esté mal, lo que está mal es por qué se encubre y por qué no se utiliza el lenguaje llano, típico de la ideología que se profesa.
Según Rabasa, el análisis que hace el subcomandante Marcos de la realidad chiapaneca oculta varios aspectos. Por ejemplo, en el caso de la matanza de Acteal donde responsabiliza a altos funcionarios, incluyéndolo, ``no hay ninguna evidencia de que esto haya sido así'' y omite el hecho de que dos factores importantes para entender la masacre fueron la constitución del municipio autónomo de Polhó y el despojo del banco de arena de Majomut.
De la consulta nacional sobre derechos indígenas, a la que ha convocado el EZLN para el 21 de marzo próximo, Rabasa advirtió que no se permitirá la salida de zapatistas armados y señaló que espera conocer la forma en cómo pretenden realizarla para dar una posición más precisa.
``Creo que el gobierno está ante todo obligado a respetar y hacer que se respete el orden jurídico. Si, por ejemplo, se pretende que vayan a distintos municipios personas armadas, pues evidentemente no se puede consentir, porque la Constitución es muy clara en ese sentido, al decir que ninguna reunión armada puede deliberar''. Agregó que esta consulta ya está ``predeterminada''.
-¿Por qué cree que Marcos no quiere el diálogo? ¿No quiere dialogar con el secretario Labastida para no darle una carta de aval como candidato a la Presidencia de la República por el PRI?
-Marcos se ha venido negando al diálogo incluso desde antes de que el secretario Labastida llegara a esta posición. No es la negativa a raíz de la llegada de Labastida a la Secretaría de Gobernación, ha mantenido esa negativa desde que suspendió unilateralmente el diálogo en 1996, luego entonces yo no advertiría o vería una relación de tipo político en función de esa negativa. Mi apreciación es que quiere prolongar innecesariamente el conflicto basado en un análisis y en un diagnóstico equivocado de la situación nacional e internacional. Probablemente porque pretenda que pueda obtener mayores beneficios si llega con el movimiento al año 2000, aunque también explícitamente ha dicho en las últimas entrevistas que no es su pretensión llevarlo allá.
-Cuál sería el destino del conflicto?
-En primer lugar hacia un mayor deterioro de las condiciones de vida de las comunidades indígenas en donde el EZLN está asentado. No es poca gente la que está padeciendo esto porque una dirigencia se empecina en no solucionar el conflicto a la brevedad posible, no obstante que se han puesto todas las condiciones para que así sea. En segundo lugar, seguiremos teniendo latente un conflicto que puede provocar, como ya se dio, brotes de violencia, por lo tanto, la perspectiva para este año debe de ser de diálogo. El gobierno seguirá desplegando las iniciativas para tratar de convencer al EZLN que lo que más le conviene es el diálogo.