La Jornada 4 de enero de 1999
El homicidio de Colosio, obra del narco o de un solo asesino: PGR
homicidio
Roberto Garduño y Juan Manuel Venegas Ť La fiscalía
especial del caso Colosio mantiene sólo dos líneas de investigación:
la participación del narcotráfico organizado en el homicidio contra el
candidato presidencial del PRI y la tesis de que Mario Aburto Martínez
preparó, planeó y ejecutó solo el asesinato.
Ni crimen de Estado ni confabulación desde el poder. Los documentos elabo- rados por la Procuraduría General de la República (PGR) descartan cualquier participación de los grupos políticos o económicos en el homicidio; por el contrario, sugieren que los cárteles de Tijuana, de Juárez o del Golfo, por una venganza o sintiéndose en desventaja unos con otros, decidieron eliminar a Luis Donaldo Colosio Murrieta.
El fiscal Luis Raúl González Pérez, por otro lado, estudia la tesis de que Aburto fue un asesino solitario y que nadie, ninguna otra persona o grupo, existió atrás del homicida confeso.
En los últimos diez meses la fiscalía ha desechado 25 de 27 líneas de investigación y se ha encargado de trabajar sobre las versiones del supuesto financiamiento de 10 millones de dólares que el jefe del cártel del Golfo, Juan García Abrego, habría aportado a la campaña de Colosio; la presunta amistad y "compadrazgo" que un narcotraficante, de nombre Moisés Juárez Ledezma, El Dientón, presumía de tener con el aspirante presidencial, y la existencia de una fotografía donde, supuestamente, aparecía Colosio con Raúl Salinas de Gortari y un lugarteniente de García Abrego.
Otra de las pistas que siguen las autoridades respecto a la participación del narcotráfico en el atentado de Lomas Taurinas tiene que ver con los datos en torno a la "desinvitación" a Humberto García Abrego para una reunión que Colosio sostuvo con empresarios de Monterrey, Nuevo León. De acuerdo con esta teoría, la negativa del candidato a recibir al hermano del barón de Tamaulipas provocó su ira y, por venganza, habría ordenado asesinarlo.
Paralelamente, la fiscalía desarrolla otra variable que inmiscuye al cártel de Juárez, de Amado Carrillo Fuentes. Esta organización habría eliminado al candidato priísta con la intención de asestar un golpe a sus eternos enemigos del cártel de Tijuana, los hermanos Arellano Félix. De acuerdo con esta idea que trabajan los investigadores, el grupo cercano a Carrillo Fuentes habría "presupuesto" que la muerte de Colosio en territorio tijuanense "focalizaría la atención" de las autoridades sobre Ramón y Benjamín Arellano, sin descartar incluso su detención.
De lograrse este objetivo ųdice una de las teorías que sigue la Procuraduría General de la República (PGR)ų, el cártel de Juárez ampliaría su espacio de poder en el crimen organizado en México.
Por lo que hace a la posibilidad de que fueran los hermanos Arellano Félix los autores intelectuales del atentado, la fiscalía tiene la siguiente versión: "El 7 de abril de 1994, en la embajada de México en Colombia, se recibió una llamada telefónica de un sujeto, del que posteriormente se supo su nombre, quien manifestó que podría proporcionar información confidencial, a cambio de que el gobierno de México le otorgara una cantidad de dinero y seguridad para su familia.
"Comentó ųen aquella fechaų que desde hacía algunos días era escolta de tres mexicanos vinculados con el narcotráfico y que les había oído decir que tenían relación con el homicidio de Colosio Murrieta. El único dato que conocía era el apellido de uno de ellos, el cual podría corresponder al de un lugarteniente de los hermanos Arellano Félix ųen los documentos de la fiscalía no se precisa el nombreų.
"Se ha corroborado la identidad de quien proporcionó la versión. Elementos de la fiscalía lo contactaron personalmente en Colombia en agosto de 1997; sin embargo, inexplicablemente desapareció y no fue ni ha sido posible obtener la información que se supone proporcionaría. A petición de la fiscalía del caso Colosio, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS) solicitó la localización de esta persona a las autoridades colombianas".
Eliminado, el móvil político
Luego de poco más de dos años de hacerse responsable de las pesquisas del asesinato de Colosio, el fiscal González Pérez desechó 25 de las 27 líneas de investigación en las que su equipo trabajó.
Tras la "confirmación" de que Aburto Martínez fue la única persona que disparó contra el candidato presidencial (González Pérez echó abajo por completo la tesis de su antecesor, Pablo Chapa, de la existencia de un segundo tirador), el fiscal se dio a la tarea de encontrar el móvil del atentado y, con ello, los grupos que pudieron haber preparado el complot e instigado a Aburto a cometer el crimen.
Una a una fue descartando las diversas teorías que se le presentaron, entre las que destacó la del complot político perpetrado desde las más altas esferas del poder y que involucraba al propio ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari; a su principal asesor, José Córdoba Montoya, y a elementos del Estado Mayor Presidencial.
Los documentos y las pruebas que ha reunido el equipo de González Pérez concluyen que no hay elementos para mantener esta hipótesis. Por el contrario, a tres meses de que se cumplan cinco años del homicidio, regresa a la tesis del primer fiscal del caso, Miguel Montes: fue Aburto un asesino solitario; y sólo deja abierta una línea de investigación más: la del narcotráfico. El desaire a Humberto García Abrego y la foto con Raúl.
El 14 de marzo de 1994, en las instalaciones del Centro de Convenciones de Cintermex, en Monterrey, Colosio acudió a una reunión con empresarios regiomontanos en donde estarían presentes Francisco Javier Gamboa Berthau, lavadólares de Juan García Abrego, y el hermano de éste, Humberto. Pero una vez que el candidato fue alertado de la presencia de estos dos sujetos, mandó retirarles la invitación, razón que pudo haber provocado el enojo del jefe del cártel del Golfo.
La fiscalía cuenta con 349 fotografías y un videocasete de aquella reunión, en las que se corrobora la ausencia de Humberto García Abrego. Hasta la fecha, los investigadores no han podido aclarar si éste recibió invitación o no, o si la recibió y efectivamente, le fue retirada.
La PGR pudo comprobar que Eduardo Valle Espinoza, ex colaborador de la institución en la lucha contra el narcotráfico, sí alertó a Colosio de la posibilidad de que García Abrego estuviera en esa reunión con los empresarios de Monterrey. Teresa Alicia Ríos Rico, secretaria privada de Luis Donaldo Colosio, declaró el 15 de
julio de 1997 que ella "recibió ese mensaje a través de la secretaria de Eduardo Valle, y lo transmitió al candidato en una tarjeta que le entregó personalmente". Agregó que Colosio la leyó en su presencia sin hacer comentario alguno y que no le dio indicación al respecto.
Otro dato que apunta a la organización de García Abrego es la versión que a lo largo de la investigación se recibió de que en el salón Candilejas de Saltillo, Coahuila, Luis Donaldo Colosio tendría una entrevista con Humberto García Abrego, el 24 de enero de 1994. De acuerdo con una investigación proporcionada a la fiscalía por Roberto Adrián Morales, director del rotativo El Demócrata, "nunca se llevó a cabo evento alguno con el fin de acercar a Colosio con Humberto García Abrego y sólo se rumoró que el candidato asistiría a la inauguración del salón Candilejas, lo cual no ocurrió".
La fiscalía encontró que Luis Donaldo Colosio sí estuvo presente en Saltillo el 24 de enero de 1994, porque tuvo una entrevista en las instalaciones del Canal 7 de televisión ųse cuenta con material fotográfico que así lo acreditaų; sin embargo, no hay datos que indiquen haya asistido al salón Candilejas, que se logró establecer fue propiedad de Juan Chapa Garza, miembro del Grupo Aztlán y presunto socio de Juan García Abrego, "y que en 1994 inició una operación de compra-venta del mencionado lugar ųsalón Candilejasų con Roberto Casimiro González Treviño, propietario del grupo empresarial RSG (Canal 7)". Esa transacción no se realizó debido a que la PGR se incautó del inmueble.
Otra de las pistas que sigue la PGR en su tesis de la participación del cártel del Golfo en el atentado es la existencia de una "supuesta fotografía en donde aparece Luis Donaldo Colosio con Raúl Salinas de Gortari y un lugarteniente de Juan García Abrego", así como la declaración ministerial de Heriberto Riojas Monteverde, primo de Diana Laura Riojas, actualmente recluido por delitos contra la salud en la ciudad de Monterrey.
Según el testimonio del pariente de la viuda del candidato asesinado, "el ex comandante de la Policía Judicial Federal (PJF), Guadalupe Gutiérrez López, y el agente Armando Gómez Gallardo, estuvieron en Tijuana dos semanas antes del homicidio y seguramente ambos tuvieron que ver con la muerte de Colosio".
En los documentos que ha elaborado la PGR figura una versión que refiere que supuestamente Raúl Salinas de Gortari "recibió la cantidad de 10 millones de dólares de Enrique 'N', sobrino de Juan García Abrego", para financiar la campaña presidencial del candidato priísta. Presuntamente esos datos fueron recabados de la revista US News and World Report.
El informe de la Interpol-México:
involucramiento del cártel de Juárez
La fiscalía a cargo de Luis Raúl González Pérez también siguió una investigación que habría realizado en secreto la PGR durante tres años en relación con las actividades de Juan José Esparragoza El Azul y su presunta participación en el homicidio de Luis Donaldo Colosio. En el tercer informe preliminar del fiscal se explica que los agentes Luis Alvarez Castorela y Pedro Morales, de Interpol-México, siguieron al narcotraficante para determinar sus antecedentes y su ubicación, una vez que cumplió una condena de siete años en el penal federal de Almoloya, por delitos contra la salud. El Azul obtuvo su libertad a finales de 1993, y desde entonces no se sabe de su paradero.
El reporte de los agentes de la Interpol refiere que Juan José Esparragoza "pretendía crear una especie de federación del narcotráfico en la que participarían todos los grupos y cesaría la guerra entre ellos". En concordancia, una versión periodística de la que se desprende esa tesis señaló, entonces, que el proyecto implicaba al mismo Azul, a José Luis Amezcua, a Arturo Guzmán Loera ųhermano de El Chapo Guzmánų, Juan José Quintero Payán El Juanjo, Arturo Beltrán y Filiberto Lupercio Serratos.
La PGR determinó al respecto que no existen datos que corroboren la pretendida creación de esa federación, y no se ha establecido hasta ahora la existencia del informe de Alvarez Castorela y Pedro Morales, que involucre a Juan José Esparragoza en el atentado de Lomas Taurinas. Pedro Morales manifestó que él nunca tuvo conocimiento de ese informe y que la Interpol-México no desempeñó ningún papel en el caso Colosio.
Emilio Islas Rangel, ex director de Interpol-México, declaró el 8 de mayo de 1997 que no recordaba haber solicitado dicho informe para investigar a El Azul. Y en relación con Luis Alvarez Castorela, se encontró que efectivamente trabajó en el Ministerio Público Federal adscrito a Interpol-México. Hasta la fecha no se le ha podido ubicar y no ha rendido su testimonio ante las autoridades que siguen el caso.
La fiscalía que prosigue la indagatoria señala que en relación con la línea del narcotráfico, en algunos casos se cuenta con declaraciones ministeriales que sustentan los datos, pero éstos deben corroborarse, y en otros, se trata de especulaciones o hipótesis "que, aunque no cuentan con mayor soporte, obligan igualmente a profundizar en ellas, bajo la consideración de que no debe quedar sospecha sin aclarar".