Letra S, 7 de enero de 1999
Niegan permiso a albergue en Guanajuato
El pasado 12 de noviembre, el presidente municipal de Abasolo, Guanajuato, Eduardo Martínez Pérez, negó, por medio de un oficio, el permiso de uso de suelo para el establecimiento de un albergue para enfermos con sida en fase terminal. El albergue sería administrado por la Casa de la Esperanza Compartida Vida, A.C. ``Renacemos Juntos'', organización que ofrece desde hace un año atención médica, psicológica y espiritual, de manera gratuita, a personas de escasos recursos económicos con VIH y en fase terminal de padecimientos como sida, cáncer, diabetes y otras enfermedades. En un oficio dirigido al ingeniero Oswaldo Gandarillas, propietario del terreno donde se instalaría el albergue, el mandatario municipal arguye que el permiso de uso de suelo debe ser sometido al cuerpo edilicio cuando se trata de un ``giro delicado como es éste''. Además, añade Martínez Pérez, la instalación de dicho albergue podría generar un problema social entre los habitantes de las comunidades aledañas. ``¿Qué es, en opinión del ingeniero Martínez Pérez y el cuerpo edilicio, un `giro delicado' y cuál cree que es el suelo `adecuado' para establecer un albergue'', cuestionó la psicóloga María Virginia Gandarillas Castillejos, presidenta de la Casa de la Esperanza, en un documento dirigido al mandatario mexicano, Ernesto Zedillo Ponce de León, en el que solicita su intervención directa para solucionar el conflicto. (Notiese)
A prueba nuevo fármaco contra el VIH
T-20 es el nombre de un nuevo fármaco que está en la fase II de su etapa experimental. Dicho medicamento se le suministró a 16 pacientes durante dos semanas, quienes redujeron la cantidad de virus del sida en su sangre hasta en un 99 por ciento, según los resultados preliminares de un estudio que se lleva a cabo en la Universidad de Alabama, Estados Unidos. Dicha información fue revelada por la revista Nature Medicine en su edición de noviembre. En contraste con otros medicamentos antivirales como el AZT, que actúan solamente después de que las células son infectadas, el T-20, un inhibidor de fusión, es la primera de una nueva generación de drogas anti VIH que bloquea la entrada del virus a la célula. ``Hay un grupo creciente de pacientes infectados con VIH que comienzan a no responder a los tratamientos y cuando se mira el desarrollo de la investigación, el T-20 es la única droga en fase II de ensayo clínico que ataca al VIH por una vía diferente de acción'' comentó Michael Kilby, uno de los investigadores. Esto significa, añadió, que el T-20 debe ser efectivo contra un virus emergente que resista a múltiples drogas. Por ello, la nueva droga será extensamente probada en los próximos meses, indicó el investigador. (Agencias)
La Asamblea francesa aprueba las ``uniones de hecho''
Hicieron falta 70 horas de debate, y días y noches de consultas políticas para que el PACS (Pacto Civil de Solidaridad) fuese aprobado finalmente por la Asamblea francesa con 316 votos a favor y 249 en contra. El paso siguiente es el Senado, donde todos aseguran que volverá a ser deshecha y rehecha. De este modo, el Parlamento tendrá que pronunciarse de nuevo. En definitiva, el PACS, fruto de un debate público promovido hace siete años por las asociaciones homosexuales, tiene todavía un largo camino que recorrer antes de que se convierta en ley de la República Francesa y los franceses puedan disponer de un instrumento que permita a dos personas adultas organizar su vida común, ya sean de sexo diferente o del mismo. La oposición de derecha, al igual que parte de la mayoría, se oponen a este ``matrimonio de segunda categoría'', un pacto que no prevé deberes, sino sólo derechos, pero al final el gobierno está logrando imponer su línea, aunque con grandes dificultades. Para tratar de seducir a las mayorías, el gobierno ha hecho un añadido al proyecto de ley por el que el PACS no sólo servirá para legitimar el ``matrimonio entre homosexuales'', sino incluso la vida común entre pares de hermanos y/o de hermanas. La oposición ha organizado una manifestación contra la ley para el 31 de enero de 1999. (Zenit)
Primer ``matrimonio'' gay en Colombia
El 11 de diciembre de 1998 se efectuó la primera unión con plenos efectos legales entre dos hombres homosexuales en Colombia. La pareja se presentó ante una notaría de Santa Fe de Bogotá para manifestar su amor y conformar mediante un documento solemne un régimen económico especial para ellos. Este contrato incluye una cláusula por la cual comparten sus bienes y si un día dejaran de amarse habría de realizarse el proceso de separación de bienes. Gracias a este contrato de naturaleza asociativa, la pareja también tendrá beneficios sociales compartidos, así como fondos de pensiones y cesantías, asimismo, si uno de ellos llegara a morir, los bienes adquiridos pertenecerán al sobreviviente. El abogado encargado del caso Humberto Rincón Perfetti, comentó que ``aunque este contrato, mediante el cual dos personas unen por amor sus vidas y sus bienes particulares, conforma un régimen patrimonial, y no alcanza a ser un matrimonio como tal, sin embargo, es un acto que tiene una importancia jurídica, social y familiar indiscutible.'' (Notiese)
Amplían recursos del Fonsida
El pasado 1 de diciembre en la reunión de evaluación del Fonsida, el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, anunció el apoyo de 30 millones de pesos para Fonsida, otorgados por el presidente Zedillo. Con dicho apoyo se podrá incrementar el número de personas atendidas por este organismo civil, el cual atiende un total de 178 personas, de las cuales 136 son menores de 18 años, 40 mujeres embarazadas y dos mujeres postparto, a quienes se les otorga atención médica y medicamentos de manera gratuita. En la actualidad, sólo 53 por ciento de las personas infectadas por el VIH/sida tienen seguridad social, y en consecuencia acceso a los medicamentos, el 47 por ciento restante no tiene protección alguna y la mayoría son de escasos recursos. El secretario de Salud agregó que ``los efectos de los medicamentos han transformado la vida de los enfermos, en consecuencia tienen derecho a ellos y nosotros la obligación de proporcionárselos''. También informó que se pusieron en marcha tres clínicas para niños enfermos e infectados por el VIH/sida en los hospitales General de México e Infantil de México y en el Instituto Nacional de Pediatría de la Secretaría. Por otra parte, el secretario de Salud firmó, el pasado 15 de diciembre, un convenio de colaboración con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión (CNIRT), licenciado Javier Sánchez Campuzano, con el objeto de ampliar la cobertura de los mensajes de promoción y cuidado de la salud, a través de la difusión masiva por radio y televisión. Los temas prioritarios son: la salud reproductiva, sida y los medicamentos genéricos intercambiables. (Notiese)
Para inscribir perdurablemente un tatuaje sobre la piel, es preciso que una aguja especial penetre hasta la dermis e impregne con tintas el tejido subcutáneo mediante una serie de punciones que con trazos exactos laceren la epidermis hasta completar un diseño policromo, un símbolo o un graffiti, una declaración de amor, un corazón cruzado, o de odio, una suástica, una calavera. El tatuaje es en ocasiones un rito iniciático, el trámite doloroso para ingresar a una pandilla o para convencer al ser amado de la solidez del compromiso afectivo; también puede ser, entre los reos, una señal de jerarquía o una manera de ostentar la categoría de un crimen.
De ser un rasgo distintivo de grupos marginales, la práctica del tatuaje se ha extendido entre amplios sectores de la población, principalmente jóvenes, en donde es ahora una moda cultural que ha creado toda una pequeña industria compuesta de revistas especializadas, calcomanías, ferias y centros de tatuaje.
Son múltiples las nuevas profanaciones del cuerpo, y tenaz la voluntad de modificar la uniformidad de su color y su textura. Mediante el ``piercing``, por ejemplo, se practican perforaciones en regiones predilectas, en la oreja, en las cejas o en los labios, en las tetillas o los pezones, en el glande o en el clítoris, regiones de estimulación erótica donde el contacto del metal, por lo general una argolla, tiene como propósito primero ornamentar la zona elegida, y como finalidad posible, exacerbar la respuesta erótica. Otra técnica, la escarificación, consiste en reproducir una anomalía de la cicatrización (la formación de una turgencia cutánea llamada queloide) y hacer de ella una ornamentación cutánea. A las heridas producidas por un bisturí se les aplica vinagre o sal, y la cicatriz resultante adquiere volumen, como una tumoración longilínea que el maestro escarificador dispone según el diseño elegido por su cliente. Las escarificaciones son comunes en Africa, donde forman parte de rituales de tipo religioso. Por último, el ``branding'', o aplicación de hierro candente sobre la piel, como se marca a un ganado, es una forma --la más rudimentaria de todas-- de inscribir en la piel diseños indelebles; es la quemadura sin anestesia, el suplicio voluntario en aras de una nueva estética corporal.
Pero el tatuaje sigue siendo la técnica más popular para grabar en la piel el mensaje que aspira a ser trascendental y único, aunque los tatuadores siguen viendo cada día la multiplicación de motivos idénticos (águilas, alacranes, corazones, wonder women, serpientes, fantasías esotéricas, vestigios del hippismo, dragones, unicornios). El cuerpo se transforma así en un depósito de bestiarios fantásticos, en bazar de curiosidades, arcón de nostalgias. Para borrar la vieja adicción amorosa que ya es estorbo en la memoria, la técnica del láser logra eliminar el tatuaje sin dejar huella, algo antes imposible. De igual modo, los practicantes de la poligamia pueden multiplicar juramentos de amor a través de tatuajes provisorios, sin punciones ni heridas, más económicos y fácilmente borrables.
El tatuaje puede presentar, sin embargo, serios riesgos para la salud cuando se practica en condiciones desfavorables de higiene, es decir, sin la minuciosa esterilización de las agujas utilizadas, de la autoclave, y sin guantes de látex. Pero contrariamente al temor popular, la mayor amenaza en la práctica del tatuaje no es el virus del sida sino el de la hepatitis B, mucho más resistente al medio ambiente y a los procedimientos esterilizadores. Hasta ahora no se ha registrado un solo caso de sida a partir de la práctica del tatuaje. Los especialistas coinciden en señalar que tatuarse es una práctica cien por ciento segura si se siguen las medidas profilácticas recomendadas. A falta de estudios específicos sobre pinchazos accidentales durante el tatuaje, se han tomado como base de comparación los estudios sobre accidentes con el manejo de agujas entre los trabajadores de la salud. Las estadísticas colectadas por la Asociación Médica Británica y por el Centro para el Control de las Enfermedades, de Atlanta, muestran que de 1,852 trabajadores de la salud que sufrieron pinchazos accidentales con agujas contaminadas por el VIH alrededor del mundo, sólo 9 resultaron infectados. Se calcula que para que una persona infectada transmita el VIH a otra se necesita una cantidad de sangre de por lo menos 0.1 ml., es decir, el equivalente de dos gotas. En un pinchazo accidental, además de que la aguja se retira de inmediato, la herida provocada es muy superficial, con lo que se llega a transmitir muy poca sangre, si acaso alguna.
En el caso del tatuaje quien más se expone al riesgo de infección, por el contacto con la sangre de un cliente infectado, es el tatuador mismo. Pero aún para el artista el riesgo es ínfimo. Los cálculos indican que un experto tendría que tatuar a 50 mil clientes y pincharse en cada ocasión para contraer el virus del sida de esa forma.
La medida más recomendada para prevenir la infección por VIH y por el virus de la hepatitis B durante la práctica del tatuaje es la esterilización de los instrumentos de trabajo, es decir someterlos durante treinta minutos en una autoclave a una temperatura de 121 grados centígrados antes de utilizarlos.
Así lo recomienda Oscar, un tatuador mexicano que ha elegido el nombre artístico de Nix (``diosa de la oscuridad de los romanos''): ``Las medidas higiénicas que debemos tomar son medidas internacionales. Aseptizar y esterilizar, son dos procesos que deben seguirse. Las agujas deben ser nuevas y desecharse después de usarse, en el momento del tatuaje se debe utilizar antibenzil, antiséptico que no irrita la piel. Eso ayuda a que la herida, porque finalmente se trata de una herida, esté controlada y no tenga riesgo de infectarse. Además el tatuador debe utilizar guantes desechables.'' Por su parte, otro tatuador, Guillermo, con el nombre artístico de Danny Wakatanka, añade: ``El problema es que muchos clientes no checan estos detalles. Y esto es grave, porque aunque el VIH no resiste mucho tiempo la exposición al aire, en cambio el virus de la hepatitis B sí puede durar hasta 36 horas en la aguja.''
Las técnicas del tatuaje, las perforaciones y la escarificación presentan posibilidades reales de entrar en contacto con sangre infectada. Por ello deben extremarse las precauciones y las medidas profilácticas, sobre todo cuando se piensa que la gran mayoría de las personas que actualmente recurren al tatuaje y a las perforaciones son jóvenes que no siempre disponen de una información básica acerca de los riesgos de infección por hepatitis B o por VIH.
Información tomada de Safe Tattooing, de Steve Gilbert, en http://tattoos.com/safe.htm
``Cuando recibí mi diagnóstico de positivo al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), pensé que la vida terminaba para mí. La noche anterior al examen le pedí a Dios otra oportunidad. Sentí que Dios me estaba fallando, que me estaba negando esa segunda oportunidad que tanto necesitaba. Ahora veo que no es así, que por fin soy yo mismo, que hago las cosas que realmente deseo, que soy más auténtico.''
La historia anterior fue contada a Letra S por Carlos, médico que recibió su diagnóstico positivo hace un año. Afortunadamente para él, empezó a tomar la terapia triple desde un principio.
Carlos acudió a realizarse la prueba de detección a petición de un infectólogo que lo estaba tratando por unas molestias que tenía, y que pensaba podía ser diabetes. Sin embargo, sólo le mandaron a hacerse la prueba de detección del VIH: ``eso me asustó, pasé la peor noche de mi vida temiendo que fuera a resultar positivo''.
Una amiga laboratorista le realizó la prueba y le dio el resultado en tres horas. ``Fue un giro tremendo en mi vida. Un darme cuenta de que yo estaba tan ignorante respecto a la enfermedad como cualquier gente, no importaba que fuera médico, ignoraba casi todo, pensaba que era una sentencia de muerte, ahora veo que estaba equivocado, que es posible vivir con este virus, hacer casi las mismas cosas que el resto de la gente, pero que hay que ser muy estricto con el tratamiento para que funcione.''
Carlos trabajaba en una clínica; al inicio de su enfermedad, mientras se recuperaba, pidió unos meses para reorganizar su vida. Luego quiso recuperar su empleo y recibió una negativa de sus propios colegas, los cuales le dijeron que estaban con él, que lo apoyarían, pero que no querían que regresara porque podría conocerse su situación y tal vez alejar a los pacientes.
Otro de los momentos amargos para Carlos fue cuando un hematólogo del Hospital General de Occidente le dijo: ``¿cuál quedamos qué es la causa de tu problema? Ah sí, la promiscuidad...''.
El médico Carlos logró afiliarse al Seguro Social e internarse en el Centro Médico por un herpes generalizado. ``Cuando entré al hospital le dije al médico y a mí mismo: no vengo a morir, vengo a recuperarme.''
Tomar la terapia triple contra el VIH requiere de mucho esfuerzo y de conciencia, ya que se debe seguir un horario muy estricto con especificaciones difíciles de seguir.
Desde hace un año Carlos inicia su tratamiento a las cuatro de la mañana, pone el despertador y de manera automática ingiere el medicamento, a veces ya no logra conciliar el sueño, sin embargo sabe que es el precio que debe pagar por estar bien.
Carlos decidió poner su consultorio en otro lado, trabajar de manera independiente, y por supuesto tener todos los cuidados para proteger, más que a sus pacientes, a su persona. Debido al estado deprimido de su sistema de defensas sabe que quién corre más riesgo de contraer alguna infección o enfermedad es él y no sus pacientes, quienes no corren ningún riesgo. (Alicia Yolanda Reyes)