La Jornada 8 de enero de 1999

EN MARCHA, EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA

Afp, Ap, Dpa y Reuters, San Vicente del Caguán, 7 de enero Ť El gobierno colombiano, por conducto del presidente Andrés Pastrana, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) instalaron hoy las mesas del diálogo de paz, con la notoria ausencia del máximo líder rebelde, Manuel Marulanda Vélez.

Mientras Pastrana afirmaba que ``la hora de la paz ha llegado y nada podrá detenernos'', Marulanda hizo llegar un mensaje escrito en el que presentó un recuento histórico de la lucha armada y sus raíces, y reafirmó la exigencia rebelde de aplicación de ``profundas reformas'' económicas, sociales y políticas.

Entre comentarios de decepción y frustración por la ausencia del legendario líder guerrillero, cuyos compañeros la justificaron por la existencia de un presunto plan para atentar contra su vida por parte de ``los enemigos de la paz'', hubo quienes calificaron esa ausencia como la de una ``novia'' que no llega a la boda.

Si bien el presidente lamentó que Marulanda, mejor conocido como Tirofijo, no haya llegado a la cita, restó importancia al asunto al subrayar que ``eso no puede ser razón para no seguir adelante con la instalación de la mesa de conversaciones'', e incluso se mostró optimista pese al desangre que ha sufrido el país en todos estos años.

``Hoy venimos a cumplir una cita con la historia que se ha demorado casi medio siglo en hacerse realidad'', apuntó, y destacó que ``nuestro sacrificio no puede pasar inadvertido, el dolor de las familias, el padecimiento de los secuestrados y la incertidumbre causada por los desaparecidos pesan mucho en nuestros corazones''.

El mandatario llamó sus compatriotas a no olvidar que ``la diferencia entre la guerra y la paz es que en la guerra los padres entierran a sus hijos y en la paz son los hijos los que entierran a sus padres'', y habló de una patria unida y un destino común.

En declaraciones a diarios como El Nacional, de Venezuela, el mandatario acotó que el narcotráfico sigue siendo el peor enemigo de la paz, pero que la paz debe ser convertida en un buen negocio porque una vez lograda la pacificación el gran tema es el económico.

Al diario madrileño El País le dijo que el presidente cubano Fidel Castro ``está muy comprometido con el proceso de paz'' en Colombia y sugirió que todavía tiene mucha influencia en las filas de las FARC, e indicó que el diálogo que ahora se abre muestra que se está cumpliendo con el cronograma previsto para tal efecto.

Mensaje de las FARC

Por el lado de las FARC no sólo se notó la ausencia de Marulanda Vélez, sino también la de su segundo de abordo y principal responsable militar, Jorge Briceño.

Sus lugares estuvieron vacíos en la mesa, y la presencia de sus tres enviados negociadores no pareció llenar del todo esa ausencia: Raúl Reyes, Joaquín Gómez y Fabián Ramírez.

Quizá las madres de los 300 soldados y policías en poder de las FARC, que se hicieron presentes, fueron las que más lamentaron la ausencia del líder rebelde, pues querían pedirle por los suyos.

Pese a todo, el máximo dirigente rebelde --de unos 68 años de edad-- se hizo presente mediante un largo mensaje leído por Gómez, en el cual reclamó ``paz sin hambre, sin leyes represivas, sin mordaza a la prensa, con tierras, salud, vivienda, empleo, crecimiento económico con desarrollo social, derecho a la vida y soberanía''.

También insistió en el desmonte de los grupos paramilitares de derecha, a los que calificó de ``hijos legítimos del Estado que podrían poner en riesgo las conversaciones'', y rechazó la posibilidad de que se le conceda el estatuto político a esos grupos, y por el contrario pidió que sus crímenes no queden impunes.

Abogó por una solución social y no represiva para el problema de los cultivos ilícitos de coca y amapola, e insistió en profundas reformas que beneficien a todos los colombianos. En su mensaje, el líder rebelde subrayó que la eliminación de la injusticia social debe ser el punto de partida hacia un acuerdo de paz.

Las FARC, acorde con Marulanda, no obstante reiterar su voluntad de diálogo, acusaron al presidente Pastrana de pretender cercar militarmente a los líderes rebeldes ``con el pretexto'' de la lucha antidrogas.

Al respecto citó la creación de dos batallones móviles de contraguerrilla, uno de ellos asesorado por Estados Unidos, que se ubica en Guaviare y busca ``cercar'' al secretariado de la guerrilla.

Demandó poner fin a esas hostilidades y al lenguaje agresivo contra los líderes rebeldes, para luego hacer un recuento del movimiento armado colombiano y acusar a diversos ex presidentes y otros dirigentes políticos de haber obstaculizado anteriores iniciativas de pacificación.

Por lo demás, otros comandantes de las FARC justificaron la ausencia de Marulanda Vélez en el acto de apertura de las conversaciones al argumentar que obtuvieron información de un presunto complot para asesinarlo, en el que estarían involucrados el ejército y los paramilitares, aunque fuentes de la sacristía local dijeron que fue una indisposición de salud lo que habría provocado su ausencia.

No obstante, voceros rebeldes dijeron que es posible que su líder esté presente en las primeras pláticas formales previstas para el próximo sábado para avanzar en la conformación de la agenda y cronograma de los diálogos de paz, e incluso se declararon en disposición de que Estados Unidos tenga alguna participación en el proceso.

La ex canciller María Emma Mejía, delegada del gobierno a las conversaciones, confirmó ese encuentro que podría efectuarse en el caserío La Machaca, en la profundidad de la selva del Caquetá.

Explicó que ese primer encuentro será con agenda abierta para ir enriqueciéndola poco a poco, pero dijo que el tono de los discursos de apertura muestra el rumbo de lo que será la agenda.

Entre los invitados, Venezuela se mostró preocupada por la ausencia de Marulanda, pero Francia expresó su alegría por la apertura del diálogo, así como el ex presidente nicaragüense Daniel Ortega; Gabriel García Márquez fue otro de los que se declaró como ``el más antiguo optimista'', y descartó que la insurgencia haga un show después de 40 años si no quisiera la paz.

En tanto que las fuerzas armadas se declararon preparadas para la paz o para la guerra, los paramilitares asesinaron a seis campesinos en dos poblaciones de Antioquia y dos guerrilleros de las FARC murieron en combates en el Meta.