La tradición de noche de Reyes se aposentó una vez más en la ciudad con su caudal de aliento y esperanza, pero también arrastrando inquietudes y preocupaciones.
Dice también la tradición, la oral, que el bien se premia con regalos y que en caso de haber actuado mal no se recibe obsequio alguno y hasta puede aparecer un ``cuerno con ceniza''.
Claro, estamos hablando implícitamente de pensamiento mágico e infantil, pues en la realidad social esto no siempre ocurre, máxime cuando se ubica en los territorios de la política, donde puede incluso hacerse una solicitud legítima en las instancias públicas correspondientes y no recibir nada o mucho menos de lo esperado y a veces ni siquiera una respuesta.
Un revelador ejemplo es el caso reciente del presupuesto que se asignó para 1999 a la ciudad de México, pero especialmente el monto del posible adeudamiento, que a fin de cuentas se redujo a menos de la mitad.
Ya desde fines del año pasado, resentimos la crudeza de empezar 1999 con un presupuesto recortado, con omisiones y hasta negativas para compensarlo con la opción de adquirir préstamos.
A los 50 millones aproximadamente, asignados para el presente año, o poco más que fueran, pero siempre insuficientes, se suspendieron otros apoyos como el de fortalecimiento municipal que el año pasado se concedió al D.F., pero que ahora, de manera incongruente se cancela, además de negarse otro posible ingreso por concepto de infraestructura municipal.
El efecto pernicioso de estas decisiones de los diputados del PRI y el PAN, traspasó esas instancias e impactó de lleno a la ciudadanía y antes de que despertara la bronca rectificaron. Sin embargo, de nueva cuenta condicionan hoy su apoyo, pretextando la negativa del gobierno de la ciudad para asistir a la Cámara de Diputados, que ha cumplido y actuado con apego a derecho, canalizando la propuesta a través del Ejecutivo.
Así, la ciudad amaneció en el cambio de año, amenazado con tener menos recursos y ahora se pretende envolver la equivocación en subterfugios y banalidades, que nadie cree ni acepta. PAN y PRI, decidieron actuar contra el PRD y el propio gobierno del Distrito Federal, cegados por la animadversión partidista y electoral.
No obstante, será fundamental, que se apruebe formalmente esta adición presupuestal y sin condicionamientos injustificados, en tanto se da la gran reforma política del DF, que le otorgue nuevas y plenas facultades, incluyendo en nuestro caso, los relativos a la materia económica.
Y será también importante que se cumpla el deseo ciudadano de hacer bien y pronto las obras y con absoluta honestidad.
Con el 6 de enero, igualmente se vivieron en cascada otros aumentos encabezados por el precio liberado de la tortilla al desaparecer todo subsidio.
Días pues, estos de principio de enero, que con la noche de reyes prácticamente concluye el plazo de las peticiones, para quedar todo un año de retos y trabajo fecundo. Se ve difícil, ante tantas necesidades y rezagos históricos. Se ve lejano, pues los meses parecen alargarse en tiempos de crisis. Veremos.
Pero en todo caso queda claro que ni la ciudad ni los ciudadanos deben pagar las consecuencias, que provienen de malas decisiones, y menos si fuera por venganza o chantajes políticos.
Si alguien no lo entiende, en su momento la ciudadanía cobrará con creces la torpeza o la osadía de los malos políticos y supuestos representantes populares, peor aún si han actuado perversamente con alevosía y ventaja en contra de la ciudad.