El recorte, cobro de una factura política, difundirán delegaciones

Humberto Ortiz Moreno y Bertha Teresa Ramírez Ť Reunido con los 16 delegados políticos del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas ordenó armar una campaña de comunicación y acercamientos con la ciudadanía para concientizar a la población en el sentido de que la desautorización del Congreso federal al endeudamiento del gobierno capitalino significa el cobro de una ``factura política'', y que entienda la gente que la reducción de la obra pública es responsabilidad de los diputados de PRI y PAN.

Las delegaciones, por disposición del gobernante capitalino, serán las menos afectadas con el ajuste y solamente sufrirán una baja promedio de 4.5 por ciento, pero las secretarías sí resultarán severamente perjudicadas, pues la de Educación, Salud y Desarrollo Social verá reducidos sus recursos 18.31 por ciento.

De aquí al lunes todas las dependencias tendrán que actualizar sus programas operativos anuales para integrar un calendario de egresos a más tardar el 29 de enero.

Los titulares de las demarcaciones calificaron esta medida de un duro golpe político al gobierno cardenista y a la ciudadanía de la capital, ya que elimina todo el gasto de inversión a partir del endeudamiento de administraciones pasadas que necesitaron los créditos.

La preocupación ha llegado a tal grado que el delegado en Iztapalapa, Elio Villaseñor Gómez, anunció que convocará a la población de su demarcación a movilizarse para presionar al Congreso y a la Secretaría de Hacienda de modo que asignen una partida especial que permita rescatar de manera urgente del rezago, la marginación y la inseguridad históricos en su jurisdicción.

El funcionario dijo que en los últimos 20 años los fuertes impactos sociales que han tenido los magros presupuestos asignados a Iztapalapa han colocado a esa delegación en el tercer mundo del Distrito Federal.

Villaseñor advirtió que en su demarcación sólo existe un hospital y consideró apremiante la instalación de uno de ginecobstetricia, porque es alarmante el número de mujeres que muere por males de ese tipo.

La reducción de 5 mil 800 millones de pesos a la solicitud de préstamos de la gestión del DF tiene un impacto directo en obras de interés social y productivo, como es el caso del plan de empréstitos a la pequeña y micro empresas que, en principio, tenían considerados 156 millones 916 mil 398 pesos, pero con el ajuste quedó eliminado totalmente, lo mismo que ocurre con los proyectos de ampliación y conservación y mantenimiento de la red secundaria de drenaje; la planta de agua potabilizadora y el finiquito del pago por adquisición de 200 trolebuses que estaba previsto a pagarse en 4 años.

Tan sólo para continuar la construcción de la línea B del Metro el recorte fue de 88.01 por ciento, o sea que el presupuesto pasó de mil 78 millones 35 mil 721 pesos, a sólo 129 millones 227 mil 741 pesos.

En este sentido, el jefe de gobierno instó a los funcionarios de su equipo a ``trabajar con lo que tenemos''.

Sin embargo, de aprobarse en la Cámara de Diputados, en un periodo extraordinario, la restitución del endeudamiento solicitado por el gobierno capitalino, entonces entraría a las arcas del DF como reasignaciones y esto obligará a restructurar y revaluar todos los planes y proyectos para la ciudad durante 1999.

Los delegados en Gustavo A. Madero, Jesús Zambrano Grijalva; Azcapotzalco, Pablo Moctezuma Barragán, e Iztapalapa, Elio Villaseñor Gómez, consideraron que la reducción del endeudamiento es un grave golpe de matiz político al programa anual del gobierno capitalino que debería haber dado frutos este mismo año.

En la reunión permeó la idea clara de que esta medida de los diputados del PAN y del PRI tiene un interés político para obstaculizar la obra pública en la ciudad.

A su vez, Pablo Moctezuma Barragán dijo que el golpe apunta a obras prioritarias de bienestar social, pues en Azcapotzalco resultarán afectados los recursos para el Instituto de Salud y la Secretaría del Medio Ambiente, entre otras áreas.

Por ejemplo, citó, el programa de pavimentación que el año pasado abarcó tres millones de metros cuadrados en toda la ciudad, para 1999 se reducirá en más del 54 por ciento.