La Jornada 9 de enero de 1999

Divina Comedia, de Dante, será llevada al cine con dibujos de Dalí

Mónica Mateos El infierno, el purgatorio y el cielo que describió Dante Alighieri en su Divina Comedia, dibujados por Salvador Dalí, llenarán las pantallas de cine este año. Por fin, después de casi medio siglo, aquel proyecto que en 1950 obsesionó las noches del pintor catalán y que Walt Disney no pudo filmar será realizado a iniciativa de quien fue secretario particular del genio surrealista, John Peter Moore.

Dirigida por el alemán Ernst Witzel, la película está basada en 101 dibujos diseñados por Dalí, y se encuentra en preproducción. Contará con lo más avanzado en efectos especiales de animación e incluirá escenas reales sobre la vida del poeta italiano; ``será un filme de arte que pretende amalgamar la poesía tanto del pincel de Dalí, como de la pluma de Dante. Es uno de los proyectos más ambiciosos de la historia del cine'', señaló Witzel a La Jornada.

John Peter Moore fue secretario de Dalí entre 1955 y 1975. Se conocieron en Roma, cuando Moore dirigía, para London Films, Ricardo III protagonizada por Laurence Olivier. A Dalí se le encargó crear el cartel de la película.

En esa época, el pintor español deseaba conocer al papa Pío XII. Moore era también el responsable de la cadena de televisión del Vaticano por lo que pronto consiguió para su amigo una entrevista de dos horas con el pontífice, tiempo normalmente destinado para los jefes de Estado. La reunión fue igualmente interesante para el Papa, pues sabía que Dalí quería ilustrar la Biblia.

Al día siguiente del encuentro, Dalí montó en cólera pues él estuvo más de dos horas con el jerarca católico y ninguna persona se había enterado, nadie avisó a la prensa. Fue entonces que Moore y el pintor deciden que, el primero, sería su manager.

Entre la genialidad y el delirio

Los temas religiosos irrumpieron en la obra de Dalí en los años cuarenta y cincuenta, sin renunciar por ello a la referencia a los grandes pintores del pasado. En esa época realizó cuadros como Primer estudio para la Madona de Portlligát (1949), Cristo de San Juan de la Cruz (1951) y Crucifixión (Corpus hypercubus), al tiempo que acepta la oferta de Walt Disney: diseñar los 101 cuadros básicos necesarios para el filme de dibujos animados basado en Divina Comedia.

En Nueva York, Dalí acostumbraba pasar el invierno con su inseparable Gala; allí dibujó, con los diseñadores de Disney, las escenas del recorrido del poeta italiano por el infierno, el purgatorio y el cielo.

Sin embargo, cuando Disney habla con Dalí para puntualizar detalles, le dice que en los créditos de sus películas no se cita jamás el nombre de los diseñadores de los dibujos. Inmediatamente Dalí interrumpe el trabajo y toda colaboración con el productor estadunidense (por cierto, de origen catalán). Moore le compra a Dalí los dibujos, así como los derechos de autor para producir él mismo la cinta.

En aquellos años la producción de dibujos animados era complicada, no se contaba con los adelantos técnicos actuales, además, Disney tenía contratados a los mejores diseñadores y dibujantes. Así, el proyecto tiene que esperar casi medio siglo.

``Sin ser un sacrilegio, pensamos que podemos hacer una versión moderna de Divina Comedia, que permitirá a las multitudes conocer un reflejo de ese monumento del genio humano llamado Salvador Dalí'', le dijo el capitán Moore a Witzel, cuando lo invitó a participar en la producción en 1997.

Witzel forma parte del grupo que integró el joven cine alemán, en los años ochenta. Cuando realizó uno de sus primeros filmes en Calatuña, se enamoró de la región, en la que se concentra la mayor parte de la obra de Dalí, principalmente en el Teatro Museo de Figueres.

El cineasta visitó en Cadaqués el Museo Perrot-Moore, creado en 1974 por John Peter Moore, y en el que se exponen dibujos y obra gráfica de Dalí, entre los óleos destacan el Retrato de Sir Lawrence Olivier en el papel de Ricardo III (1955). En la misma población, el Museo Municipal -en remodelación- alberga Sirenas de Cadaqués y Paris y el Dragón.

``Todavía no tenemos más detalles acerca de la producción de Divina Comedia, pero seguramente en febrero estaremos trabajando de lleno y en condiciones de mencionar los costos y los nombres de los demás participantes. Será una buena oportunida para recordar a Dalí, a diez años de su muerte'', señaló Witzel.

Salvador Dalí Domenech nació el 11 de mayo de 1904 a las 8:45 horas en Figueras, donde su padre gozaba de cierta reputación como notario. Su destino fue una mezcla, bien dosificada, de genialidad y delirio.

Dalí nació tres años después de la muerte de su hermano primogénito causada por meningitis, cuando sólo tenía siete años. ``Al nacer -escribió el pintor en 1973- me puse a caminar sobre los pasos de un muerto adorado, a quien se continuó amando a través de mí, tal vez más aún. El exceso de amor que me infligía mi padre desde los primeros días de mi vida fue una gran herida. Sólo por medio de la paranoia, esto es, la exaltación orgullosa de mí mismo, logré salvarme del aniquilamiento de la duda sistemática.''

El nombre que le pusieron, Salvador, fue el mismo de su hermano muerto, de quien el pintor parecía el gemelo, el espejo viviente de aquel cuyo inquietante retrato se encontraba en el dormitorio de sus padres, colgado junto a un Cristo crucificado de Diego Velázquez.

Dalí se convirtió, precozmente, en un pequeño déspota. Las crisis histéricas y teatrales, desencadenadas a propósito para conmover y llamar la atención de la familia, eran habituales. Ni siquiera el nacimiento de su hermana Ana María logró aplacarlo. Al contrario, a medida que pasaba el tiempo más irresistible era su deseo ``de expresar mi propia diversidad''.

Fulminado por Gala

El niño enfermo es su primer autorretrato, realizado a los diez años. Después comenzó su primer curso de dibujo. Su maestro fue Juan Núñez, un buen grabador y de quien aprendió el uso del claroscuro. Luego descubrió la tempera, el cubismo, a Juan Gris y a los futuristas italianos.

A principios de los años veinte ingresó en la Academia de San Fernando, de Madrid, de la cual fue expulsado, pues se le acusó de ``subversión anarquista''; fue arrestado y pasó un corto periodo en la cárcel, en Gerona (1923). Tras ser readmitido, fue definitivamente expulsado en 1926 por su excesiva excentricidad.

Al año siguiente conoció a Pablo Picasso en París, y diez años más tarde, en Londres, Stefan Zweig le presentó a Sigmund Freud.

Conoció a Luis Buñuel y Federico García Lorca en Madrid, en 1923, y con este último entabló una intensa amistad. Dalí dejó el cabello largo, las patillas a media mejilla, el traje de terciopelo negro, el sombrero de fieltro, la capa impermeable que le llegaba hasta los pies y la pipa apagada que nunca abandonaba. Las cambió por cabellos cortísimos y engominados, camisa de seda azul o ropa deportiva.

Con Buñuel realizó Un perro andaluz y colaboró, en una segunda etapa, en La edad de oro, dos filmes surrealistas que envolvieron a París en el escándalo; Dalí tomó distancia del segundo, juzgándolo ``anticlerical e irreligioso'' y culpando al cineasta.

A Dalí las mujeres le eran indiferentes y sólo admitía de buena gana el trato, al menos eso decía, ``de aquellas que frecuentan los burdeles''.

En 1929 conoce a Gala, hija de un abogado ruso y compañera de Paul Eluard. Cuando la vio por primera vez en la terraza del hotel Miramar, en Cadaqués, sobre la costa mediterránea catalana, ella estaba con el poeta surrealista. Acordaron encontrarse a la mañana siguiente, a las once, en la playa. Dalí decidió preparar este acto de una manera simbólica, narran sus biógrafos: ``Desgarró, cortó y se arremangó la ropa para hacer resaltar el bronceado, las tetillas, el ombligo, los hombros, los pelos del pecho. Se puso al cuello un collar de perlas y en la oreja un geranio rojo. Se hirió al afeitarse la axila y se embadurnó el cuerpo con su sangre, a la que agregó una mixtura de cola de pescado, estiércol de cabra y aceite. Pero cuando vio a Gala desde la ventana, sobre todo su espalda desnuda, quedó fulminado. Entonces decidió poner fin a aquel macabro rito nupcial y se quitó de encima los harapos y la insoportable pestilencia''. Vivieron juntos hasta que ella murió en 1982.

Dalí rompió con los surrealistas en 1934, acusado de ser un pequeñoburgués y huir del compromiso político. Luego fue muy buscado, expuesto, amado y bien pagado por los estadunidenses, que le dedicaron en 1966 una retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Cuando Gala murió, Dalí casi dejó de pintar, se instaló en el castillo de Pubol -donde ella fue sepultada- y allí realizó sus últimas obras.

Después de salir ileso de un incendio, el 23 de enero de 1989, Dalí murió en el hospital de Figueras, a los 84 años. Fue enterrado bajo la cúpula geodésica que domina su museo en Figueras. Han pasado diez años, y desde el eco de su memoria, en pocos meses, el infierno, el purgatorio y el cielo que él imaginó y que tal vez recorre con Dante, será conocido por ojos nuevos.