DINERO SILENCIOSO
Roberto González Amador Ť Una tradición de más de 100 años acabó ayer para la Bolsa Mexicana de Valores. Este viernes se celebró por última vez el remate de acciones a viva voz entre los operadores, quienes a partir del lunes realizarán las transacciones por medio de un sistema electrónico, que comenzó a ser instrumentado paulatinamente desde 1992.
El cambio en la forma de negociar valores bursátiles de manera directa y a gritos entre los operadores de las distintas casas de bolsa, que prevalecía en México desde 1894, cuando fue fundado el mercado accionario, quedó ensombrecido por el peor inicio de año desde la crisis de 1995.
La Bolsa Mexicana de Valores acumuló ayer cinco jornadas consecutivas de pérdida, en las que el Indice de Precios y Cotizaciones, principal indicador del mercado, sufrió un retroceso de 321.11 puntos, una caída de 8.11 por ciento en comparación con el cierre de 1998.
El Indice de Precios y Cotizaciones concluyó ayer en tres mil 638.55 puntos, un retroceso de 26.70 unidades en comparación con el cierre del jueves, lo que implicó un descenso de 0.73 por ciento.
Pero la nota del día para los participantes en el mercado, más que la pérdida acumulada y las reservas de los inversionistas para comprar acciones ante el incierto futuro de la economía, fue la celebración del último día de operaciones a viva voz en el piso de remates del edificio que alberga la Bolsa en Paseo de la Reforma.
El adiós
Segundos antes de las 15:00 horas de ayer, cuando suena la chicharra que marca el fin de la jornada diaria, se celebró la última operación a viva voz en el piso de remates: se trató de una transacción de compraventa de tres mil acciones de empresas La Moderna serie A, a un precio de 56.40 pesos por acción, realizada por los operadores de piso Alejandro Navarro y Julio Hernández, representantes de Vector y Accival, respectivamente.
También al cierre de la sesión se realizó una operación simbólica de compraventa de un millón de acciones de Teléfonos de México, la principal empresa del mercado, efectuada por Doro Pérez, el operador con mayor antigüedad, y Arturo Zavala, el operador con menos tiempo en el mercado.
La automatización del mercado inició en 1992, cuando fue puesto en marcha el Sistema Integral de Valores Automatizados (SIVA) para la operación de fracciones de lote de acciones. Un lote equivale a mil acciones.
En mayo de 1993 fue instaurado el Sistema Automatizado de Transacciones Operativas (SATO) para la negociación y registro de valores correspondientes al mercado intermedio.
A partir del próximo lunes, las operaciones se realizarán a través de un mecanismo llamado Sistema Electrónico de Negociación, Transacción, Registro y Asignación del Mercado de Capitales (BMV-SENTRA Capitales).
La Bolsa informó ayer que del 28 de noviembre de 1996 al 11 de diciembre de 1998, se realizaron con éxito 24 jornadas totalmente automatizadas, con la finalidad de evaluar al BMV-SENTRA Capitales.
``Con la operación electrónica de valores se logra una mayor eficiencia operativa, lo que se traduce en menores costos para las instituciones bursátiles, transparencia en la negociación y una mejor formación de precios'', señaló finalmente la Bolsa Mexicana de Valores.