La Jornada 9 de enero de 1999

La solución, lejana, dice el secretario de Gobernación

Sería ``muy aventurado o irresponsable'' decir que hay perspectivas razonables de que el conflicto en Chiapas se arregle pronto, señaló el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa. Agregó que no se atreve a formular un pronóstico de solución mientras no se perciba una actitud del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de querer un acuerdo.

En amplia entrevista con el noticiero radiofónico Monitor, Labastida Ochoa explicó que el gobierno mantiene su disposición permanente al diálogo con el EZLN, pero además busca atacar el fondo del conflicto, es decir, los problemas de pobreza y de abandono de la población indígena.

Sostuvo que inclusive ``si se llegara a arreglar el problema entre el Ejército Zapatista y el gobierno, y no se solucionan los otros problemas, la violencia subsistiría''. Labastida señaló que, por ello, se busca restablecer el estado de derecho, ya que en Chiapas hay enfrentamientos y hechos de sangre por diferendos pequeños entre la población, además de que no se hace justicia, ``sino que se negocia la ley y eso agrava las cosas''.

Es absurdo, agregó, que un conflicto intercomunitario por un banco de grava originó 15 hechos violentos, ``incluyendo la vergonzante masacre de Acteal, donde mueren 45 personas''.

Precisó que en términos globales la pelea por el banco de grava en Acteal originó la muerte de entre 65 o 70 indígenas, ya que las 50 familias que ahí viven han peleado por ese recurso natural que primero fue propiedad privada, luego se expropió y al final uno de los llamados municipios autónomos lo cedió al grupo de comuneros y empezó el conflicto.

Incluso, dijo, en las zonas de influencia del EZLN se puede demostrar que la violencia creció y, de no resolverse esos conflictos entre indígenas, ``no vamos a solucionar los problemas de Chiapas y de otras regiones indígenas''.

Añadió que no es un problema nuevo, ``lo tenemos por siglos en el país y por ello hay que combatirlo a fondo''. Otra estrategia gubernamental, añadió, es el restablecimiento de la legalidad en Chiapas para evitar que sigan matándose entre indígenas.

``Se matan a veces por dos hectáreas de tierra, hay un clima de violencia, pero cuando se detiene a una persona, luego se hace un mitin, una marcha y llegan 50 o 100 gentes y acaban soltando a los agresores. O sea, se negocia la ley, y eso a final de cuentas complica más el asunto''.

El encargado de la política interior del país expuso asimismo que la realidad chiapaneca es más compleja que esa ``visión esquemática, simplista, de que es sólo un conflicto entre dos partes''.

El secretario Labastida Ochoa reiteró que el gobierno federal quiere ir por ello al fondo del problema y hace esfuerzos por contratar más maestros, médicos, por construir más escuelas y hospitales, más kilómetros de carreteras, por impulsar el sector agropecuario.

``Me pueden decir que no es suficiente, yo diría cierto, necesitamos hacer más y a mayor velocidad, pero lo que pasa es que el país no tiene el dinero que se quisiera'', expuso el funcionario.

Sin embargo, precisó, en lo que va del gobierno del presidente Zedillo, los recursos destinados a Chiapas se han duplicado en términos reales, particularmente para los 34 municipios más pobres del estado. ``Ahí concentramos el esfuerzo, ahí están las evidencias'', indicó.

El titular de la Secretaría de Gobernación resaltó que se busca de forma permanente y sistemática el arreglo al conflicto chiapaneco, pero se necesitaría percibir la disposición de los zapatistas, ``no sólo para que se dé el diálogo, sino para que se finiquiten los diferendos vía la discusión, la negociación, el uso de la política, por decirlo de alguna manera''.

Interrogado por el conductor de Monitor sobre las posibilidades de una solución concreta para Chiapas, Labastida Ochoa respondió que no se atrevería a hacer un pronóstico, porque la solución requiere la participación de ambas partes. ``Dice un refrán mexicano que para pelear se necesitan dos, y para llegar a un arreglo también se necesitan dos, y en tanto no percibamos una actitud de acuerdo de parte del EZLN, sería muy aventurado o irresponsable de mi parte decir que veo que hay perspectivas razonables de que esto se arregle pronto''.

El secretario insistió en que el gobierno de la República mantendrá su disposición a dialogar, que el propio presidente Ernesto Zedillo ha formulado ocho llamados al diálogo tan sólo el año pasado, pero es imprescindible que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional muestre disposición para un acuerdo político que finiquite los diferendos y de paso la negociación, concluyó.