Admite la Unscom escucha clandestina de conversaciones oficiales iraquíes
Afp, Ap, Dpa y Reuters, El Cairo, 9 de enero Ť El presidente de la comisión especial de Naciones Unidas para el desarme de Irak (Unscom), el australiano Richard Butler, admitió este sábado que desde el organismo a su cargo se escuchó clandestinamente conversaciones entre responsables iraquíes, con tecnología utilizada en espionaje, pero aseguró que ``jamás autoricé que se vigilarán los desplazamientos del presidente Saddam Hussein''.
Sin embargo, el ex jefe de inspectores de la Unscom, el estadunidense Scott Ritter, quien fue expulsado de Irak acusado de espionaje, admitió en declaraciones al diario Chicago Tribune que el mismo Butler le ordenó instalar un aparato de micrófonos en julio pasado desde el cual, aseguró, el presidente de la comisión permitió que ``Estados Unidos escuchara conversaciones entre líderes iraquíes.
El ex inspector agregó que la escucha de dichas informaciones no tenía nada que ver con la destrucción de armas iraquíes de destrucción masiva.
Así las cosas, el Parlamento iraquí celebró hoy una sesión extraordinaria en la que el organismo exhortó al gobierno de Saddam Hussein a rescindir el reconocimiento de la frontera con Kuwait, a seguir defendiendo las zonas de exclusión aérea al norte y sur del país --fijadas por Estados Unidos y Gran Bretaña tras la Guerra del Golfo para proteger a las minorías kurdas y chiitas-- y a atacar aviones de dichas naciones que patrullen dichos territorios.
Los legisladores recordaron que tanto la delimitación entre Irak y Kuwait como las zonas de exclusión fueron imposiciones arbitrarias de Occidente y, por lo tanto, Bagdad tiene derecho a recuperarlos y a atacar a aviones que ingresen a su espacio aéreo.
Las recomendaciones todavía deben recibir la aprobación del Consejo de Mando de la Revolución para entrar en vigor.
De su lado, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña reiteraron que emprenderán una nueva campaña de bombardeos contra territorio de Irak ``ante la menor provocación'' de este país árabe.
En una entrevista con el diario árabe Al Hayat, Butler admitió que hubo utilización, por parte de la Unscom, de tecnología que permitía escuchar conversaciones de responsables iraquíes, aunque resaltó que éstas siempre estuvieron relacionadas con las inspecciones del organismo en la búsqueda de armas de destrucción masiva.
``Está claro que hemos tratado de vigilar las comunicaciones sobre las operaciones de inspección, especialmente las telecomunicaciones, cuyo fin era dar instrucciones para ocultar lo que buscábamos'', afirmó Butler, quien aseguró que jamás autorizó que se vigilaran los movimientos de Saddam Hussein y otros líderes iraquíes.
Admitió, no obstante, que cuando asumió el cargo recibió de su antecesor en la jefatura de la Unscom, Rolf Ekeus, un memorándum que ``mostraba''que la comisión de desarme recogía informaciones por medio de equipos de escucha.
Agregó que cuando obtuvo el puesto se le preguntó si quería utilizar dicha tecnología. ``Examiné su naturaleza, sus límites y objetivos y decidí que era legal para la Unscom utilizarla en la medida en que Irak intentaba engañarnos y ocultar la realidad'', aseguró Butler.
Al preguntársele si consideraba que había sido engañado por los estadunidenses para valerse de la Unscom para realizar labores de espionaje, Butler respondió: ``No puedo emplear el término `engañar' hasta que conozca la verdad''.
Butler exigió al gobierno estadunidense esclarecer las acusaciones de que Washington espió a Irak desde la Unscom, luego de que en días pasados varios diarios estadunidenses citaron a funcionarios gubernamentales y a allegados del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, quienes afirmaron que se aprovechó a la comisión de desarme para espiar a la cúpula dirigente iraquí.
De su lado, John Ritter, ex inspector de armas de la Unscom, quien alguna vez recibió una orden de expulsión de Bagdad acusado de espionaje, aseguró que en julio pasado él mismo instaló un aparato de escuchas que funcionó hasta diciembre pasado, cuando el personal especializado de la Unscom salió de Irak ante la inminencia de los bombardeos de la operación Zorro del Desierto.
Agregó que dicho aparato electrónico permitió a Estados Unidos oír conversaciones entre líderes iraquíes, cuyo contenido no fue usado para descubrir armas de destrucción masiva.
El ex inspector, quien renunció a la Unscom en agosto pasado tras acusar a Washington de haber obstaculizado la labor de desarme del organismo, dijo haber escrito a Butler un memorándum en el que dejaba claro que no estaba de acuerdo con la instalación del aparato clandestino, porque ``era permitir que Estados Unidos tomara el control'' de la Unscom.
Ritter aseguró que Butler le respondió que él contaba con garantías de Washington de que la información captada por el aparato de escuchas no sería empleada para otros fines, como sucedió finalmente según denunció la prensa estadunidense.
Por lo pronto, fuentes de la ONU ya han empezado a admitir que los trabajos de desarme de la Unscom no podrán reanudarse tras los bombardeos del mes pasado, y sobre todo después de las acusaciones de espionaje nunca podrán reanudar sus trabajos de desarme en Irak.
Funcionarios de la organización de desarme del organismo mundial han señalado que ya se empieza a discutir la implementación de un programa de monitoreo a largo plazo que se adoptaría cuando la Unscom concluyera su labor, en el que par- ticiparían miembros de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Francia, por lo pronto, ya ha sugerido informalmente que se implemente una vigilancia de este tipo, pero sumada al levantamiento de las sanciones contra Irak.