El Jaibo o Calambres; no le doy importancia a las tragedias
No es que me quede el papel de homosexual; soy actor: Cobo
Lola Miranda Fascinetto * A sus 70 años, al actor Roberto Cobo no lo atormenta el pasado ni si ayer hizo un estelar y luego un papel menor. Modesto, imperturbable, dice: "Yo vivo tan tranquilo que no le doy importancia a las tragedias, si no ya estaría amargado". Realmente tiene 69 años, pero le parece bien que digamos que ya tiene 70.
En el mayor escenario que es "la vida", se refiere al momento en que estuvo a un tris de morir en el sismo de 85 entre los escombros de Tlatelolco.
"Vivía en el edificio Nuevo León de Tlatelolco. Cuando desperté entre los escombros, dije: ƑQué pasó aquí?, y un señor que me estaba sacando me preguntó: Ƒpues que andas haciendo aquí, Calambres?, 'špues de vacaciones, güey!', le contesté. Y es que no sabía qué había pasado. Cuando me sacaron y vi todo aquello pensé que estaba soñando... Recuerdo que ese día me levanté cuando empezó el traqueteo y caminé hasta el cuarto de mi tía Chofi para decirle que estaba temblando. Muy tranquila me respondió: 'šay, hijo, esto es pan de todos los días!', duérmete; y cuando me acosté escuché que la pared hacía šcrack! y se zafaba, pero yo con muy poca vergüenza me dije: 'mañana mando traer a los de mantenimiento para que lo arreglen'; ya tenía más de 20 años viviendo en ese departamento, que era mío, y me volví a quedar dormido hasta que desperté y me encontré con que había pasado un terremoto espantoso. Me llevaron al hospital Santa Fe. Pero volvió a temblar la siguiente noche y me llevaron a la Cruz Roja de Polanco. A los 15 días me empezó a doler la pierna y resultó que tenía rota la cadera; por eso ya no puedo hacer ejercicio y ando con bastón a todos lados. Ya no puedo bailar por lo de mi pata, pero ya tengo decidido operarme para volver a bailar".
De las 60 películas que ha filmado Roberto Cobo sólo Los olvidados, Subida al cielo (1950) y El lugar sin límites (1977) son las clásicas, las que la gente recuerda, aunque esta última hace mucho que no se vuelve a proyectar, y sólo el Canal 22 hace tres meses la programó. Entre las primeras y la segunda hubo Jóvenes y bellas (1961), Se alquila marido, Echenme al vampiro, La casa de los espantos, entre otras, en las que fue breve en sus actuaciones. El año pasado tuvo una fugaz actuación en la telenovela La Chacala y actualmente fue solicitado para intervenir en el elenco de Entre la tarde y la noche, junto con Angélica Aragón, Manuel Ojeda, Carmen Montejo y Lumi Cavazos, en una produccion de Imcine, Angel Flores Marini y Oscar Blancarte, quien dirige, pero al igual que en muchas otras invitaciones, Roberto Cobo hace un papel modesto, pequeño, casi de relleno, y él así lo acepta, "... estoy agradecido con esta incursión, aunque es pequeña (...) ya me estoy acustumbrando al relleno... de todas maneras, es importante". Ahí la hace de El Loco.
Su nombre verdadero es Luis Roberto García Romero y nos aclara que se le quedó el Cobo porque es el apellido de su padrastro, quien también fue actor. En su casa nos recibe y cuenta parte de su vida, reflejada en su blanca barba y en sus cabellos, que en formas de alambre juegan con unas amplias cejas y las profundas ojeras de su rostro. Una colección impecable de imágenes de Marilyn Monroe alumbra un pasillo del departamento.
--ƑLe ha afectado no haber realizado representaciones importantes en la mayor parte de sus películas?
--Absolutamente para nada, al contrario, aunque sean papeles chicos los hago. Y a veces más grandes y no me avergüenza ni tengo ninguna pretensión de que mañana mismo voy a hacer otro estelar. Siempre he estado en actividad, aunque haciendo papeles chicos. ƑIntrascendentes?... ninguno, porque todos han dejado una huella. No le doy importancia más que al presente, Ƒpor qué me voy a amargar si no he tenido más? Ahora un reto próximo es interpretar a un retrasado mental enamorado.
--Cuando se habla de Roberto Cobo es inevitable no relacionarlo con El Jaivo, en Los olvidados o con La Manuela, de El Lugar sin límites.
--Se los agradezco, pero mi futuro no es ése, es mi pasado y lo llevo en el corazón, como lo lleva la gente. Lo bonito es que me relacionen con dos personajes tan diferentes como El Jaivo, un delincuente juvenil, y La Manuela, un pobre homosexual. También la he hecho de teporocho; me ha tocado interpretar toda clase de personajes y me ha gustado porque todos han significado lo mismo. šAgarro parejo!
--ƑY cómo fue seleccionado para hacer ese papel en Los olvidados?
--De casualidad. Entonces tenía 19 años y estaba por hacer un papel chiquito en El rey del barrio, con Tin Tán. Conocí a Buñuel en sus oficinas del edificio Chapultepec, que ahorita ya no existe. Cuando me vio se quedó bizco; lo impacté. Lo cautivó mi porte; yo creo que le gustó mi físico por delgado, anguloso o narizón. Era ancho de espaldas, porque musculoso me puse después. Buñuel no hablaba; sólo me dijo: "váyame a ver a los Estudios América". "No me van a dejar entrar", le respondí. "Di que vas a ver a Luis Buñuel". Fui y nos hicieron una prueba a cinco muchachos y me dio el papel. Don Luis creía mucho en mí, nunca tuvimos problemas, sabía lo que quería y cuando un director sabe lo que quiere, sabe dirigir. Si no me d ecía nada era porque estaba bien. Durante la filmación de Los olvidados, que se estrenó en el antiguo cine México, entre Cuauhtémoc y Alvaro Obregón, me hizo repetir 35 veces una escena. Ya nervioso le pregunté: "Ƒpor qué tantas veces?, Ƒqué lo estoy haciendo mal?" "No, es que quiero 35 reacciones para escoger la que más me guste", respondió.
"A las cinco semanas, luego de terminar la filmación en Nonoalco y la Plaza de la Romita, le dije a don Luis si ya me podía cortar el pelo; me respondió que sí y me fui al Teatro Lírico a buscar otra vez mi lugar de bailarín de conjunto. Fue cuando sustituí a Resortes. šFue un éxito de locura! Al otro día amaneció la ciudad llena de carteles que anunciaban al šCalambres! Nunca hubo rivalidad con él, al contrario, le tengo agradecimiento porque si no se hubiera enfermado, Ƒcómo lo sustituía?".
Calambres, Cobo Roberto, se emociona y levanta la mirada, fijándola en esa esquina de su departamento, donde tal parece que tiene guardada parte de su memoria y, con ella, la del espectáculo. Dice que está harto de la música, del estruendo, porque se la pasó oyendo mucho, de todo. Ahora sólo oye música de Bola de Nieve y Olga Guillot.
"Cuando terminé Los olvidados, el 10 de marzo de 1950, no sabía lo que había hecho porque al día siguiente nació Calambres en el Teatro Lírico. Me olvidé. Luego se estrenó en 1952 y no pasó nada hasta que regresó la pelicula del Festival de Cannes, Francia, con todos los premios y las palmas de oro que le dieron a Buñuel que entonces estaba vetado en España por cuestiones políticas.
--ƑEs bailarín de profesión?
--No, aprendí a bailar de casualidad. Y todo es innato, nunca he ido a una escuela de nada, ni de actuación. Hice hasta sexto año de primaria y nada más.
--ƑCómo llega a la actuación?
--Porque toda mi familia fue de teatro. Mi abuela, mi madre, mi tía, mi padre y hasta mi padrastro. Nací en el teatro. He sido autodidacta. No soy un actor de pupitre sino por estar dándole muy duro en teatro, en cabaret, que hice mucho; en las giras, en las carpas, que hice al principio, muy jovencito.
--ƑQué siente cuando ve sus películas?
--Defectos, muchos defectos. He visto tantas veces Los olvidados, por la que siento gran satisfacción, špero ya me la sé y hasta me duermo!
--ƑPor qué siendo tan buen actor esperó varios años para hacer películas memorables?
--Uno puede ser bueno, malo, tuerto o derecho, pero hay que esperar.
--ƑCuál ha sido la película que más le ha satisfecho?
--El lugar sin límites, que llegó en el 77, porque el personaje de La Manuela era muy difícil de interpretar. Me gustó porque me atreví a hacerlo cuando nadie quería atreverse: "šay!", decían, "Ƒcómo voy a hacerla de homosexual?". En el cine no había habido nada de eso, pero si uno es actor debe hacer todo lo que la manden, Ƒno?, entonces trabajaba en el cabaret Casino Royal.
"Me atrajo mucho bailar español y sobre todo el personaje, que es de una ternura maravillosa, pues está enamorado de Pancho (Gonzalo Vega) šy Pancho está enamorado de La Manuela. La gente iba con el morbo de ver un beso y de ver a un homosexual, pero en ese pueblo, El Olivo, no había límites, y Pancho va al burdel precisamente a ver a La Manuela, no a ver a las güilas. Como teníamos que besarnos le dije a Chalo: 'vamos a hacerlo bien, vamos a darnos uno nada más bien dado, para no estar repitiendo, šporque más de tres me pones apartamento, Ƒeh?'... Y sí, lo hicimos a la primera, pero luego viene otra escena donde el cuñado de Pancho lo encuentra con La Manuela boca contra boca y los separa, pero Julián Pastor (el cuñado) se equivocó 19 veces: no entraba a separarlos a tiempo y volvíamos a juntar nuestras bocas una y otra vez; le dije: 'šAy, Chalo, ya van muchas!... šAhora es un condominio, no apartamento!'. Yo tirándolo a broma porque a mí no me gusta el pan de muerto, šno le hago a eso!...", bromea.
--ƑLe ha parecido que le van bien los personajes de homosexuales?
--No es que me queden, es que soy actor. No tengo ningún complejo en hacerlo, pero no me siento identificado, simplemente es un personaje y una actuación más. El sentimiento del corazón es el que habla. Buñuel me hablaba de que los ojos y el corazón estaban conectados: "te sale por los ojos lo que estás pensando". Una periodista de las de ahora me preguntó que qué onda conmigo y yo le dije que era asexual, que eso no me interesa. No me acuerdo ni de la ultima vez, ni mucho menos de la primera... yo ya no salgo. ƑA qué?, si no hay nada que ver. Ahora estamos en una crisis... que si ya no hay cabarets, Ƒcómo va a haber orquestas?; hasta el gusto del público se ha perdido. Hoy se ven puros teibols dans, prostitutas en las calles... ya no se puede salir ni a la esquina".
--ƑSiendo tan buen actor por qué dejaba el cine para hacer cabaret?
--šPues había que comer de algo! La gente piensa que saliendo en las películas, que es muy importante, te haces millonario, pero no es así. Ahora que termine la filmación de la telenovela Yacaranday con Tv Azteca y aunque me paguen bien, de aquí a que venga la otra película, Ƒqué hago? ƑQué, no como todos los días?, Ƒno pago teléfono?, tengo tres, šsi el dinero no nace en las macetas! Siempre he esperado que caiga la próxima película y luego la otra, šy me llaman!, pues tengo fama de ser efectivo ante las cámaras, špero no le voy a poner una pistola en el pecho a un productor para que me dé un papel!, šverdad! Aunque no creas que espero mucho porque gracias a Dios estoy bien considerado. No me preguntes del cine de hoy porque no hay. Si está como está es porque no hay dinero. La industria cinematográfica está abandonada. No sólo no hay nuevo cine mexicano, no hay cine. Antes se hacían un montón de películas y el año pasado sólo se hicieron cuatro. Ahora no sé quiénes sean los grandes maestros y me sobran los dedos para contar a los buenos actores.
--ƑA qué atribuye el derrumbe del cine mexicano después de la segunda mitad de siglo?
--Desgraciadamente se hicieron películas de tercera clase, baratonas, corrientes y pornográficas y eso ahuyentó al público de las salas; por eso ya no se cree en las películas mexicanas. La otra noche vi El cuerpo del delito y La fichera más rápida del oeste, de puros albures y majaderías, šqué horror! Eso no es arte, con esto no vamos a educar al pueblo, hay que darle historia.
"Estoy satisfecho con lo logrado, pero no estoy realizado absolutamente porque me falta algo mejor por hacer; aún estoy esperando la película más consagratoria. Cuando me caiga la hago, tengo mucha suerte".