La Jornada 13 de enero de 1999

SI LAS FARC SECUESTRAN A POLITICOS SE CANCELA EL DIALOGO: PASTRANA

Reuters, Afp, Dpa y Ap, Santafé de Bogotá, 12 de enero Ť Los incipientes diálogos de paz con la insurgencia podrían quedar suspendidos si las fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) secuestran a líderes políticos para canjearlos por rebeldes encarcelados, declaró hoy el presidente Andrés Pastrana.

``Si esa es la posición de las FARC no habrá diálogo'', señaló el mandatario en reacción ante declaraciones a la revista Semana de Jorge Briceño, el número dos y encargado del aparato militar de la guerrilla, quien dijo que si no se puede tramitar en el Congreso la ley de canje habrá que comenzar tomar a algunos de la clase política.

No obstante, Pastrana descalificó la amenaza de Briceño --Mono Jojoy-- al apuntar que él no es el vocero de las FARC en la mesa de negociaciones, y que oficialmente ese grupo no ha comunicado tal posición al gobierno, y que ``todo lo que se quiera plantear tendrá que ser llevado a la mesa de negociaciones''.

Recordó que ya han habido dos reuniones y habrá un nuevo encuentro sobre el tema el 20 de enero, y están previstos otros dos encuentros para el 24 y 25, aunque Bogotá ha dicho siempre que estas negociaciones de paz no están condicionadas a temas como el canje de prisioneros o algún otro.

En su conversación con Semana, Briceño dijo que ``tocará que algunos de la clase política acompañen a los soldados, para que salgan en el canje. Es la única forma, si no quieren por la buena, será por otros medios'', e incluso sugirió que el plagio sería de legisladores o gente de la ``oligarquía''.

Por lo demás, el líder rebelde puntualizó que a ellos no les importan la Constitución o las leyes, ya que están fuera de ellas, por lo que los políticos tendrán que resolver el canje de los 300 militares y soldados que la guerrilla tiene en su poder y quiere canjear por cerca de 500 rebeldes presos.

Subrayó que ``habrá que traer (secuestrar) políticos como lo hicieron con el hermano --del ex presidente y actual secretario general de la Organización de Estados Americanos-- de César Gaviria, en alusión al secuestro de Juan Carlos Gaviria en abril de 1996, que permitió la salida a Cuba de rebeldes de un pequeño grupo armado.

Algunos líderes empresariales, políticos y legisladores se mostraron extrañados por esa declaración, aunque dijeron que no había que decir mucho para no empañar los diálogos en marcha; pero el congresista Javier Cáceres se declaró dispuesto a entregarse a cambio de los soldados retenidos por las FARC, en apoyo a las madres.

El comandante de las fuerzas militares, general Fernando Tapias, al condenar las amenazas del comandante rebelde acusó a las FARC de ``intimidar políticamente'' al país, y anunció que se han adoptado las medidas necesarias de seguridad para proteger la vida e integridad de todos los congresistas y funcionarios del gobierno.

Por otra parte, Briceño afirmó que las FARC están listas para esperar con ``los brazos abiertos'' a Estados Unidos, ya sea para dialogar o para ``echarles plomo'', mientras que el negociador rebelde Joaquín Gómez acusó a los paramilitares de querer sabotear el proceso de paz con el reciente asesinato de unos 130 civiles.

Sobre el tema de los paramilitares, el presidente Andrés Pastrana los instó a que cesen las masacres ya que lo que los colombianos quieren ``son gestos de paz, no gestos de guerra'', y dijo haber ordenado a la fuerza pública intensificar la persecución de esos grupos, tras presidir una reunión del Consejo de Seguridad.

Pastrana se reunió con los titulares de las carteras de Defensa e Interior y los jefes castrenses para delinear las acciones represivas contra los paramilitares, y fortalecer la presencia del ejército en las zonas donde se produjeron las últimas matanzas de campesinos.

En tanto que las matanzas de los paramilitares provocaban nuevos desplazamientos de campesinos, pistoleros asesinaron a tres hombres en Aguachica y un comandante policial de Surata también cayó abatido, mientras el gobierno abogó porque las acciones de los paramilitares no afecten el diálogo con la insurgencia.

De su lado, el gobierno de Estados Unidos dijo respaldar el proceso de paz de Colombia, y afirmó que si el presidente Andrés Pastrana juzga necesario impulsarlo con la ayuda de Cuba, ``es decisión suya'', pues esta semana el mandatario colombiano se reunirá en La Habana con Fidel Castro para tratar el tema de la paz y el combate al narcotráfico.

Por su parte, el ex presidente nicaragüense Daniel Ortega dijo que existe ``la oportunidad de hacer una revolución en Colombia a partir de un acuerdo entre los revolucionarios y el gobierno'', tras haber asistido a la apertura de los diálogos de paz.