La Jornada 13 de enero de 1999

Legal y moralmente, la postura zapatista es ``insostenible'', asegura Rabasa

José Gil Olmos Ť Con su rechazo a volver a la mesa de negociaciones, el EZLN no cumple la Ley para el Diálogo en Chiapas, la cual prevé la suspensión de las órdenes de aprehensión contra los rebeldes mientras haya diálogo. Esta postura ``intransigente'' es ``legal, política y moralmente insostenible'', advirtió el representante gubernamental para el conflicto chiapaneco, Emilio Rabasa Gamboa.

Asimismo, dejó entrever la posibilidad de que se solicite al Congreso de la Unión la cancelación de dicha ley para obligar a los zapatistas a reanudar las conversaciones, suspendidas hace más de dos años. Sostuvo que este año el gobierno federal insistirá en un encuentro directo con la dirigencia zapatista para discutir las cinco condiciones que ésta fijó para volver a la mesa de negociación. ``El gobierno no pretende vencerlos sino convencerlos de que acepten el mandato de dicha ley'', asentó.

Por otro lado, en conferencia de prensa sobre seguridad pública, el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, negó que existan grupos paramilitares en Chiapas.

``Un grupo paramilitar es un grupo financiado, apoyado y organizado por una institución militar. No aceptamos, en este sentido, que haya grupos paramilitares. Puede haber grupos armados, pero un grupo paramilitar da la connotación de ser un grupo organizado por el Ejército y eso es absolutamente falso'', dijo Labastida.

Por su parte, y aprovechando que ayer se cumplieron cinco años de que se declaró la tregua en Chiapas, Emilio Rabasa convocó a una conferencia de prensa para censurar la postura del EZLN.

En un comunicado de seis puntos, el funcionario de Gobernación reiteró que el gobierno desea resolver el conflicto mediante el dialogo y la negociación. Habló del propósito gubernamental de resolver las causas del levantamiento armado, de su programa de atención a los desplazados de Chenalhó y de la promoción de la ley indígena propuesta por el presidente Ernesto Zedillo.

``El desarrollo y la continuidad del diálogo entre el EZLN y el gobierno federal es la premisa para la plena observancia de la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas. En contraste con lo que establece este ordenamiento, el EZLN ha insistido en su negativa a reanudar las conversaciones para solucionar el conflicto'', aseveró.

Rabasa subrayó que la postura zapatista ``cuestiona la observancia de la Ley para el Diálogo'' y recordó que el gobierno ha insistido en la necesidad de un encuentro preliminar en el cual se discutan todos los temas y se avance en la solución de los ``incidentes'' que el EZLN aduce para sostener la suspensión unilateral del diálogo desde hace más de dos años.

Argumentó que los zapatistas recurren a la propaganda ``como arma política para desinformar y mentir a la opinión pública'', y sostuvo, sin mencionarlo, que el subcomandante Marcos miente cuando afirma que el gobierno quiere destruir a los zapatistas y a los pueblos indios.

Repitió tres veces seguidas que el líder zapatista ``miente'' al hablar de la presencia del Ejército en Chiapas y al acusarlo de impedir el trabajo agrícola, de violar mujeres, promover el cultivo y tráfico de enervantes y predicar ``la religión del alcohol y la prostitución''. Asimismo, rechazó las aseveraciones zapatistas de que el gobierno es responsable del atraso y la miseria de todas las comunidades indígenas de Chiapas.

``Jamás logrará una mentira y provocación verbal de este tipo confrontar a las fuerzas armadas con las comunidades indígenas, como pretende el EZLN. Sólo mintiendo se puede descalificar el esfuerzo que, con su trabajo, muchos mexicanos hacen a diario para que otros mexicanos puedan vivir mejor''.

En cuanto a su entrevista de fin de año con el papa Juan Pablo II en el Vaticano, rechazó que se haya solicitado que en su visita a México hable sobre el conflicto en Chiapas y aclaró que sólo fue a explicarle lo que sucede en esa entidad ``para evitar que se lleven a cabo desinformaciones''. También le dio los saludos del presidente Zedillo, del secretario de Gobernación, Francisco Labastida, y a entregarle una cruz hecha por indígenas chiapanecos.